Secretos - KookMin

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- Hoseok! Hoseok! - lo llamaba desesperado el pelinegro entrando a su casa.

El nombrado estaba en la cocina preparando la cena y cuando vio a su hermanito juró no haberlo visto nunca tan feliz en su vida.

- Fuincionó!! Me perdonó! - le contó entusiasmado Jimin.

- ¿En serio? ¿Y le dijiste que te gustaba?

-Dije todo lo que me dijiste...y él...dijo que yo también le gustaba. ¿Puedes creerlo?

- Claro que sí. Cuando quieres puedes ser muy bueno si te lo propones. Me alegro por ti. - el mayor acarició la cabeza de su hermano y esta vez Jimin no se rehusó a la caricia.

- Nunca creí que esta tontería me haría tan feliz.

Jimin se sentó en la mesa de la cocina y repasó en su mente toda la conversación con Jungkook de hacía un rato con una mirada soñadora perdida en el techo. El menor le había invitado a retomar las sesiones de estudio en su casa el día de mañana y nunca estuvo tan ansioso por algo en su vida. Pero luego su sonrisa se borró al darse cuenta hacia donde se dirigía todo esto...

Si planeaba pasar tiempo con Jungkook otra vez, significaba abrirse y mostrarse tal cual era. Y Jimin aún tenía demasiadas cosas malas por contarle al menor...

- Hyung...¿tú crees que le siga gustando cuando le cuente todo sobre mí? - preguntó y su hermano notó enseguida el miedo en su voz. Dejó lo que estaba haciendo y se sentó a su lado.

- Si es bueno y vale la pena, seguro que sí. - le aseguró. - No te averguenzes de tu pasado, Jimin.

El pelinegro negó con la cabeza y trató de sonreírle a su hermano pero le costó muchísimo hacerlo. Nunca le había contado a alguien sobre su vida antes, los verdaderos secretos de su pasado. Y lo cierto es que tener que volver a hablar de ellos le removía todo por dentro. Pero Jungkook se merecía una explicación.

- ¿Quieres hablar conmigo sobre eso primero? - le preguntó Hoseok.

- ¿Sobre qué? ¿Sobre el odio que siento por nuestro difunto padre? Ya sabes lo que siento. - respondió volviendo a su actitud defensiva de siempre.

- No creo que lo odies, en el fondo sigues lástimado y enojado con él como el primer día. ¿O me equivoco?

- ¿Qué importa lo que sienta de todos modos? Ya está muerto...

- Importa para ti. Para sentirte bien contigo mismo.

- ¿Y qué quieres que haga? ¿Que lo perdone? ¿Tú le has perdonado?

- En parte...- admitió su hermano. - Al menos lo suficiente para continuar con mi vida en paz. Pero...es un trabajo de todos los días. Trato de pensar solo en cosas buenas. Sin él, tú no existirías, y no me imagino la vida sin mi odioso hermanito. - sonrió.

- Oye, no te pongas sentimental conmigo. Suficiente tuve hoy declarándome a este chico. Además...él me habrá dado la vida, pero también casi me la quitó. No lo olvides.

- No lo olvido. - respondió Hoseok. - Veo el recuerdo de ese momento todos los días cuando me miro al espejo. - Jimin tragó duro al escuchar eso, y trató de recordar cuando fue la ultima vez que vio las marcas del accidente en el cuerpo de su hermano.

- No entiendo..- dijo - No entiendo como es que no estás furioso con él. Arruinó nuestras vidas.

- Estuve demasiado tiempo enojado con él, no te creas. Pero, es agotador ¿No crees? Estar molesto y sentir odio todo el tiempo. Prefiero invertir mi energía y tiempo en otras cosas. Podrías intentar hacer lo mismo...