No te dejare ir

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La ambulancia llego pocos minutos después de lo sucedido, todas las personas que había presenciado el accidente estaban amontonadas queriendo ver mas - algunos ya hasta estaban grabando - de la escena.

- García, ¿que fue lo que sucedió aquí? - el jefe de la policía bajo de la patrulla y fue hacia uno de sus subordinados.

- Al parecer un Alfa de nombre Erwin Smith de 13 años de edad fue atropellado - explicó el Omega.

- ¿Saben quién fue el causante? - el jefe frunció el ceño.

- Según lo dicho por las personas, fue el tipo de allá.

- Bien.

La policía no tardo en arrestar al sujeto el cual - gracias a la declaración de los testigos - había sido causante del accidente de Erwin.

- Queda usted bajo arresto por el atropello del Alfa Erwin Smith - el oficial le puso las esposas al acusado.

- Sho no fuy, ¡hip! - dijo el tipo hasta la coronilla de borracho - Fhuellon, ¡hip!, los duendes achulez.

- Si aja, camina escoria.

Lejos de esa escena, los paramédicos subían al rubio a la camilla de la ambulancia para posteriormente subirlo a la misma.

- ¿Tu que opinas? - pregunto uno de ellos al mismo tiempo que lo revisaba.

- Que hay que llevarlo rapido al hospital, esta perdiendo mucha sangre - le respondió a su compañero.

- Entendido.

- ¡Erwin! - Hange y Levi corrian a toda prisa hasta la ambulancia - ¡Esperen!.

- ¿Eh? - el paramédico a cargo se interpuso en la puerta al ver las intenciones de esos dos chicos de querrer subirse - Chicos ustedes no pueden subir - dijo lo mas serio posible.

- ¡Es nuestro amigo! - le explicó la castaña en un intento de convencerlo - ¡Por favor dejenos subir!

- Lo siento pero solo familiares.

- Tks, ¡¿al menos nos pueden decir a que maldito hospital lo van a lleva?!, ¡¿o es que ni eso pueden hacer?! - la molestia y preocupación en el tono de voz de ese Omega sorprendió al paramédico que solo atino a mirarlo fijamente.

-...-Suspiro- Por la gravedad de sus heridas...Hospital santa Cecilia.

- Gracias, rápido Levi - Hange tomo del brazo al azabache esperando su asentimiento.

- Tks, andando.

Los dos se fueron de ahi con la intención de pedir un taxi para llegar lo mas rapido posible al hospital.

- Bien vamonos - el Beta esta apunto de cerrar las puertas para irse cuando.

- ¡Esperen!.

- ¿Ahora que? - fruncio el ceño y miro como un tercer chico se aproximaba hasta la ambulancia.

- Quiero subir - pidio, se veía bastante cansado y atormentado, como si tuviera culpa alguna.

- Lo siento chico pero solo familiares, ¿eres familiar suyo?.

- Soy su pareja.

- ¡Ernesto debemos irnos ahora! - grito con desespero su compañero.

El paramédico peli-plata alternó miradas entre su compañero y el chico castaño, debatiendose en dejarlo entrar o no.

- Por favor - suplico el Omega con los ojos llorosos y la mirada gacha.

-...-Suspiro- Bien, sube rapido.

- Gracias.

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Hospital Santa Cecilia 5:48 P.M.

Lo primero que pudo percibir al recuperar la consciencia fue el persistente olor a medicina seguido de un fuerte dolor en todo su cuerpo. ¿Donde estaba?, ¿por que le dolia el cuerpo?, fueron unas de las primeras preguntas que le pasaron por la mente, y como si de un flechazo se tratara todos los recuerdos le vinieron a la mente. Poco a poco abrió sus ojos y una molesta y deslumbrante luz hizo que los volviera a cerrar rápidamente.

Quizo tallar sus ojos con sus manos pero un dolor punzante en su brazo derecho hizo que soltara un gran quejido y desechara la idea enseguida.

- ¡Aghh!.

- No te muevas.

Pudo escuchar aun lado suyo, con esfuerzo abrio otra vez los ojos dándose cuenta que estaba postrado en una cama de alguna habitación, seguramente es el hospital, fue lo que penso, con mucha delicadeza se incorporó de la cama para mirar con ojos sorprendidos al castaño.

- ¿Alex?, ¿d-donde estoy?.

- En el hospital - el rubio se percató que debajo de sus ojos color avellana tenia visibles ojeras.

- ¿Cuanto tiempo estuve inconsciente?.

- Estuvistes inconsiente dos dias enteros - contestó su pregunta.

La puerta de la habitación se abrio dejando ver a una enfermera.

- Oh, veo que ya desperto.

- S-si.

- Bien, voy a revisarlo.

Minutos despues de eso, la enfermera termino de revisarlo y se despidió del par dejandolos completamente solos.

- Me alegro que estes bien - dijo el Omega para después soltar un suspiró aliviado y una tierna sonrisa.

- A-alex y-yo no quize...

- Erwin - el castaño tomo la mano sana del Alfa con la suya y sonrio con la mirada fija en el - Gracias.

- ¿Porque?.

- Por salvarme, si no fuera por ti, seria yo el que estuviera postrado en esa cama.

Erwin nego lentamente con la cabeza y apreto la mano de Alex sin soltarla.

- Lo hize por que fue mi culpa, si yo te hubiera dicho desde antes-

- Asi que es cierto - solto una risa triste.

- Perdoname - el rubio agachó la mirada incapaz de sostenerle la mirada.

- No tengo nada que perdonarte.

- ¿Que? - alzo la mirada y lo miro visiblemente confundido.

- Erwin...yo te amo, y no te dejare ir tan facil - de la nada solto algunas feromonas y acerco su rostro al del contrario.

- Alex que-

Alex lo tomo desprevenido y lo beso, era una beso posesivo, intento alejarse pero el Omega llevo sus manos detras de su cabeza impidiendole hacerlo.

- ¡Erwin sorpres-

La puerta se abrio de la nada, dejando ver la escena y petrificado al recien llegado. Erwin y Alex apenas oyeron la puerta abrirse se separaron de inmediato todos sonrojados y agitados. El rubio al ver de quien se trataba sintio que todo se terminaba.

- ¡¿A-armin?!.

Un Amor ProhibidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora