Nueve

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[Namjoon]

El festival nos tenía emocionados, tan solo pensando en los juegos, algodones de azúcar y el momento que ayudaría a Yunho pasar hacia que las expectativas sean altas. Pero antes necesitábamos vestir para la ocasión. Una de las tantas cosas buenas de éste pueblo eran sus pequeñas tiendas. Practicamente había una para todo. Yunho tiro de mi brazo y nos metimos a una llamada "Magic Shop", la tienda era de madera con el gran letrero sobre su puerta y flores.

-Namjoon hyung, mira. -Me extendió una playera, un pantalon y sandalias-. ¡Pruébatelo Namjoon!

-No tengo como decirte que no.

Tome toda la ropa que escogió Yunho para mí y me metí a un probador. Me quite la remera y me detuve al oír mi celular sonar en mi bolsillo.

- Oh, es Jiminie. -Sonreí y descolgue la llamada.

- Namjoon ¿dónde estás? En el hospital...

- Lo sé, descuida estoy muy bien. -Sonreí-. ¿Tú cómo estás, Jimin?

- Preocupado ¿seguro estas bien?

- Sí yo...

- Namjoon hyung ya sal... -Me gire hacia Yunho, su cara estaba roja al verme y rápidamente me dio la espalda.

- ¿Nam?

- Lo siento, Jimin, debo colgar. -Aparte el aparato de mi rostro y termine de desvestirme-. ¿Estarás allí todo el día?

- Lo siento. -Cerro la cortina y reí lo más bajo posible.

Me vestí con todo y me observe al espejo, mo me veía nada mal, a decir verdad. La última prueba era saber qué piensa Yunho. Salí del vestidor entonces, él me esperaba afuera y por lo que veía también había elegido ropa para él.

- ¿Qué tal? ¿Me veo bien?

- Siempre te ves bien, hyung. -Sonreí y vi que su rostro volvió a ponerse rojo.

Esa era una nueva versión de Jeong Yunho para mí. Tímido.

- Me probaré esto. -Señaló las prendas en su mano.

Yo asenti y deje que entrará al pequeño vestidor.

Habían dos señoritas mirando, les sonreí y volví a tomar mi celular para abrir el kakaotalk. Tomé asiento en uno de los sofas que se hallaban allí y segundos después una mujer muy mayor se sentó a mi lado.

- Es un gran chico el que tienes ahí. -Le escuche decir.

- ¿Disculpe?

- El niño con el que has entrado. -explicó, aunque seguía sin entender.

- Está equivocada, él no es..

- Entonces estás perdiendo el tiempo, Namjoon. -La mire con cierto asombro que la hizo reír-. Lo escuché llamarte así.

- Ah, pero señora ¿a qué se refiere?

- Me refiero a que desperdicias tiempo valioso, no vivimos por siempre y a veces un minuto lo es todo. Somos tan fugaces como las estrellas.

En ese momento Yunho salió del provador vistiendo una camisa de mangas cortas, shorts y zapatos.

- Yo... -Volví a mirar al lugar junto a mí pero la mujer se había ido y en su lugar había un trozo de hilo.

- Es tu turno de decirme como me veo.

De nuevo, Yunho se comportaba tímido aunque su voz sonara segura, como el alma de un niño inocente.

- Te ves... te ves genial, Yunho.

También sonreí agachado la cabeza y me encontré con mi móvil encendido, aún conservaba de fondo de pantalla una foto con Jimin. Volví a mirar a Yunho en ese momento, él lo hizo igual y nuestros ojos se encontraron. Apartamos las miradas y me acerqué a la cajera de la tienda.

- Namjoon hyung.

- ¿Sí?

- ¿Podemos volver por helado?

Solté una risa corta y asenti una y otra vez acariciando su cabello.

- Claro, vamos.

Yunho sonrió grandemente y corrió hacía el puesto del amable señor. Yo me detuve un momento, volviendo a mirar el hilo en mi mano y saque mi celular.

- Ya no desperdiciare más tiempo. Debo dejarte ir.

Cambie el fondo de pantalla por una foto de Yunho en la playa.

Era tiempo de olvidar a Jimin por completo.




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