Salí y alcé a Milena. Sebastián saludó a varios hombres y las mujeres pasaron a rodearme instantáneamente, Silvia es una lora pero juntas parecen ametralladoras de palabras.
—¡Mamá! Chicas silencio...—Dijo Sebastián muy mal humorado.
Puse a Mily en el suelo y segundos después desapareció.
—Olivia, esta es mi mamá, mi papá, mis cuñados y mis hermanas. Yo me voy de aquí—Todos negaron con la cabeza.
Pero igual Sebastián ya había desaparecido para entonces.
Si: No entiendo como una chica tan hermosa pueda salir con ese OGRO. Yo los presento.
Me dio indicación de cada una de las personas presentes, los hombres fueron a dejar las cosas a las habitaciones y las mujeres fueron a la cocina. Diana y Paula no pararon de cuchichear entre ellas, mientras Roberta y su madre hacían lo mismo.
Busqué en la refrigeradora y había limonada, la serví en varios vasos y se los extendí.
Re: ¿Así que la pequeña es tu sobrina?—Preguntó doña , la mamá del amargado.
O: mi hermana... recibió una oferta y nos dejó.
S: ¿Por qué no llevar a la nena?
O: Para no cambiar su entorno.
Ro: ¿Tu cabello es natural?
D: No se pinta las pecas todas las mañanas—Instintivamente toqué mis múltiples pecas.
O: Es natural.
Ro: ¿Igual que tu senos?
Re: ¡¡Niñas...!!
O: Todo es natural. Si me permite me voy a buscar a ...
D: Antes, ¿Estás con él por dinero o...?
O: Es lo que más me atrae de un hombre, siempre investigo su billetera y si puede pagar mis caprichos me quedo con él y le saco todo lo que pueda, me aseguro de ir con el esposo de alguna de sus hermanas para que la ruptura sea más escandalosa y dolorosa. —Les sonreí y Silvia me devolvió la sonrisa, las demás se miraron entre sí y posaron sus miradas un poco más arriba de mi cabeza.
Se: Olivia, ¿me permites?
O: ¡No!
Salí en busca de Mily y tomando mi cartera y unas cuantas cosas, salí con ella. Sebastián es de ese tipo de hombres que dejan las llaves pegadas en el carro, la senté atrás y me senté en el lado del conductor. Rápidamente me fui, lejos de esa horrorosa familia.
¡Todos están locos! El señor me ve como a un pedazo de carne, su hijo me trata como tal y las locas de sus hermanas, son insoportables, lágrimas comenzaron a salir y vi de camino la extraña solución.
—Nena ven bájate.
—Tía, tu siempre dices que tomar las cosas sin permiso es como robar y tú no se lo pediste a Sebas.
—Él dijo que lo podía usar cuando quisiese.
Entramos a la pequeña iglesia ye acerqué a la cruz y miré fijamente al Jesús en la cruz y desde mi mente le dije lo que sentía:
¡Ah, sí! Castígame señor.
Dame clases de moral a través de esta niña. Esta inocente niña que dentro de poco no tendrá qué comer, porque la única persona que le has dejado ya no tiene trabajo, se ha robado un auto y... es una María Magdalena.
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La loba
RomanceLas prostitutas tienen siempre un momento de destello en sus vidas, encuentran a un hombre del que se enamoran, con quien sueñan casarse, convertirse en damas por ellos o simplemente encuentran al hombre que las va a sacar de ese ambiente para darle...