Capítulo 15: "Un Vaso de Pecado"

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  Me siento debil, mis ojos me pesan muchísimo, como si tuviera sueño

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  Me siento debil, mis ojos me pesan muchísimo, como si tuviera sueño. Mi mente está en blanco.

  Mi día fue regular. Hice todo lo que debía, pero mi mente estaba muy lejos de cualquier lugar que visitaba. Por algún motivo, sentía el día nostálgico.

  Había vuelto hace 30 minutos a mi casa, cuando llegué estaba esperándome Vicente fuera de mi puerta, no me había dicho que iba a venir, por lo que sí fue una sorpresa. Aunque, hemos acostumbrado a llegar juntos, pero usualmente viene por mí, más no me ve arreglarme.

  Mi día había sido raro y diferente, solo quería llegar a casa y dormir, pero también sabía que hoy es la Gala de la compañía Depolo. Por ningún motivo podía parar mi día ahora, aunque me encantaría.

  Todos los años nos concentramos en esta fecha, porque tomamos las fotografías. Bueno, todos menos yo. Yo solamente tomo las fotos del comienzo, cuando entra cada pareja, tenemos una foto de cada invitado. Siempre se juzga su vestimenta, por lo que son las más vendidas y codiciadas de la noche. Aún más cuando es alguna pareja.

  Es mi deber de la noche, que son aproximadamente 30 minutos. Luego, la noche que resta solo soy un invitado más.

  Mi vida fue un caos cuando comenzó esto, nunca pensé llegar a tal nivel profesional. Muchas veces pensé tener un buen estudio, pero nunca creí llegar a la elite.

  Aún es raro que me hable o busque gente importante. Es como maldición, ¿por qué querrá buscarme?. A veces, no me siento tan talentosa como me miran.

  Le prepare un té a Vicente, ya que odia el café. Por lo que se quedó en la sala repasando su discurso y yo me fui directo a la ducha. Lo necesitaba.

  Está tan concentrado en su noche, que no se dio cuenta de nada.

  Dejó que el agua corra y se comience a calentar. Por lo que de inmediato comienzo a quitar mi ropa.

  El baño está frío. Mi piel se eriza.

  Cierro mis ojos al estar totalmente cubierta por el chorro de agua, no escucho nada, se me hace agradable y me quedo ahí por mucho tiempo. No se cuanto. Siento que puedo respirar.

  Doy una vista general a las cosas que han sucedido estos días, no puedo evitar sentirme culpable, menos pensando que Vicente está en mi sala. El escozor en mi garganta se hace presente, pero inspiró hondo y trato de calmarme. Acarició con delicadeza mi cabello, siento lo suave que lo vuelve el agua al estar húmedo.

  Lo acaricio como lo hacía mi abuela cuando era niña, cuando aún podía verla, sentirla, tocarla y oirla. Cuando iba casi todos los días a su casa, porque muchas veces sentía que solo ella era mi familia, porque, claramente era la única que estaba apoyándome en mi vida.

  Pienso más en ella y me siento peor, mis pensamientos comienzan a ser rápidos y lo único que consigo es sentir pena por mi misma. Lastima, para ser precisos.

Las Risas Del Té (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora