Mi Sexy Profesor || YoonMin +18 !

77.

(¡La portada del libro cambiará dentro de poco!⚠️)

Narra Jimin:

Me encontraba cómodamente dormido en mi cama hasta que noté cómo alguien me zarandeaba de un lado al otro levemente. Abrí los ojos, mi madre. Cómo echaba de menos lo de estar solo en casa...

"O despertar en la de YoonGi." Se me vino rápidamente a la cabeza.

—Buenos días.—Dijo notablemente más seria de lo normal.—Ya estamos todos listo para el desayuno, baja.—Tras decir aquello, se reincorporó y salió de mi habitación sin añadir nada más.

Se ve que no se ha olvidado del chisme de la vecina.
No me quedó otra que levantarme y echarme un poco de agua en la cara para espabilárme y coger un poco más de color facial. Después de hacer que no pareciera un zombie usando camisas holgadas, salí de la habitación, bajé las escaleras hasta el comedor donde saludé a mi familia agradablemente y me senté en una silla junto a mi primo dispuestos a comenzar con el desayuno.

Por suerte, a eso de las once y media, mi familia estaba preparada para regresar a sus hogares, me dará tiempo a prepararme para salir a la una. Me despedí de todos amablemente y cada uno siguió su camino, mis tíos y su hijo pequeño en coche y mi abuela y mi madre en otro ya que se ofreció a llevarla de vuelta al igual que a traerla.

Ya solo en casa, no dudé en tumbarme en el sofá y revisar mis mensajes, no había demasiado, pero entre aquello, un mensaje de YoonGi aclarándome que estaría en la calle de atrás con el coche justo a la hora dicha y que estuviera preparado.

No tardé más de una hora en estar listo, me arreglé bastante, me duché, usé un poco de maquillaje disimulado y hasta planché mi cabello. Me puse mis pantalones favoritos y revisé la hora, tenía tiempo de sobra así que me relajé y cogí un post-it para avisar a mi madre de que me surgió un plan de imprevisto con mis amigos para celebrar mi cumpleaños. Finalmente lo pegué con un imán a la nevera. No mencioné nada de la charla pendiente, sólo sería aplazada, y me alegro por ello porque aún no sabía qué contar. Por cosas como esta me alegro de ya ser mayor de edad y de que no pueda estar tan encima de mí como antes.

Ya es la hora. Salí y me dirigí al punto de queda con YoonGi donde al momento pude reconocer su coche de reflejos plateados. Me hice ver desde lo lejos y me acerqué a él tratando de no llamar mucho la atención.
En las manos traje cubre bocas para ambos ya que la calle de Jungkook es grande y muy conocida, viven varios compañeros del centro y no es momento de más riesgos sabiendo lo que pasó anteriormente. Parece que la suerte no anda siempre de nuestro lado.

—¿Ha pedido un taxi?—Pronunció mi novio con una sonrisilla de bienvenida nada más me senté en el asiento del copiloto.

—Yo pedí un buen beso, ¿sabe dónde puedo encontrarlo?—Comencé a hacerme el perdido y busqué con la mirada.

—En la avenida frente a ti pendejo.—Reímos por su acertado comentario.

Tras recibir mi deseado y dulce beso, nos recibimos como era debido y nos pusimos en marcha.

—¿Sabes ir?—Pregunté ladeando mi cabeza en su dirección.

—Sí, conozco a gente de la zona. Tristemente los padres de Donghan viven cerca, pero tranquilo, no he vuelto a saber nada de él.—Confesó.

—No pasa nada, simplemente no volvamos a mencionar su nombre.—Me puse el cinturón y el coche arrancó.

Llegamos a nuestro destino en cinco minutos, sorprendentemente no pillamos ni un solo semáforo en rojo y aparcamos justo delante de la casa de Jungkook. Le tendí un cubre bocas y me puse el otro que traje conmigo para salir corriendo mirando de un lado al otro disimuladamente hasta llegar a la puerta contra la que golpeé tres veces mis nudillos. La puerta se abrió y apareció la señora Jeon.