Park Jimin vive enojado. Tiene un carácter duro, frío, rebelde y no hay mucho que le importe realmente en la vida o lo motive. Actúa como un idiota la mayor parte del tiempo y odia a todo el mundo pero en especial odia con todo su ser a Jeon Jungkoo...
Cuando Hoseok volvió de su trabajo esa tarde, se encontró con que su hermanito convirtió la cocina en un completo basurero.
- Jimin! - gritó - Mi cocina! Te voy a matar!
- Oye, antes de que te pongas en modo asesino, tengo una buena razón para esto! - se defendió el pelinegro.
- Pues empieza a explicar antes de que te ponga la sartén de sombrero.
- Quiero cocinar algo... para alguien.
- ¿Para tu chico?
- Ajam. - asintió Jimin. - Yo...lo invité esta noche a comer. ¿Eso está bien para ti?
- Wow..¿En serio? Creí que dijiste que era pronto para presentarme a mi cuñado.
- No es mi novio ¿Okay? Pero nunca lo será si soy tan inútil. - dijo señalando la cocina. - ¿Puedes ayudarme?
- Mm ¿Cuáles son las palabras mágicas?
- Oh, no, no vas a hacer que te suplique, maldito.
- Bueno, suerte con las recetas de internet. - dio media vuelta y antes de que saliera de la cocina, Jimin habló.
- Por favor, ayúdame. Por favor.
Hoseok sonrió orgulloso. Era interesante ver a Jimin interesado y preocupado por alguien más que no fuese sí mismo. Quien quiera que fuese ese chico había logrado lo imposible y se moría de ganas por conocerlo esa noche.
- Está bien. - respondió - Te pasaré mis tips culinarios. Esto es algo que va a servirte para toda la vida, así que presta atención.
Se remangó la camisa y sacó un delantal de un cajón.
- Gracias. - dijo Jimin con algo de vergüenza. - Estúpido. - añadió luego para salvar su ego.
- De nada...inútil. - respondió el otro de la misma manera.
Jimin podría haberse aprovechado de su pobre hermano ese día y hacerlo cocinar todo a él, pero quería hacer algo por su cuenta para sorprender a Jungkook. Así que no lo dejó tocar nada y solo se aseguró de escuchar bien todos sus consejos. ¿Qué tan malo podía salir todo?
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La noche llegó antes de lo que esperaban, y así también lo hicieron los nervios.
Cuando Jungkook tocó el timbre en la casa de los Park, fue el mismísimo Hoseok el que le atendió. El mayor le miró sorprendido.
- ¿Jungkook? Uh, ¿qué haces aquí?
- Ah...hola, profesor Park. Jimin me invitó.
- ¿Qué? Pero si Jimin había...oh. - exclamó cuando todo empezó a cobrar sentido en su mente.
- Kook...pasa. - dijo Jimin apareciendo detrás de su hermano. El menor entró e hizo una reverencia cuando pasó al lado de su profesor.
- Okay, estoy así como que no entiendo nada. - dijo éste ultimo.
