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No estaba seguro de quien dio la primera patada. Varios golpes lo sacudieron desde distintos ángulos, sin embargo el que más le dolió fue el que le dio directo en el estómago sacándole el aire.

Sin darle tiempo a recuperarse, el segundo golpe más fuerte lo sintió en la cara. No supo si fue un pie o un puño. Solo supo que cuando abrió los ojos vio gotas de sangre cayéndole por la boca.

- ¿De verdad creíste que te ibas a salir con la tuya, Park? - oyó decir la voz de Yoongi. - No sé con qué mierda le has estado llenando la cabeza a Jungkook pero es obvio que te has aprovechado de él, de un pobre chico confundido, haciéndole creer que no es feliz con nosotros.

- Jungkook no está confundido. - respondió recibiendo un nuevo golpe en su espalda. - Él va de ir detrás de sus propios sueños, te guste o no. No lo vas a cambiar. - alzó la mirada y encontró los furiosos ojos de Yoongi.

Jimin juntó fuerza y logró ponerse de pie. No obstante, no tenía pensado responder ningún golpe.

- Todo es tu culpa! - exclamó Yoongi. - Le conté a los chicos todo, ya no pude callármelo, Jungkook necesita ayuda para abrir los ojos. Y todos llegamos a la conclusión que todo es tu culpa.

- Sí, bueno...creo que soy bueno convenciendo a la gente cuando hago buenas mamadas. ¿Quieren probar? - se atrevió a bromear.

Yoongi se le acercó y dejó un nuevo puñetazo en su vientre que lo dobló a la mitad.

- Estoy harto de ti. De que te creas mejor que todos, de que te metas con nosotros. Eres una maldita basura que no vale nada. ¿Qué no te das cuenta?

- Oh, créeme que lo sé. - respondió Jimin sonriente.

Yoongi lo empujó fácilmente y lo tiró al piso. Le parecía extraño que el chico no se defendiera. Conocía la reputación de Jimin. Era buen peleador. Por eso mismo había reunido a los chicos que más confiaba en el equipo, porque sabía que solo no podría enfrentarlo.

Pero allí estaba el pelinegro, recibiendo golpe tras golpe y ni siquiera se protegía. Según Yoongi, Jimin era un loco. Era un raro de mierda y no lo quería cerca de su amigo.

- Eres una mala influencia para Jungkook. Aléjate de él. Amigos, novios, me vale verga lo que sean. Se termina hoy mismo. ¿Me escuchaste?

Oh, ni hacía falta que lo amenazaran. Jimin sabía que era lo que tenía que hacer.

- Tú no vas a decirme qué hacer, cabeza hueca. - siguió provocando de todos modos al otro y a todo su ejército de tarados.

Con el único propósito de que le siguieran pegando. Se sentía bien. Por fin alguien le daba el castigo que creía merecer. Prefería el dolor físico antes que el dolor del alma.

Yoongi le dio otro golpe. Esta vez en la cara, mientras los demás lo sujetaban y lo mantenían en pie. Luego lo tomó del cabello con brusquedad y lo obligó a mirarlo. La boca y nariz de Jimin estaban llenas de sangre.

- ¿No me digas que te enamoraste de verdad? Pobrecito. - se burló Yoongi y todos rieron. - ¿De verdad crees que un chico como Jungkook puede corresponderte? Eres un inútil, un vago y un desastre, a nadie le importas, Park. ¿Crees que te respetan en esta universidad? Claro que no. No es que no se te acercan por tenerte miedo. La realidad es que no se te acercan porque a nadie le importas. Tan simple como eso.

Sí, Jimin sabía todo eso. Pero ¿por qué dolía oírlo de todas formas?

- Ni aunque dieras lo mejor de ti, ni aún así podrías hacer feliz a Jungkook. - continuó Yoongi - Darle lo que quiere y necesita. Mira que si mi amigo quiere ser un marica, hasta lo acepto, pero vamos, que se merece algo mejor que tú. No estás a su altura.

Secretos - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora