Capítulo 6: "El Infierno"

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  Siento un peso en mi pecho, ahora una molestia en mi nariz y boca, son pelos

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  Siento un peso en mi pecho, ahora una molestia en mi nariz y boca, son pelos. Abro mis ojos, solo veo pelos y más pelos, Mantequilla se acostó justo en mi pecho. Claro, la cama King es muy pequeña para las dos parece.

  La hago a un lado, me levanto y estiro mi cuerpo, si no abro la persiana se que me dormiré de nuevo, aprovecho de mirar por la ventana y me doy cuenta que esta frió, como siempre.

  No sé por qué siempre me molesto en ver el puto clima, pero deben ser aproximadamente las 11 de la mañana, sonrió cuando recuerdo todo lo que sucedió ayer, fue una buena noche, más que buena.

  Comencé a pasar por cada uno de mis recuerdos, todo lo que sucedió, pasando por cada detalle, cada suceso, cada acción, como recorriendo por las hojas de un delicado cuento, sentir mis dedos por la suavidad de la memoria. Sonrio sin darme cuenta.

  Corrimos hasta llegar a unas bancas, allí paramos y comenzamos a recuperar el aire, miramos al mismo tiempo nuestras manos, estaban entrelazadas aún, sonreí tímidamente y retiramos de forma paciente nuestros dedos. Una pequeña sonrisa avergonzada, cómplices.

  Nos sentamos tranquilamente mirando al mar, la miró de reojo, sus rizos se movían tranquilamente, sus facciones totalmente relajadas, las comisuras de sus labios un poco notorias, piel casi perfecta.

  Me miró, ella noto que la estaba mirando. 

  Siento el calor que va desde mi cuello hasta mis mejillas, y miró hacia el mar, actuando como si nada sucediera, muerdo un poco mi labio en respuesta al nerviosismo, siempre hacia eso cuando estaba nerviosa, siento su mirada fija en mi perfil, me mira descaradamente, no dice ni una palabra, siento cómo sonríe de lado y vuelve a mirar el mar.

- Mirar es gratis - su voz sonó tranquila, imposible no sonreír a eso.

- Cuidado, puedo desgastarme - la mire directamente, su ceja se eleva y su sonrisa aparece.          

- Imposible, las obras de arte son muy bien cuidadas y en caso de algún daño, siempre se puede restaurarla - sus ojos están quemando en los míos, siento que puede saber mis emociones, tocarlas, saber exactamente que estoy pensando. O tal vez estoy loca.

- Eres alguien de alma profunda - Ni siquiera me detuve que procesar esas palabras para decirlas, fue algo natural. Una reacción al ambiente, se sentía cómodo, confortable a pesar del frió.            

 - Claro, dime. ¿Quién no tendría el alma profunda?. Hay que ser muy idiota para no pensar de esa forma, al final, la vida es bonita y es algo que todos deberíamos de apreciar, no solo la vida, también algunas personas, algunas no solo crean arte, también lo son. He visto tus fotografías -  

- ¿Como las has visto?. Pensé que no sabias de lo que trabajaba - Me miraba con paciencia, como si meditara bien su respuesta.

- Claro que se, se notaba en tu casa, solo bastó saber que tenías un Estudio de Fotografía. Eres muy buena en lo que haces - Sinceridad, eso es lo que me transmitió, en verdad me agrada esta chica.

Las Risas Del Té (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora