Cáncer

Tres

Namjoon

Mis días en éste lugar eran cada día más aburridos. Ya me había memorizado cuántos pasos habían entre mi habitación y la sala de radioterapia, los cuales de hecho no eran muchos, sabía cuántas habitaciones hay en cada pasillo y las horas en la que todo parece desierto.

-En la tarde tendrán lista tu placa, los estudios por la mañana. Oh, recuerda que Jimin vendrá a visitarte hoy también.

- Bien, gracias. -Ella siguió asintiendo con su sonrisa ligera mientras me empujaba en la silla de ruedas-. Enfermera ¿es muy necesario que tenga que transportarme en silla de ruedas?

- Lo es, Namjoon, luego de la cirugía te sentirás muy débil para usar las piernas, deberás cumplir al menos dos semanas de quimio, así que debes acostumbrarte porque ella será tu mejor amiga, ¿okay?

- Ok. - asenti como un niño.

La enfermera me dejó en mi habitación y se marchó cerrando la puerta detrás de ella, deje la silla de ruedas y me subí a la camilla por mi cuenta. La puerta se abrió después de que tome uno de los libros que había hallado en ese lugar.

- ¡Oh! ¡Buenos días,  hyung! No te vi esta mañana.

- Tuvieron que hacer más estudios -leplatiqué con calma.

- Namjoon hyung, él es Mingi.

Hasta entonces no había notado al chico que venía empujando la silla de Yunho, hizo un gesto con la cabeza como saludo a lo que emite su acción.

- Un gusto conocerlo, Namjoon hyung. Yunho no me ha dejado de platicar de ti todo el bendito día.

- ¡No digas eso! -protestó el chico en silla de ruedas-. ¿Qué pensara hyung de mí ahora?

No pude evitar sonreír cuando Yunho apartó la mirada, era la primera vez que evitaba algo.

-Oye Yunho, tengo que irme, pero volveré en la tarde con Jongho, ¿bien? Desea mucho verte.

-Esta bien. -Sonrió, el rubio paso su mano por los cabellos castaños de Yunho y se despidió.

Pensé que el silencio se instalaría en aquel momento pero ya era un costumbre que no, aunque muy diferente a otras ocasiones esta vez fui yo quien rompió el hielo nuevamente.

Creo que he estado demasiado aburrido y, aunque no parezca, no suelo dar con Yunho hasta en la noche. Siempre hay enfermeras yendo y viendo, revisan a cada hora su monitor, su respiración, si come adecuadamente, la dosis de medicamentos diarios y así. Hasta el momento no lo había visto tener ningún colapso pero todos lo cuidaban tanto que aveces sentía miedo de dormir profundo y que algo le ocurriera.

Me producía pesadillas, me daba miedo presenciar a alguien morir, cuando despertaba y él no estaba solía producirme pavor.

-Es lindo que recibas visitas, Yunho.

-Oh, Mingi es mi mejor amigo, al menos. Jongho también pero él es más pequeño, son hermanos. Y tú, hyung ¿no tienes amigos que vengan a verte?

Como un tonto sonreí al recordar que vería a Jimin hoy.

- Namjoon, ¿cómo estás?

- Aburrido de estar aquí -contesté, lo que lo hizo reír.

- ¿Quieres dar un paseo?

- ¿Cómo un chico lindo como tú? Por supuesto.

- ¿Estas coqueteando aún?

- ¿Quién no coquetería contigo, Jiminie? Eres hermoso. -En cuanto lo dije un balde de agua fría cayó sobre mi trayendome a la realidad-. Lo siento.

Eres hermoso pero no mío.

Durante la visita de Jimin pude sentirme mejor, como si un aire diferente me rodeara, pude olvidar ciertas cosas y recordar otras. Y aún que lo evitará siempre acababa viendo el collar en su cuello.

- ¿Es de promesa? -pregunté sin verle.

- ¿Qué?

- El anillo. -Señalé.

- Oh, sí lo es.

Note que había incomodidad en su voz por lo que quice cambiar de tema rápidamente.

- Mataría por comer un gran trozo de carne, la comida del hospital me tiene harto y apenas llevo cuatro días aquí.

- Prometo invitarte a cenar en cuanto salgas de aquí, Namjoon.

-¡Me parece bien!

Sí... cuando salga de aquí.