𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐌𝐁𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐘 ──── one shots

#.─────allison hargreeves

Odiabas tener que salir de casa, siempre ser tu la qué tenía que ir a la tienda de víveres cuando cualquiera de tus hermanos era completamente capaz de hacerlo.

Caminaste y caminaste hasta llegar hasta ahí, dentro del supermercado oíste a la gente hacer un escándalo, pero no le diste importancia y seguiste con las compras semanales.

Cuando fuiste a la caja, te sorprendió que no hubiera demasía gente en las filas (cómo siempre) haciéndose montones por ser los primeros, llegaste hasta la caja registradora aún con tu vista en laa puertas de cristal, podrías ver a través de ellas el tumulto de gente.

- ¿Sabe qué es lo qué ocurre ahí afuera?- Preguntaste a él cajero, quién registraba tus compras.

- Los guardias de seguridad siguen tratando de averiguar de qué se trata, creó qué se trata de una celebridad.-Dijo él chico dudando.

- ¿Celebridad?-Cuestionaste a tí misma.- Eso es tonto.

Una vez terminaste tus compras, y junto a las bolsas llegaste cómo pudiste a esperar un taxi, y maldeciste cuándo una de las bolsas de abrió dejando caer su contenido a él suelo, dónde empezaron a rodar. Dejaste las otras bolsas en una esquina, mientras que tratabas de tomar todo lo que se había caído, pero una persona fue tan amable de ayudarte, dejando todo en otra de las bolsas. No pudiste ver su rostro al estar más concentrada tratando de tomar tus cosas, antes de que un auto les pasara por encima, o a tí.

-Muchas gracias por ayud...-No completaste tus palabras cuándo viste a aquélla persona que te sonreía amablemente.-¡Oh Dios mió! Eres Allison Hargreeves- Te sorprendió no haber gritado ahí mismo frente a la presencia de una de tus celebridades favoritas, simplemente estabas calmada.

-Sí, la misma- Ella te extendió algo que se te olvido en el camino, y la dejaste en una de las bolsas.- ¿Y tu eres...?

- Soy Emma Wesley- Respondiste rápidamente.

-Un gusto Emma.

- ¿Te molestaría sí pido tu autógrafo?-Preguntaste tímidamente, deseando que no hubiera una respuesta negativa.

- Claro qué no- Sonrió mientras tu le enseñabas una foto tuya que siempre llevabas en tu cartera, y un plumón, ella la firmó y te sonrió, mientras se iba por el camino contrario a él tuyo, sonreíste y después tomaste tus cosas, mientras sentías una mano en tu hombro, era ella de nuevo.

-¿Te gustaría que te llevará a tu casa? Iba de camino a mi auto y tienes demasiadas bolsas.-Definitivamente tenías que estar soñando.

-Claro.

Veinte minutos después, llegaron a tu casa. En el camino habían tenido una conversación demasiado interesante, ella era más genial en persona.

Cuando bajaste y agradeciste, ella te grito desde la ventana.

-¿Me darías tu número?

Y ese fue el inicio de una amistad que con él tiempo de convirtio en algo más.