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Mientras caminaba por los pasillos de la universidad, lo más disimulado posible para que no lo reconocieran, Jungkook se dio cuenta de que su plan había fallado cuando observó a Jihyo caminando hacia él con una gran sonrisa. ¿Por qué tenía que aparecer justo ella ese día que no se sentía tan bien?

- Kookie, ¿Cómo estás? - le preguntó la chica luego de darle un beso en la mejilla.

'Mal’ tenía ganas de decir, pero puso su mejor cara de campeón como siempre y le dijo que todo estaba perfecto.

- Genial! Hey, estaba pensando que podríamos ir a tomar un helado después de clases. - propuso ella.

- Ah, no sé, tengo que estudiar. - respondió dudoso.

- Jungkook, basta de libros. Aún falta para los exámenes. Relájate. Siempre salimos en grupo…¿no te gustaría...que pasaramos un rato a solas hoy? - Jihyo se veía algo tímida al preguntar aquello.

Quizás se había cansado de esperar que le invitara a salir y decidió hacerlo por sí misma. Al menor le dio un poco de lástima. No quería rechazarla y hacerla sentir mal. O demostrarle que en realidad no le gustaba, no de esa manera. Los demás tampoco podían enterarse, porque ¿Qué iban a decir? Lo llamarían loco y marica por rechazar a una chica tan bella como ella.

- Claro, me encantaría. - respondió tratando de sonar seguro.

La cara de ella se iluminó de felicidad. Jihyo era tierna y era buena chica. No era tan superficial como los demás, al menos no estaría saliendo con alguna hueca.

- Que bueno, Kookie. ¿Y a dónde te dirigías ahora?

- A la biblioteca, a buscar unos libros para unas tareas.

- ¿Te ayudo? - preguntó la chica.

Jungkook la miró un poco confundido. No se esperaba que ella le propusiera ayudarlo con cosas del estudio. Sus amigos por lo general le huían a esas cosas. La encontró bastante dulce así que esta vez aceptó con ganas.

- Bueno, que amable, gracias. - dijo.

Jihyo sonrió y juntos empezaron a caminar hacia la biblioteca.

Jimin miraba el gran estante de libros frente a él como si estuviese en una dimensión desconocida

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Jimin miraba el gran estante de libros frente a él como si estuviese en una dimensión desconocida. No recordaba la última vez que tuvo uno en manos para leerlo específicamente y no para tirarselo a alguien por la cabeza. Probablemente haya sido por allá en sus años de secundaria.

No tenía la más puta idea de donde empezar. La bibliotecaria le había indicado el sector de ciencias naturales pero había miles de libros sobre muchos temas y ni siquiera sabía cuál de todos estaba enseñando su hermano actualmente.

Estaba a punto de salirse y mandar todo al carajo cuando escuchó una voz familiar. Miró entre los libros y los vio: Señor ya no tan perfecto y la animadora que siempre le revoloteaba encima.

Secretos - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora