Dieciocho

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[YunHo]

Estaba sentado en el pastizal del jardín de Namjoon con mi cachorro jugando a morder mi mano sobre mis piernas. Era una tarde tranquila donde el calor del sol no era una molestia y se sentía una brisa agradable así que ese día para mí no existieron molestias ni nada más en qué pensar. Me hubiera gustado mucho pasar tardes así de pequeño, sin preocupaciones, pero casi todos recuerdos de mi infancia fueron idas y vueltas, enfermeras privadas y bien pagadas, doctores, soledad. Una vez, quizás tenía nueve o diez años, me la pasaba en mi habitación mis hermanos entraron y comenzaron a saltar y jugar para que me les uniera y así animarme pero mi madre y una enfermera los sacaron rápidamente de la habitación cuando tuve un ataque leve. Desde ese día Joonseok no volvió a festejar mi cumpleaños y se mantuvo distante. Supongo que aún nada ha cambiado.

-¿Quieres llamarlo koya?

Vi a Nam sonreír y asenti a su pregunta.

También conseguí tener el cabello azul y apenas podía creer que lo llevaba así, me gustaba mucho ¡demaciado! ¡No podía estar pasando un mejor día de cumpleaños!

- Namjoon hyung.

- ¿Sí?

- Hnm estaba pensando. -Mordí mi labio inferior tratando de ganar tiempo-. ¿Te gustaría conocer a mi familia?

Namjoon pestañeo varias veces y su sonrisa se agrando más; lo tomé como un sí.

Él es el único que nunca ha temido estando a mí lado.

Bajé del auto y espere a Nam, segundos después tome su mano y cruzamos el extenso jardín delantero hasta la puerta de la casa. De mi casa. Toqué el timbre y el señor JunHwan la abrió para mi, se veía sorprendido de verme.

- Yunho ¿qué le haz hecho a tu cabello? -Avance hacía él y le di un pequeño abrazo-. Ya basta, Ho, sabes que no puedo con las muestras de afecto.

- Yo también lo extrañe señor Jun. -El hombre asintió y palmeo mi espalda.

Me distancie y presenté a Namjoon, luego entramos a la casa y nos quitamos los abrigos y replazamos nuestros zapatos por calzados de casa. El señor Jun me informó que mi padre estaría en su oficina y mamá en la biblioteca pero que estarían en la mesa para la cena. No quería molestarlos así que lleve a Namjoon a conocer mi habitación. Al llegar todo seguía como lo había dejado, tan pulcro y ordenando como siempre.

- Tu habitación es enorme, aún que espere algo mas de color aquí, más de tu esencia.

- ¿Eh? -Sacudí mi cabeza-. No me dejan decorar como quiera, contratan un diseñador de interiores cada tres meses para eso.

-¿Tienes muchos lujos, eh?

Reí apenado.

-Eso creo, hyung.

Nos mantuvimos entretenidos jugando juegos viejos que tenía guardados y oyendo algo de música clásica que aligeraba el ambiente y aún así no podía creerme que tenía a Namjoon en mi casa tanto así que no evitaba sonreír al verlo.

- ¡Yunhoonie!

Di un pequeño brinco por el susto y miré a mi hyung abrir las puertas de mi habitación a ambos lados.

- ¡Jisung hyung! -Me puse de pie y corrí a sus brazos.

Jisung me aprisiono en sus brazos y me agitó mientras seguía diciendo mi nombre.

- ¡Ya~! -Reí y desicimos el abrazo-. Jisung quiero presentarte a...

- ¿Eres Namjoon, no? -Se adelantó y extendió su mano a Nam.

Ambos estrecharon manos y mi hyung agregó.

- Gracias por ciudar a mi hermanito. Es un gusto conocerte.

- El gusto es mío.

- Anda, toma confianza, nos vemos como de la misma edad -dijo palmeando el hombro de Namjoon.

Luego de platicar un poco con mi hyung fuimos llamados a cenar, bajamos al salón y mamá me atrapo en sus brazos.

- Feliz cumpleaños, hijo. -Besó ambos lados de mis mejillas y me miro de pies a cabeza-. Te ves mas alto y oh... ¡Jovencito,  tu cabello!

- ¿No te gusta mamá?

- ¡Me encanta! -sacudió mi cabello provocado que riera.

-Mamá él es-

- ¡Namjoon! -me interrumpio y se acercó a él.

- ¿Eres conocido en esta familia ah? -bromeó mi hyung haciendo que Nam se sonrojara y yo también-. Supongo que eso hara mas fácil cuando quieras pedir la mano de Yun-

- ¡Jisung! -exclamo mamá y mi cara se volvío plenamente roja

- ¡Lo siento! -rió Jisung.

Papá llegó al rato después y hizo sentir mas cómodo a Namjoon apartado a Jisung y mamá de él, lo cual agradecí o seguirían avergonzadome.

- ¿Así que ya has considerado alguna Universidad? ¿Algo pensando?

Pero bueno, nunca faltaban esas preguntas por parte de mi padre.

- Pensaba en estudiar derechos.

- Entonces supongo que ibas a la Universidad Nacional de Seúl.

- Recibí una beca de allí mismo. -Namjoon asintio.

- ¿En verdad? Yo me gradué allí. -Entonces él sonrió por primera vez desde la cena.

[Namjoon]

Mantuve a Yunho recostado sobre mi pecho mientras lo oía tararear una canción. Mis dedos jugaban con su cabellos mis ojos se cerraban por la tranquilidad tan abrazadora que sentía a su lado. Cerre los ojos dejándome llevar.

-¿Hace cuanto tiempo cantas?

-Mamá solía cantarme para calmarme, luego lo intente yo sólo cuando ella no estaba. -Jugó con sus manos en mi pecho-. ¿Puedes cantar algo para mi, hyung?

Abrí uno de mis ojos y lo sentí tan pequeño que sólo pude decir que sí así que cante una vieja canción para él.

Tu voz sigue sonando
Profundamente esta noche
Y trae la mañana escarlata de nuevo
Un paso más, entonces más cerca
El amanecer termina y
Cuando la luna se duerme

Entonces la luz azul que estaba conmigo

Desaparece

Hoy también sigo viviendo lo suficiente
Manteniendo mis pasos usando mis pies apenas algo
El sol me deja sin aliento
El mundo me ha quitado todo lo que tengo
No tengo opción no tengo otra alternativa
Bajo la luz de la luna estoy recogiendo mi ego disperso
Te llamo chico de la luna
Somos los hijos de la luna
Sacamos aliento en este aire del frío amanecer
Sí estamos viviendo y muriendo
A la vez
Pero ahora está bien abrir los ojos
Porque como cualquier película como cualquier diálogo
El mundo entero es azul bajo la luz de la luna

-Ha sido bonito.

Sentí la respiración de Yunho tan calmada que apenas me sorprendió que se quedara dormido al instante.

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