Secretos - KookMin

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- Jiminieee! - gritó Jungkook emocionado al encontrar al mayor en la terraza de la universidad, tal como habían quedado al atardecer luego de cumplir sus obligaciones. No pudo contarle por mensajes las buenas noticias. Quería decírselo en persona.

El pelinegro apagó el cigarro en sus manos de inmediato y lo tiró hacia el vacío.

- Uh, saliste más temprano. - dijo sorprendido por la presencia del chico.

Jungkook quiso acercarse a besarlo apenas lo tuvo cara a cara pero Jimin lo esquivó.

- Estuve fumando. Mi boca sabe asquerosa. - le explicó.

- No me importa, estoy demasiado feliz! - exclamó el menor, tomó el rostro del contrario entre sus manos y estampó un fuerte beso en los labios.

- ¿Qué pasó?

- Tu hermano consiguió que me cambiaran la beca. Les habló muy bien de mí así que aceptaron, voy a poder seguir estudiando!

- ¿De veras? Sinceramente no estoy sorprendido. Te lo mereces, Jungkook. - Jimin sonrió a su novio y luego lo abrazó.

- Gracias. Todavía no lo puedo creer. Uh, eso sí, me pusieron una condición. Quieren que juegue el primer partido de la nueva temporada. Será el último que juegue y luego tendré que decirles la verdad a todos.

- ¿Te preocupa? - preguntó Jimin observando el cambio de expresión en su chico.

- Me da miedo…- respondió - Pero ya está decidido. No voy a echarme atrás. Todo está saliendo como siempre quise.

- Todo va a estar bien. - le animó el mayor - Pase lo que pase no estarás solo. Me tienes a mí. Sé que no soy la gran cosa pero…

- Cállate. - lo retó Jungkook rodeando su cintura con sus brazos. - Tú eres lo mejor que me ha pasado. Me has enseñado a ser yo mismo, a aceptarme.

- Yo creo que lo hubieses conseguido tú mismo tarde o temprano. Eres un chico que sabe lo que quiere. No necesitas a un tonto como yo.

- Claro que sí. No digas estupideces. Mejor bésame. Necesito festejar esto.

- Mmm bueno, qué mandón. - rió Jimin y luego obedeció, iniciando un fogoso beso con el menor en el medio de aquella terraza mientras el sol se ponía en el horizonte.

- Espera ¿qué hay de ti y el niño ese? ¿De verdad vas a darle clases? - preguntó Jungkook cuando se separó

- Uh, ni me hagas acordar. Empezamos hoy después de sus clases. La verdad siento que no sé nada. No sé si le vaya  a servir de algo.

- Solo tienes que estudiar un poco más. Yo te ayudaré. ¿Sabes? Estoy orgulloso de ti.

Jimin abrió los ojos y lo miró asombrado. Era lo que deseaba escuchar pero no esperaba oírlo tan pronto.

- ¿Ah sí?

- Sí, te estás enfocando en algo productivo. El Jimin de hace semanas atrás estaría por ahí vagando, sin hacer nada, odiando el mundo y la vida.

- Bueno, es que no puedo odiar el mundo si tú estás en él. - el pelinegro quedó hasta sorprendido de su propia respuesta. Jamás se le habría ocurrido decir semejante cursilería. Se preguntó si el amor siempre volvía así de tontas a todas las personas o solo a él. - Vaya, no me hagas decir esas cosas cursis, Jeon. - se quejó de inmediato.

Jungkook rió y dejó un pequeño beso en su frente.

- Hagamos algo mejor y vayamos a tener sexo. - dijo Jimin.