Un Amor Prohibidó

Buscare su perdón

¿Hace cuanto que se había separado de Historia?.

¿2?...¿3?...¿4 dias?.

No lo sabía.

Recostada sobre una cama destendida y llena de migas de comida se allába Ymir Fritz.

Unas notables ojeras adornaban sus ojos color marron producto de las noches en vela que había pasado.

El timbre de su departamento sono, dio varias vueltas en su lugar antes de levantarse y atender.

- ¿Si? - dijo con voz rasposa.

- Buenas tardes, ¿es usted la joven Ymir Fritz?.

- ¿Quien pregunta?.

- Soy el mayordomo de la familia Reiss y-

- Largo.

- ¿Disculpe?.

- ¡Eh dicho largo!, no quiero saber nada de esa familia.

- Pero joven - Ymir intento cerrar la puerta en su cara pero el Beta metio el pié en ella impidiendo eso - ¡Por favor escucheme!.

- ¡No!, no quiero saber nada que tenga que ver con ellos.

- ¡La señorita Historia esta hospital!.

Al escuchar eso Ymir dejó de empujar la puerta y lo miro de soslayo.

- ¿Que?.

- La señorita Historia esta en una situación no muy favorable para su salud - la castaña lo escuchaba atentamente - Me mando a llevarla donde esta ella, tiene algo muy importante que decirle.

Un inmenso silencio se instalo.

-...Pues yo no.

La Alfa empujo al Beta haciendo que este retrocedieron intentando mantener el equilibrio.

- Pero...- la puerta fue cerrada con fuerza asiendo eco por algunos segundos, el Beta solto un suspiro de impotencia, saco su telefono y marcó un numero.

- ¿Alo?.

- Señor Reiss, soy yo Nile.

- ¡Ah Nile!, ¿que paso?, ¿hicistes lo que te encarge?.

- No, la joven Fritz no quiere saber nada de ustedes.

-...

- ¿Señor?.

- ¡MALDITA SEA! - un golpe fuerte y el sonido de cosas siendo lanzadas se eschucho - ¿COMO QUE NO QUIERE SABER NADA DE NOSOTROS?, ¡MI HIJA ESTA SUFRIENDO POR SU CULPA!.

- Lo se señor, ¿que quiere que haga?.

-...-Suspiro- No hagas nada, ya veré que se me ocurre luego.

- Ok.

***

El Alfa de ojos cafeces colgo el teléfono, dio media vuelta y camino hasta quedar frente a la puerta de su hija menor.

Con la mano en el picaporte innalo ondo y entro al cuarto lleno de feromonas.

Tapada con la sabana hasta su rubia cabellera, Historia Reiss pasaba por una etapa de celo, pero no un celo común sino un celo muy fuerte ya que su Alfa rompió el lazo que las unía, su cuerpo reaccionó a una especie de precelo en el cual cualquier contacto con algun Alfa su cuerpo respondería de inmediato.

- Historia.

La sabana se removió hasta que la pequeña rubia de ojos ya algo cristalinos se asomó.

- P-papa, ¿e-ella e-esta aquí?.

- No.

- ¡¿Por que?!.

- Historia hija calmate - el Alfa intentaba calmar a su hormonal hija mientras se alejaba - Ella dice que no quiere saber nada de nosotros.

-...E-es razonable - agachó la cabeza y comenzó a llorar.

- Historia...si quieres puedo buscarte una nueva pareja para que tu-

- ¡Ni hablar! - miro con el entrecejo fruncido a su padre - ¡No me acostaré con nadie que no sea Ymir!.

- Pero hija entiende que ella no quiere saber nada de ti y tu no estas para nada bien.

- ¡No me importa!, ¡asi me tome toda la vida esperare a Ymir y buscare su perdón!.

-...Como quieras.

El Alfa abandonó el cuarto de su hija, podia escuchar claramente los llantos de Historia que sufría por el rompimiento con esa tal Ymir.

A paso lento se alejo caminando por los largos pasillos de aquella mancion internada en el bosque ya que la feromonas de Historia se podian percibir a varios metros de distancia, mientras caminaba a su despacho pensaba en una forma para traer aquella chica, a unos pasos de llegar a su oficina una idea paso por su cabeza mostrando una sonrisa de lado.

- Ya se que tengo que hacer - aprisa entro al cuarto y marco el numero del beta.

- ¿Diga?.

- Nile necesito que hagas algo.

- Digame, ¿que tengo que hacer?.

- Quiero que vayas con Mike al mismo lugar al que fuistes esta mañana y me traigas a esa Alfa de nombre Ymir.

- Como ordene.

La llamada termino y Rod Reiss aun mantenia su sonrisa en su rostro.

- Tranquila Historia haré que tu dolor termine.