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Jimin llamó a Taehyung por teléfono y le dijo que lo vería en el bar de siempre. Donde solían juntarse para pasar el rato juntos. Jimin necesitaba beber y emborracharse hasta perder la consciencia después de la pelea con su hermano.

Sin embargo, una vez en el lugar su mal humor empeoró aún más.

¿Por qué Jungkook, alias ‘mister perfección’, tenía que aparecer en el mismo bar al mismo tiempo que él?

Estaba con sus compañeros idiotas del equipo de fútbol y las chicas porristas que siempre los acompañaban como si fuesen chicle.

La escenita le dio asco.

Aunque si lo pensaba bien, podría usarlo para liberar su mal humor. Molestar a Jungkook siempre era divertido.

- ¿Qué fue lo que pasó? - preguntó Taehyung cuando llegó y encontró a su amigo bebiendo aparentemente el segundo vaso de cerveza.

- Nada, lo de siempre.

- ¿Peleaste con Hoseok? Dios, Jimin. Tienes que…

- No vas a decirme qué hacer tú también, idiota.

- Estás viviendo en su casa, deberías al menos respetarlo.

- Vivo con él solo porque el tarado de Hoseok es más manejable que mi madre. Sabes que ella me hacía la vida imposible en casa.

- Solo quiere lo mejor para ti. Como Hoseok. Como yo. ¿Cuando vas a escuchar a algunas de las personas que te amamos, imbécil?

- Bah, no seas cursi. Aún es temprano para que vomite. Además, sé lo que es mejor para mí. - presumió el pelinegro - Sé lo que me hace feliz.

- ¿Ah sí? ¿Y qué es eso? ¿Actuar como un idiota y que todos te teman?

Jimin rió. Taehyung era un exagerado. Luego volteó en su asiento y dirigió su mirada hacia Jungkook.

El castaño se veía muy sonriente charlando con una de las porritas y eso le molestó. Taehyung también volteó a observarlos siguiendo la mirada de su amigo.

- Ni se te ocurra. - dijo.

- ¿Qué? - se defendió jimin.

- ¿No tuviste suficiente con lo de hoy?

- Apenas si lo molesté.

- Ya déjalo en paz.  Estás obsesionado con Jungkook.

- Claro que no! - respondió Jimin enojado. - Solo no me creo su actitud de niño bueno y perfecto todo el tiempo. No voy a parar hasta conseguir lo que quiero.  

- ¿Que te folle? Porque si ese es tu objetivo, vas por mal camino. - lo molestó Taehyung.

- Estúpido. Solo quiero que me enfrente. Que se quite la careta conmigo.

- Como dije...obsesionado.

Jimin lo miró con bronca. No tenía ganas de pelear con su amigo. No esa noche.

- Voy a mear. - dijo de repente. - Pídeme otra cerveza para cuando regrese. - ordenó y luego se levantó de la mesa.  

En el baño, mientras orinaba, cerró los ojos. El alcohol estaba empezando a hacer efecto pero no era suficiente. Se sentía para la mierda y quería borrar ese sentimiento. ¿Por qué tenía que sentirse enojado todo el maldito tiempo? ¿Por qué todo a su alrededor le molestaba? ¿Por qué la vida tenía que ser una enorme bola de porquería? Así vivía todos y cada uno de sus días y la verdad ya estaba harto.

- Buenas noches. - escuchó una suave pero gruesa voz hablar a su lado.

Abrió los ojos. A su lado orinando también estaba Jungkook. El cuerpo del castaño era más grande y más alto que el de él. No recordaba la última vez que lo había tenido tan cerca.

Secretos - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora