Capitulo 13

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Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

Contiene lemon.

Ring, ring, ring.

De: Mina
Serena ven a mi casa, por favor. Te necesito. Urgente.

-¿Qué te pasó, Mina?.
Preocupada por ella. Era la primera vez que la veía desalineada, con ojeras, su bello pelo dorado despeinado. Tenia los ojos rojos de tanto llorar.
-Yaten me abandono por su amante. ¡ Piensa casarse con ella!- se agarra de los pelos con sus manos -. Porque ella sabe darle placer- la mira con los ojos desorbitados -. ¡ Es más bella que yo!- se golpea con una mano el pecho-. Y que se enamoro de ella. Mientras estaba conmigo- se desploma sobre una silla -. Me dio una semana para irme de acá. No sé que hacer.
-Si quieres ven a casa. Total a quien le va importar. A lo sumo te quedas en mi habitación.
- No lo sé.
- Ven ahora. Todos están en el hotel. Para la boda de Darien y la bruja de Beryl, que es mañana. No hay nadie, excepto los sirvientes- Trato de sonreír. - Dale. Mi mamá y Armando se van a un crucero, después de la fiesta de Darien y Beryl.
-No lo sé.
-Dale.
Le miro con ojos de perrito arrepentido.
- Esta bien. - Con media sonrisa.
-Si, como en los viejos tiempos.
La abrazo por la espalda.

Toc, toc, toc. Golpean la puerta de mi habitación.
-Pase.
Le grite mientras estaba sostenía la escalera a Mina, que estaba buscando atrás del ropero la tanga de ella. Giro mi mirada hacia la voz. Era Kunzite, la mano derecha de Darien, que hace esta yendo y viniendo a la oficina porque los paparazis, lo asechan desde que salió el video en donde estaba su ex prometida Beryl con el gobernador Brayton. Estaba parado serio, en el marco de la puerta, con  levanto una ceja. "¿Qué querría?".
-Señorita Serena, le aviso que el señor Chiba, la quiere ver.
-Esta bien, pero me harías un favor.
-Depende señorita Serena.
-No es nada complicado- puse carita de inocente - solo tienes que sostener la escalera, para que no se caiga Mina.
Vino con cara de pocos amigos hasta donde estaba yo le sostenía la escalera.
Me dirigí hasta el estudio en donde Darien estaba trabajando.
Golpeó suavemente con mis nudillos la puerta de roble, entro al oír <<pase>>

- No te preocupes Papá, yo puedo. Sigue en el crucero con Ikuko. Disfruta, no te preocupes por mi. Mandale recuerdos a Ikuko.
Golpeo con un puño al escritorio. Siento que recorre en mis venas una furia. " Sigo sin poder creer que Beryl, me halla engañado e hipnotizado".
Toc, toc, toc. Debía ser Serena que la mande a llamar, sino es ella, voy a cometer un crimen.
- Pase.
- Hola Darien. -En un tono suave, casi un susurro. Entro Serena con media sonrisa, colorada y tímida.
Con lentitud camino hacia mi.
- TRAREN. Serena quiero que me digas Cómo era yo, antes de que Beryl aparezca en mi vida.
-Eras bueno, dulce y alegre. Siempre me ayudabas en las tareas del colegio, me pasabas a buscar al colegio u otra actividad. Me regalabas cosas, principalmente chocolates, porque luego lo terminábamos juntos. Aveces me llevabas a cenar o a los shows. Nos contábamos lo que sucedió en ese día. Eres inseparable. Incluso mis amigas decían que nos íbamos a casar. Con excepción de Rei.
Darien se acercó por detrás de ella y la abrazo por detrás, enganchando las manos en su cintura.
Al aspirar le llega su olor a vainilla.
- Serena, ¿ me querés?.- con el corazón acelerado.
- Sí, mi amor.
- lo suficiente como para casarte conmigo.
- Si, mi amor.
- lastima que es un sueño. Pero no te preocupes, te conquistare de nuevo.
Le doy vuelta le besos con delicadeza sus tiernos labios rosados.
- vete cariño. Lirsa. Bueno Serena eso es todo.
- Sí, Darien.

Al volver a mi habitación algo confundida. "Qué raro, no recuerdo para que me llamó Darien, pero estoy en paz. Es como si me hubiera desahogado por dentro". Al llegar veo como Mina estaba colgada del cuello de un Malachite colorado. Esta lo besaba sin soltar. Para no interrumpir la escena de calentura de Mina me fui a la biblioteca. Ya era la cena fui a buscar a Mina, que estaba vistiendo.
- Por cierto, si que te fue bien con Señor Kunzite. Pero no podías haber esperado por lo menos un día- le crítica Serena.
- No, - con una sonrisa pícara - lo necesitaba, porque no me dijiste que Darien tenía un amigo tan guapo- la reprochó Mina.
- Pero podías haber esperado un poco, no.
- Con lo necesitada que estaba. Ni hablar. Este macho cabrío ya cayó en mi poder.
- ¡Mina!
- Ja, ja, ja - con unas carcajadas macabras.

Gracias por leer esta historia.
Les pido disculpas por la tardanza. Besos.

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