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- Jungkook, despabílate!! - gritaba furioso el entrenador.

Faltaban 20 minutos para que el partido terminara e iban perdiendo dos a cero. Solo un milagro podría invertir el resultado.

Y todos ponían ese milagro en manos, o mejor dicho en las piernas, de Jungkook.

Sin embargo éste tenía la mente volando por otro lado, tanto que hasta tropezó tontamente con sus propios pies cuando corría con la pelota, creando un blooper deportivo que seguramente nadie olvidaría.

Y es que desde que fue consciente de la presencia del pelinegro en el público se había inhibido por completo.

Se sentía un farsante, un mentiroso. ¿Cómo fingir algo que no era cuando el chico que conocía todos sus secretos le miraba desde afuera? No podía pretender lo que todos esperaban de él delante de Jimin.

Creía que el mayor debía estar riéndose de él en ese momento al verlo tan perdido, pero cada vez que miraba en su dirección Jimin seguía igual de serio.

Jungkook quería que el partido terminara y huir de ese lugar cuanto antes.

Y nunca se sintió tan aliviado como cuando el silbato del árbitro finalmente sonó dando por finalizado el juego.

Todos estaban retirándose del estadio con total desanimo. Hacía mucho que el equipo no perdía un partido, y si bien era un amistoso, a todos les dolía la derrota.

Jimin seguía a su amigo hacia la salida cuando volteó por última vez hacia la cancha donde aún seguían los futbolistas.

Jungkook estaba dirigiéndose hacia los vestuarios cuando observó como Jihyo se le acercaba y le decía algo, probablemente palabras de ánimo.

Ella lo abrazó y él le correspondió. Luego Jihyo lo besó tiernamente en la boca y Jungkook la sostuvo de la cintura mientras la dejaba hacerlo.

No necesitaba ver más. Sabía que Jungkook no sentía nada por esa chica, pero igual le producía celos. No lo podía evitar. Sobrepasó a Taehyung y salió corriendo.

- Jimin, ¿Estás bien? - le preguntó éste último cuando lo alcanzó a la salida.

- Sí, solo...necesitaba aire. Había mucha gente allí.

- Bueno...la verdad que el juego fue cagada.- comentó el otro - Esperaba más acción.

- No es culpa de Jungkook. - dijo de repente Jimin, defendiéndolo.

- No dije que lo fuera, tranquilo. - rió Taehyung. - No me meteré con tu chico.

- No es mi chico...no es nada mío. - respondió con tristeza.

- Lo siento. Solo quería hacerte sonreír. ¿Vamos a casa a comer algo?

- Quizás más tarde...yo...me quedaré por aquí. Tengo algo que hacer.

Esto había sido una decisión de último momento pero sabiendo que Jungkook solía ser uno de los últimos en salir, Jimin quería esperarlo.

Necesitaba hablar con él y dejar de ser tan cobarde. Al menos tenía que arreglar lo del taller.

Esperó y esperó por lo que le pareció más de una hora en algún lugar escondido. Ya todos los jugadores habían salido. Menos Jungkook. Tenía esperanza de verlo todavía.

Ya era casi de noche y le estaba dando frío. Pero no iba a irse de allí hasta verlo.

Finalmente lo vio salir, con la mochila al hombro, su ropa deportiva y la mirada en el suelo. Apagó el cigarro que estaba fumando porque sabía que Jungkook odiaba ese olor y se acercó a él.

Secretos - KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora