Capitulo 15

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Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

Al día siguiente, por la mañana, llamaron a la puerta. Era Kunzite, que venía a ver.
– Buenos días, señorita Serena, le traigo su semanal - miraba para todos lados.
– Buenos días, señor Kunzite, gracias - agarro el sobre con el dinero -. Si estás buscando a Mina -  se puso colorado -, esta en la piscina.
- Adiós - asintió de arriba para abajo, con un tono seco.
- Adiós -  lo saludo feliz.
Cierro la puerta de mi habitación y fui a ponerme un bikini para bajar a la piscina y tomar un poco el sol.
Cuando llegué a la piscina con la toalla y un libro, pues no quería quedarme con la intriga de que pasó. Mina ya estaba allí, estirada boca abajo en una tumbona, leyendo una novela. Llevaba una bikini rosa pálido, que se le metía entre sus redondas y respingonas nalgas, bien trabajadas de tanto ejercicio y herencia genética.
No podía creer que estuviera tan recatada, con la parte de arriba puesta, aunque fuera con los cordones desatados.
Agarro una tumbona y me estiré a su lado.
- ¿ A Qué adivinas quién he visto hace un rato?.
- Mmm, no sé.
- una pista.
- Si, dale.
- Es peliplateado.
- ¡¿ Qué?!  -  grito sobre saltandome.
- Sí -  subí y baje la cabeza asiento afirmando lo que digo.
- Diablos.
- Y te busco con la mirada.
- Dime que es mentira. Una broma.
- No. Me trajo mi semanal.
- Y yo aquí- se lamenta poniendo cara triste.
- No te preocupes - tratando de consolarla-. Luego por ahí lo vemos. O Quién sabe por ahí te está viendo. Recuerda que desde el estudio tiene vista para acá.
Mina le brillaron los ojos con lujuria, mientras me ponía la crema en mi cuerpo.
- ¿Quieres que te ponga crema en la espalda ?.
– Sí. Pues muy bien que me iría. El sol está pegando muy fuerte, y como me quede dormida me voy a quemar.
Me estire boca abajo, desabroche el cordón posterior de la parte de arriba de mi bikini, y le di mi bronceador a Mina.
Esta esparció el bronceador en mi espalda, y empezó a masajearme la parte alta suavemente. Tenía unas buenas manos. Mientras notaba sus manos bajando por mi espalda.
– Sabes Mina, creo que lo tienes enganchado a Malachite.
- Ay, ojalá que sí, estoy enloquecida por él, va a ser mi futuro marido Ja, ja, ja - suelta una risa nerviosa-. Sabes algo de su vida pasada.
- No sólo sé, lo único que se, es que peleó con su ex pareja y termino mal. A propósito no te dijo al Rei para que me llamo.
- Sí, era para vernos hoy a la noche para hacer una salida de solteras.
- No se vos, pero no te suena raro.
- Sí.
- Igual que te parece si aceptamos lo de la salida con Rei esta noche. No perdemos nada.
- Muy bien. ¿Porque no?. Yo estoy soltera - siente un fuerte dolor de cabeza Serena.
- Yo también. Bueno casi. Pero no importa.
Soltamos un risa.

Darien suelta el aire de sus pulmones, tiro la cabeza para atrás golpeando el respaldo de su sillón de cuero italiano nuevo, tratando de tomar un descanso, antes de la junta directiva que iba ser dentro de media hora, iban a debatir sobre unas inversiones que vamos hacer y como esta la empresa.
- Disculpa la tardanza, - dijo un con voz suave Mal, con papeles y la tablet en las manos. - lo que pasa es que me detuve un momento a ver a Mina tomando sol hasta que llegó Serena hace unos instantes.
- ¿ Cómo que están tomando sol? -  le contesto sorprendido.
- Sí no la ves, - le contesto Malachite con nervios. - mira, que están en las tumbonas que están ellas ahí. - lo guía hasta la ventana donde ven como serena y mina están tomando sol.
- Sabes que estaba pensando, tendrías que darle una oportunidad a Mina, después de todo lo que te hizo Zoicite, tendrías que darle una oportunidad a Mina. Dale una nueva oportunidad al amor.
- No lo sé, creo que no sirvo para el amor- resopla con resignación.
- Sí, lo que paso es que ella no era la indicada. Mira la tienes muerta por ti.
- No lo que ella necesita es tener sexo. Es más como vos. Adicta al sexo.
- Touché. Porque no la invitas hoy a cenar o mañana. Principalmente mañana, ya que Serena mañana me acompaña a una cena de beneficencia. Invitala a cenar mañana. Y luego hazlo decentemente el sexo.
- No cambias nunca - entrecerrados los ojos.
- Ah, cuando termine la reunión y antes de que te vayas a descansar acuerda te de avisar a Serena, que tiene que venir hablar conmigo.
- Muy bien. Algo más.
- Date una oportunidad con mina, no te vas a arrepentir, mereces ser feliz, con una buena mujer, alocada, pero buena mujer.
- Y tu, ¿ no?. Con lo de Beryl, supongo.
- Eso ya es pasado, y ya tome cartas en el asunto. - Suelta unas carcajadas. - Lo va a pagar caro. Pero no ya tengo a otra en vista.
Malachite abre los ojos como plato por la noticia. Pero se da vuelta y se retira.

Gracias por leer.

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