La loba

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Cuatro meses después.

El comportamiento de Sebastian me confunde bastante, jamás le creería que está enamorado de mí, pero, no se comporta dulce o como un dragón, hay noches en las que esta situación me perturba; cree en que me podría asfixiar durante el sexo o después de él, también, hay noches en las que siento que simplemente soy una almohada más en la cama, aquella almohada a la que abrazadas apretujas, esas noches era las que me reconfortaban y animaba a volver. Además, sí que paga bien, pero vaya que es grosero, no hay forma de camuflarlo, Sebastian es insoportable, grosero y tosco.

—Ah, esto es demasiado bueno—Dije y pegué un poco más mi cuerpo al de él, me rodeó con sus bazos y me miró con el ceño completamente fruncido y los ojos cargados de preocupación.

—Me gustas.

—Si lo sigues diciendo me lo creo.

—Me gustas de manera sexual Loba, no te confundas.

—Jamás me confundiría. ¿En que trabajas o qué?—Me miró sorprendido. —Sé que eres millonario, pero nada más.

—Soy dueño de unas compañías de construcción, mis papás murieron cuando yo estaba pequeño y mis tíos me atendieron después de eso. ¿Aceptarás vivir conmigo?

El hombre hace unas semanas tuvo la genial idea o una insatisfacción, por lo que, el meterme unos cuantos días durante la semana dentro de su casa no era suficiente, lo más placentero para todos, (eso quiere decir él) era el que cogiéramos todos los días en su departamento, aquello sin importar el hecho de que Mily viviría, supuestamente, con nosotros.

—¿Sebastian que les vas a decir a tus amigos? Que te enamoraste de tu "Servidora del sexo" o mejor, tu puta.

—Me siento cautivado por una chica perfecta que además sabe cómo hacer a un hombre explotar en la cama.

Te voy a contar sobre mi vida si sigues "cautivado" bien y si después no quieres volver a llamarme... voy a extrañar tu dinero. Acarició mi nariz y bajó por las pecas de mi cara.

>>Mi madre solía prostituirse, éramos ella, mi hermana y yo en una muy pequeña casa. Mi madre cuando estaba dormía en el suelo y Niza y yo en la cama estripadas porque era de las personales, pero ella se molestaba al vernos dormir sobre aquella fría y descuidada cerámica (si así se le puede llamar).

Mi hermana trabajaba en un café es mayor que yo ocho años, dicen que soy hija de un señor rico con el que mi mamá solía dormir, ella creyó que lo iba a retener con un hijo, pero no fue así, acosta de eso, vivió con la copia de quién la abandonó todos los días de su vida. Mi papá siempre enviaba dinero, le pidió a mi mamá la custodia a cambio de dinero, pero, ella no aceptó y cuando se casó con Héctor nos mudamos lejos así que nunca más volvió a comunicarse conmigo.

Cuando cumplí 13 años el hijo mayor de Héctor (Fernando) se mudó a vivir con nosotros, él era cuatro años mayor y siempre le coqueteaba a mi hermana con descaro, nuestros padres reían ante la necedad del joven porque Niza ni le volteaba a ver (aunque sí se molestaba), una noche comenzó a entrar a mi cuarto mientras dormía manosearme y el acto continuó durante noches, le dije a mi hermana y ella se ofreció a cambiar de habitación conmigo y fue entonces cuando por defenderme mamá la sacó de casa, Fernando me manoseaba las piernas y nalgas, cada vez más seguido y sus toques se volvieron más dolorosos y desagradables. Sabes aún dormía con muñecas y jugaba con barbies., puesto que, intentaba introducir sus dedos en algunos orificios, incluso, recuerdo haberle visto masturbarse en mi habitación, se lo dije a mi mamá y no me creyó, el imbécil me apodó así "la loba" por un arañazo que le dejé en forma de ele. Él me violó tantas veces y de tantas maneras, conseguía denigrarme cada vez más hasta que un día traté de huir, él me encontró y me quitó la ropa en el jardín para violarme otra vez pero una vecina llamó a la policía. Estuve inconsciente por un par de noches y luego al despertar me enviaron a un orfanatorio, mis días ahí fueron peores, las niñas me molestaban y los más grandes también intentaban abusar de mí.

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