Capítulo 23: "México Querido"

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Era imposible dejar de mover mis caderas, mis ojos se encuentran totalmente cerrados, solo puedo distinguir el color naranja del sol

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Era imposible dejar de mover mis caderas, mis ojos se encuentran totalmente cerrados, solo puedo distinguir el color naranja del sol. El atisbo de libertad se siente en cada parte de mi cuerpo, mi sonrisa es permanente; tanto que siento un cosquilleo en mi mandíbula. 

Mi cuerpo se encuentra relajado, en paz conmigo y todos mis problemas. Esto se siente increíble, incluyendo la energía que siento corriendo por mis venas.

Abro mis ojos para beber mi michelada, ya esta por casi terminarse. Queda un poco de sal en mis labios, lentamente lamo sintiendo como es agradable en mis papilas gustativas. Nunca había sentido una cerveza tan rica. Maravilloso.

Tomo los lentes de sol que tengo enganchados en mi crop top blanco para ponérmelos. Decante por una falda de mezclilla apegada, muy sobre de la rodilla, cuando llegue tenia puesta sandalias. En estos momentos no se donde están.

El sol esta delicioso, considerando que hay una brisa fresca. Por ningún segundo he parado de bailar, me siento feliz, extasiada. Como si hubieran puesto en mi brazo una inyección de adrenalina.

Siento que mis pies comienzan a doler, por lo que considere sentarme a hablar en la mesa contigua, pero claro, esa idea se fue cuando un segundo más tarde comienza a sonar el remix de la canción Sola. Puedo estar sentada toda la puta vida, pero no ahora.

Miro a unos pasos al pelinegro que me mira sonriente, no puedo evitar sonreír. Se acerca tomando mis caderas, mientras paso los brazos sobre sus hombros. Comenzamos a movernos sincronizados.

Para ser un gringo se mueve bastante bien, mis raíces latinas están más que demostradas hasta ahora. Me encantan este tipo de fiestas.

No puedo evitar echar mi cabeza hacia atrás, para luego cantar.

Yo te saboreé, uh, qué rico fue
Me pasaría la vida buscándote
Para verte otra vez a solas

Mi sorpresa fue que el tipo no era gringo, hablo un español perfecto al igual que el mio, por lo que ambos nos miramos en aprobación, por lo que me doy cuenta que encontré un compañero para el día de hoy.

Tomo su mano y lo dirijo directo a la barra, se que quiere, porque no pone ningún tipo de resistencia a seguirme. Cuando llegamos de inmediato el pelirrojo me mira con atención, divertido. Bastante divertido.

- Cesar, sirve dos tequilas, por favor. - Se echa a reír, pero no dice nada, toma dos chupitos y los sirve. El tequila claramente es Herradura, mi favorito. El sabe mis gustos, nunca me decepciona.

Nos desliza en la barra limón y la sal, por lo que procedemos de inmediato a actuar. Mi cosa favorita es poner un poco de sal en el pedazo de limón, lo muerdo y de inmediato tomo el chupito.

Las Risas Del Té (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora