Epílogo

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Jungkook cerró los ojos y se aferró con fuerza a las sábanas de su cama donde estaba acostado. Su cuerpo se estremeció y varios gemidos salieron de su boca.

- Oh, Jimin, ya para, aún no quiero correrme. - suplicó.

El pelinegro, quién estaba muy concentrado y con la boca ocupada, decidió hacer caso a su novio. Detuvo lo que estaba haciendo y le sonrió al castaño.

- Eres débil cada vez que te hago esto, bebé. - le dijo. Se acercó a su boca y dejó un besito en ella.

- Mmm es que eres demasiado bueno. No me puedo controlar.

- Igual me encanta cuando te corres en mi boca. - Jimin mordió su labio y miró a Jungkook de una forma lujuriosa. Amagó con volver abajo y continuar con lo que estaba haciendo pero Jungkook fue más rápido.
Tomó al mayor de los brazos con mucha delicadeza y lo colocó sobre el colchón con él arriba, cambiando las posiciones.

- Ahora es mi turno de hacerte cositas.- le dijo.

- Mm me gusta cuando te pones mandón. Y sabes que puedo ser muy obediente.

- ¿Sí? - Jungkook besó el cuello del chico debajo de él. Centímetro por centímetro, saboreando el gusto salado de la piel de su novio.

- Quiero un chupón. - mencionó éste de pronto.

- No, no quiero dejarte marcas. - respondió el menor.

- Pero eso me excita.

- Puedo excitarte sin necesidad de marcas.

- Lo sé, pero a mí me gusta igual. - insistió Jimin.

Jungkook abandonó el cuello del pelinegro y lo miró a los ojos.

- Mañana vuelves a la universidad, no querrás que te vean con una marca ¿o sí?

- Me sigue importando un comino lo que piense la gente de mí en ese lugar. - dijo Jimin. - Además, vamos, no lo haces solo por eso.

- ¿Hmm? - Jungkook se acostó al lado del mayor y le miró serio.

- No me malentiendas, me encanta que seas dulce, romántico, tierno, que me digas que me amas cada vez que hacemos el amor, pero Jungkook, a veces siento que me miras o tocas como si fuese algo frágil que se fuese a romper.

- Oh, yo...es que no quiero lastimarte, mi amor. Es solo eso.

- Bebé, estoy bien, de verdad. - sonrió Jimin acariciando la mejilla del contrario - Pero no tienes que contenerte conmigo en la cama. Sabes que me gusta mmm jugar. - rió.

- Lo sé, sé que eres un nene travieso.

- Ya llevamos seis meses juntos, y entiendo que al principio haya sido todo muy suave debido a lo que pasó pero, diablos, estoy listo para llevar esto a otro nivel. ¿Por qué no quieres, bebé? - Jimin hizo pucheros, besó a Jungkook en la boca, y lamió sus labios, provocándolo.

El castaño respondió a los besos, pero luego tomó el rostro de su novio y lo inspeccionó atentamente. Él sabía que Jimin estaba bien, era cierto. El mayor había aprendido a expresarse y a decir siempre lo que sentía, a ser sincero con él. Pero esto no se trataba de Jimin, se trataba de Jungkook y éste mismo lo sabía. Quizás era tiempo de expresarse él también.

- Bueno...no es que no quiera, pero es que ser bruto me recuerda a la primera vez que estuvimos juntos, a la forma en que te traté…- confesó - No quiero tratarte así nunca más. No te lo mereces.

- Oh, Jungkook, eres tan lindo, bebé, pero estábamos peleando ese día. Aún no éramos novios, solo necesitábamos desquitarnos el uno con el otro en ese momento. Ahora las cosas son diferentes, sé bien que podemos hacer lo mismo pero desde otro punto de vista. Vamos, ¿o me vas a obligar a mí a ponerme rudo primero? - Jimin sonrió y se subió arriba del castaño, a horcajadas de él.

Secretos - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora