¡Que el concurso de talentos comienze!

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- Y uno...y dos...yun, dos, tres, ¡cuatro!.

El sonido de la guitarra siendo tocada al igual que el de un teclado, se empezo a oir en aquella pequeña cochera propiedad de del rubio cejon de apellido Smith.

Aunque al principio planeaban hacer los ensayos en la casa de la castaña, a la mencionada se le ocurrio hacer un experimento para evitar la calvicie, usando como sujeto de prueba a su padre que termino todo calvo. En conclusion Hange termino sin permiso para los ensayos y sin mesada, ya que ahora su padre la ocuparía para comprar peluquines.

Por suerte los padres de Erwin si les dieron permiso. Ya que no estarian.

Volviéndo al presente, la sincronía en que aquellos dos instrumentos se acoplaban, era casi perfecta. En medio de aquellos dos Alfas, una figura de baja estatura se hizo presenten al igual que una melodiosa voz.

- On the firts part...

- Alto, ¡ALTO!.

- ¿Ahora que mierda sucede? - Levi miro con mala cara a su loca amiga, con esta era la quinta vez que los detenia.

- No estas entrando bien - lo señalo con el dedo.

- Tks, ¿de que mierda hablas Zoe?, si la estúpida cancion comienza asi.

- Si, pero la entrada no es llamativa.

- ¿Que estas diciendo Han? - Erwin se alejo del teclado para tomar un poco de agua.

- Que el enano debería decir algo "alucinante" antes de empezar a cantar.

- ¿Como? - la motivo a seguir.

- No se.

- Tks, si no sabes, no hables idiota.

- Ya enano no me diga a...- la mirada de Hange recorrio el lugar hasta que fue atraida por un gran bulto en la parte de atras - ¡¿Que es eso?!.

- ¿Ah? - el Alfa rubio miro donde su alocada amiga apuntó - Es mi vieja bateria.

- ¡Es perfecta!.

- ¿Qué? - Hange corrió hasta la bateria y le quito la funda.

- ¡Tienes que tocarla cejon!.

- No, no, no, ¿acaso estas loca?

- Tks, ¿y todavia lo preguntas? - Levi miraba con asco como el polvo de la bateria se reflejaba en el aire.

- Necesitamos desinfectante, un trapo y mucho, pero mucho cloro.

Algo que compartían el azabache y su instinto era el profundo - y limpio - amor por la limpieza.

- See.

- ¿Por que no? - la castaña analizaba el instrumento.

- Han, hace mucho que no toco la bateria, ni siquiera se si todavia puedo tocarla.

- Bueno, siempre hay una primera vez - le extendio los palillos que habia tomado de la misma.

-...- Erwin miro los palillos y a Hange varias veces hasta que al fin los tomo - Pero que te que de claro que si no toco buen es por tu culpa.

- ¡Yupii! - la castaña corrio hasta su puesto, tomo su instrumento y grito con enfuria - ¡Hagamos esto perros!.

- ¡Perra tu abuela estúpida! - Levi le dio un zape.

- ¡Estupido!, ¡mi cabeza idiota!.

- ¡¿Como me llamastes?!.

Mientras Hange y Levi discutían casi a los golpes, Erwin miraba con algo de miedo aquella bateria, que alguna vez fue su más grande adoración. Ahora que lo pensaba, la ultima vez que la habia tocado fue cuando vivia con su amada abuela. La cual habia muerto hace mas de 6 años.

-: "Recuerda Erwin la bateria no se toca por tocar, sino con el corazon."

-: "¿Con el corazon?."

-: "Con el corazon mi pequeño, hacia que entregalo, entrega tu corazón."

-...-Suspiro y susurro - Esto es por ti abuela - alzo la mirada y miro a sus amigos con determinación - ¡Bien empezemos esto de una buena vez!.

El azabache y la castaña dejaron de pelear y miraron a su cejon amigo.

- ¡Si!.

Cada quien fue a su puesto y empezaron a tocar.

- Y uno...y dos...yun, dos, tres, ¡cuatro!.

Nuevamente el sonido de la guitarra siendo tocada al igual que el de una bateria, se empezo a oir en aquella pequeña cochera.

Aunque parezca imposible la sincronia de aquéllos dos instrumentos era perfecta y aun mas con la letra de cancion.

Despues del ensayó, terminaron con un final asombroso. Y una Hange colgada del cuello del rubio.

- ¡Lo sabia!, ¡lo sabia!, ¡sabia que no me equivocaba al pedirte que tocaras la bateria! - le gritaba casi en el oído.

- Tks, aunque odie admitirlo la loca tuvo razón, tocas bien cejon.

- Jeje gracias - alejo a su alocada amiga de el, antes de que lo dejara sordo - Me alegra saber que aun puedo tocarla.

- ¡Esto hay que confirmarlo! - puso su mano en el centro de la cochera y los otros dos la miraron como bicho raro - Vamos no me dejen sola.

Erwin hizo la cabeza aun lado y miro a su pequeño amigo con una sonrisa burlona.

- ¿Vamos?.

- Tks.

El azabache se acerco con el ceño fruncido a la castaña con un feliz rubio detras de el.

- Bien.

Cada uno puso su mano en el centro.

E - Que el.

L - Concurso.

H - De talentos.

Todos - ¡Comienze!.

Un Amor ProhibidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora