68.

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Narra Jimin:

-¡¿Le has mandado un mensaje a mi madre desde tu correo oficial anunciando que hay huelga de imprevisto?!- Digo agitado.

-No...bueno sí.- Suelta sin más y busca de nuevo las sábanas que le arrebaté.

-Yoonnie~, tú tienes que trabajar, no puedes faltar.- Trato de hacerle entrar en razón mientras le alejo con el pié las sábanas del suelo.

-Puedo decir que estoy malo, que he tenido un accidente o qué sé yo. Ya dejé medio libro de tareas para todas las clases.- Me pongo nervioso ante este imprevisto. - Jimin, relájate.- Gatea por la cama para acercarse a mí y posa su mano en mi hombro, conectamos miradas y me habla con voz suave. -Hoy es tu día, ocurre solo una vez al año, así que disfrútalo como mereces.- Tira un poco de mi brazo y quedo sentado en el borde de la cama junto a él. -Solo un día.- Deja un cálido beso en mi espalda.

-De verdad, no sé qué hacer contigo.- Río levemente y aparto el flequillo de mi cara.

Quizá tenga razón.

-Me lo agradecerás, estoy seguro.- Suena convencido. - Y ahora... ¿me pasas las sábanas del suelo?- Menciona por detrás.

-¿Dormir es nuestro plan?- Me volteo y le mando una mirada cansada.

-Sí, para los próximos cuarenta y cinco minutos.- Sonríe como si me hubiera dado la mejor noticia del día.

-No puedes hacerme esto, ya no tengo sueño. - Me quejo.

-Llevo cocinando y preparando nuestro desayuno de reyes desde las cinco y media de la mañana, claro que puedo hacerte esto. - Con una sorisilla, tiende su mano para que le de sus deseosas sábanas.

Suspiro y me quedo pensativo durante unos segundos para a continuación enrollarme con todas las telas y dejarme caer en la cama con la intención de picarle un poco.

-Hum, un dos en uno, nada mal.- Le oigo decir poco antes de recibir un ataque de cosquillas por todo el cuerpo que me hace revolverme entre las doblezas de las mantas como una mariposa desesperado por salir de su capullo.

Río con fuerza casi hasta quedarme sin aire, me abro entre las sábanas acelerado y salgo completamente despeinado tratando de recuperar el aliento mientras veo como YoonGi se queda con el trofeo.

- Hiciste tram...- Antes de poder quejarme, inesperadamente siento como un brazo me abraza con fuerza de la cintura y me posiciona sobre YoonGi.

- Te recomiendo que descansemos ahora que podemos, porque luego estaremos muy ocupados pasándonoslo bien de muchas maneras, pequeño. - Me da con el dedo un toquecito juguetón en la nariz, y en sus ojos, una sensual mirada se forma haciéndome ver que debería hacerle caso.

- Está bien, pero, ¿puedo llamar a Holly para que duerma con nosotros?- Propongo emocionado por dormir en "familia".

-Y a Dune si quieres.- Menciona a su querido gato.

-No sé llamar a un gato más que con la comida.- Declaro.

-Yo sí.- Comienza a hacer un ruidito seseante, pero por ahora, no hay rastro del minino.

Segundos después, la puerta se abre un poquito más y el sonido de un cascabel se hace presente, quizá algo acelerado. -Ahí estás.- Sonríe YoonGi, pero más tarde yo al ver que por detrás del gato, Holly se encontraba persiguiéndole, de ahí las prisas por escapar del pobre minino.

Ambos se suben a la cama casi a la vez y nos saludan con algo de desespero, destacablemente el cachorro. Ya estando todos juntos, quedo tumbado de costado abrazado a YoonGi que está boca arriba con el pecho un poco al descubierto y con un gato encima, mientras que Holly cae rendido a nuestros pies al ver que no es hora de sus mimos, sino de los nuestros. Yoonie soba mi hombro y besa cálidamente mis labios antes de cerrar los ojos y dejarnos atrapar por el sueño de una pequeña siesta en familia.

Mi Sexy Profesor || YoonMin +18 !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora