Capítulo 29

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Reunión secreta entre hermanos. Los príncipes incógnitos

Tristán y Shemaz fueron acompañados por Tyrsenos de regreso al Edificio Lectivo, donde presentaría formalmente las calificaciones de ambos aprovados. En el camino a la entrada principal Tristán, quien iba a hombros de Shemaz, quiso aclarar sus dudas con Mano de Hierba.

-Tyrsenos, tengo una duda y déjeme ver si entendí bien.
-Dime, Tristán.
-¿En esa torre negra en la que entramos se nos prueba por nuestros miedos, verdad?
-Has deducido bien, pequeño adama. Además de miedos, diría que también escarba en nuestras inseguridades, que van de la mano con el miedo.
-Pues antes de subir al segundo piso me encontré con el padre de Shemaz, del que tanto hablan -dijo el niño antes de que Shemaz se detuviera en seco.
-¿Ocurre algo, príncipe? -Preguntó Tyrsenos sorprendido por aquella actitud.
-Sí, y creo que en eso no tuvo nada que ver la torre -dijo Shemaz sacando de sus hombros a Tristán para verlo de frente.
-¿Dices que viste a mi padre ahí dentro? ¿Es en serio, Tristán? -Preguntó Shemaz con expresión turbada, a la que Tristán asintió.

El ambiente para el trío cambió de un sosiego a una inquietud tan densa que podía cortarse con cuchillo.

-¿Por qué dices que la torre no tuvo nada que ver? -Preguntó Tyrsenos.
-Porque la torre no está hechizada para usar el miedo a lo que no se conoce, solo a lo que ya te afecta en el presente -aclaró Shemaz. No puede inventarse miedos que no tengas.
-Eso también lo supuse al llegar al final -dijo Tristán a su vez mientras Shemaz lo devolvía a sus hombros.
-Bueno -dijo Tyrsenos. ¿A qué quieres llegar con eso? ¿Que tu padre vino en espíritu hasta aquí?
-Sí, y con la interseción de mi madre lo creo posible -aseguró Shemaz con tono serio.
-Me imagino que algo sabrá Tristán de tu padre -supuso Mano de Hierba.

Tristán negó con la cabeza cuando Tyrsenos volteó a verlo. Los tres reanudaron la marcha a la puerta principal.

-Tristán nunca supo gran cosa de mi padre, siempre le evadimos el tema -dijo Shemaz. No creímos necesario que supiera de nuestro padre, para que no creciera con miedo.
-Entiendo perfectamente -dijo Mano de Hierba. Tu padre puede llegar a ser terrible y a hacer cosas terribles.
-Cuando descubrieron lo de Tristán casi morimos los seis. Si no lo retaba a duelo no habría tenido posibilidad de estar aquí.
-Bien, volvamos al tema de la torre. ¿Como estás seguro de que no fue la propia estructura la que jugó con su mente en ese momento?
-Mi madre es conocedora de la magia de espíritus, y ella pudo haber mandado a mi padre en cuerpo astral hasta aquí. Entre ambos habría sido fácil poder penetrar la torre con su poder espiritual.
-Entonces la pregunta cambia a: ¿por qué Demius fue a por Tristán y no a por ti?
-Seguramente para ver a Tristán y a mí, él mismo  -pensó Shemaz en voz alta. Pero algo tendrán entre manos para hacer eso, porque seguramente me habrán visto.
-Por lo pronto me despido de ustedes -dijo Tyrsenos al dejarlos a la puerta. El maestro Magnaris los esperará para mañana a primera hora para una entrevista.

Dejando atrás el santuario elemental Shemaz y Tristán se disponían a tomar la acera corrediza, hasta que oyeron a Tyrsenos llamarlos para decirles algo más antes de irse:

-Hay un lugar en el que pueden quedarse hasta mañana, y es en un departamento sobre una taberna del sector kelt; ahí los atenderá gente de confianza -gritó Tyrsenos detrás de ellos.
-¿Puedes decirnos donde queda? -Preguntó Tristán al verlo corriendo.
-Vayan al norte de aquí, a un sector sombreado a mediodía detrás de la biblioteca -dijo Tyrsenos señalando con su pulgar a sus espaldas. Verán un bar con raídas puertas y ventanas de madera de secoya, de dentro viene un hedor a meado y aromatizantes. Es el único del arrabal kelt, así que no será difícil de ubicar.
-Bueno, lo buscaremos. ¡Gracias Tyrsenos! -Dijo Tristán mientras lo despedía con la mano izquierda.

El Primero De Los Elementales |La Leyenda de Tristán el Iniciado I|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora