𝐓𝐇𝐄 𝐔𝐌𝐁𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐘 ──── one shots

#.─────número cinco

Dedicado a inthedarkblood

OLD LOVERS
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La muerte de nuestro padre habia sido noticia, Reginald Hargreeves había muerto.

Lo había escuchado en el televisor de la cafetería en la que estaba, junto con Klaus tratando de quitarle la borrachera.

- Uh, el hombre viejo murió- Dijo Klaus entré risas.

- Klaus, levantate, iremos a la académica.- Dije mientras me colocaba mi bolso, pero el se negó con pucheros. Suspiré mientras rodaba los ojos y sacaba un dólar de mi bolso.- Te compró un Hot dog en el camino.

El enseguida sé levantó mientras dejaba un beso en mis labios, podíamos haber sido "hermanos" en el pasado, pero no nos veíamos cómo tal, y no, no eramos pareja, era una relación confusa. Y eso fue hace tres años.

Mientras estábamos frente a la académica varios recuerdos llegaron a mi cabeza, yo había sido la primera de marcharse de casa, había pasado tanto tiempo que estaba aquí, desde que veía a Pogo y mamá.

Cuando Klaus se había adelantado, corriendo enseguida hacía la oficina de papá, miré todo a mi alrededor, todo seguía igual, el cuadro de todos nosotros juntos a excepción de Vanya, y el gran cuadro de Cinco en la pared. Aún me dolía que hubiera decidido irse aún cuando le suplique que no lo hiciera.

Pero eso ya era cosa del pasado, cinco lo estaba y yo estaba intentando mantener mi vida normal.

Me sorprendió vernos a todos reunidos en la sala de nuestra antigua casa, Luther era gigante, Diego un ex detective, Allison era una famosa actriz, Klaus era Klaus, Ben estaba muerto y Vanya era maestra de violín, si, demasiado normal.

☂

Había pasado una hora desde que todos nos habíamos reunido, todos se habían dispersado por la mansión, dejándome en mi soledad, mis oidos captaron mi canción favorita: I think were alone now.

Klaus quién estaba en la misma sala que yo, empezó a bailar junto a la urna de papá, pero después la dejo de lado para tomar mis brazos y hacernos bailar sin ningún ritmo, pésima bailarina.

Nos detuvimos al escuchar un temblor, Klaus se encogió de hombros asustado

- ¿Papi?- Me hubiera reído del tono infantil en que lo dijo, pero no era el momento, vi a mis hermanos ir al patio donde el temblor era ocasionado.

Todos estábamos ahí viendo aquél hoyo color azul que estaba en el aire.

- Todos atrás de mi.- Demandó Luther.

- Sí, todos atrás de nosotros- agregó Diego, por lo que rodé los ojos.

En aquel agujero sé veía un anciano de traje gris, quién poco a poco se fue convirtiendo en un niño, pero no cualquier niño. Era cinco.

- ¿Soy el único que ve al pequeño cinco?- Preguntó Klaus, sosteniendo mis hombros, yo negué.

Cuando el pequeño Cinco se levantó del suelo, sus ojos de posaron en mi mientras levantaba una de sus cejas, después miró a todos.