Capítulo 9: "Caño Compartido"

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  En ese momento estaba totalmente enfocada en ella, se ve libre

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  En ese momento estaba totalmente enfocada en ella, se ve libre.

  Era la única persona que captaron mis ojos. Ahí descubrí que, lo de ella es la naturalidad. Según yo, la mire por bastante tiempo, pero en realidad, fueron solo segundos. Cuando me di cuenta, las personas estaban dejando de aplaudir y ella abría sus ojos con delicadeza, me mira expectante, ella sabe que le miro, lo confirmó cuando una sonrisa aparece, mostrando esos hoyuelos.

  Tener la capacidad de poder captar las sensaciones provocadas. Se siente tan bien, que sonrió abiertamente, feliz. Más bien, complacida, esta noche esta diferente.

  Proseguí con el espectáculo, comencé a cantar la canción siguiente, todo fluye y se siente más cómodo, mejor, mi punto está fijo en alguien, no me fijo en nadie más, que en la dulce Otoño.

  Es preciosa.

  Mis piernas las siento frágiles, los brazos con escalofríos, me siento tan bien en este momento, la música vibraba en cada lugar de mi cuerpo

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  Mis piernas las siento frágiles, los brazos con escalofríos, me siento tan bien en este momento, la música vibraba en cada lugar de mi cuerpo. Mis ojos se cerraban y sólo me concentraba en sentir esto, solo sentir, mi cerebro está en satisfacción pura, que te da exclusivamente la droga.

  Una dosis de vez en cuando no daña a nadie.

  Salgo sin pensar bien a dónde me dirigía y por qué. Subí unas escaleras y caminé hacia el balcón, no había casi gente, de hecho, nadie, todos estaban viendo la presentación adentro, seguramente al terminar esto se llenará. Necesitaba eso, sentía mucha calor adentro, tanta gente que se convertía en un ambiente asfixiante. 

  Me pongo al borde del balcón, me apoyo en la orilla de este. Abro mi pequeño bolso, saqué un cigarrillo de marihuana y mi encendedor, procedí a prenderlo. 

  Exhale el humo y mi calma fue enorme, mi cuerpo se relajó y no podía dejar de mirar la luna, estaba hermosa, podía ver el mar y todo el paisaje de luces que tenía por los costados, se veía en ese momento algo único, nunca me había fijado en la belleza de donde vivía, por la costumbre.

  Uno tiende a ser ingrato con lo que posee.

  Di otra calada, mis hombros se relajaron, pero se tensaron en el segundo que sentí a alguien apoyarse a mi costado, tomó mi cigarrillo y de una forma elegante inhalo, cerró un poco sus ojos y exhalo con calma.

Las Risas Del Té (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora