Capitulo 12

3.9K 194 20
                                    

Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

Contiene lemon.

Estaba en la barra del bar del hotel Hilton, sentado con un polo negro, pantalón de algodón caqui y zapatos de cuero negro, con el pelo un poco húmedo sin peinar por el baño que me di. Con mi cabeza baja y el whisky con hielo en mi mano derecha. Meditaba sobre la noche que pase con Serena anteayer. No me para de venir imágenes de esa mágica noche. No sé que hacer. Mañana me caso con Beryl, pero por más que intento de poner feliz por el acontecimiento, no puedo. Suspiro.
Se sienta a mi lado un hombre que estaba acompañado de otro, lo dos llavaban trajes de Armani negro, uno era alto rubio de piel blanca con acento ingles y el otro mediano pelo castaño igual que sus ojos pero no tenia acento.
-No puedo creer que Serena Tsukino pueda casarse con Darien Chiba, creí que se odiaban.
Me llamo la atención lo que dijo. Trate de no mover para que no reconocieran. El rubio le corrige.
-Serena Tsukino?- sonríe -No es ella. Ella es Beryl Queen.
- ¿ Beryl Queen?.
- Si. No te acordás de ella. Pezones marrones y en la pelvis un lunar. William, tu y yo, en el hotel Hilton de París hace unos meses.
-Tienes razón que noche. Pobre señor Chiba espero que sea rico y no le importe los cuernos.
Mi sangre comenzó a hervir, trate de contener las ganas dar vuelta y golpear su cara.
- Seguro, sino no se hubiera prometido con él. Acuerdate que es una prostituta Elite. Valió el dinero que pagamos.
- Si. Pero yo pensé que Serena estaba...
-Beryl
-... Con Yaten Kou.
-Imposible, pero si el esta casado con Mina Aino.
-Pero no le impide ponérsela. Los vi hace un mes y medio en el hotel Sheraton. Muy acaramelados y a los besos.
Estos agarraron sus bebidas para dirigirse al casino.
Entonces con el puño cerrado golpeó la barra asustando unos que estaban cerca de él. Pago lo que bebí al bartender. Decidí ir a la suite donde estaba Beryl, aprovecho que tenia una copia de la tarjeta magnética. "Ya sé que es mala suerte ver a la novia antes de la boda, pero tengo que verla, para saber si esto que oí es verdad o un invento" .
Entro a la suite de Beryl que estaba vacía. Me dirijo al baño, mientras en mi mente me bombardea con lo que dijo el desconocido del bar. " No puede ser verdad lo que dijo ese hombre. Debe ser mentira". Abro la canilla del lavado de mármol, mojo la cara. Al terminar de secar la cara con la toalla, quede petrificado. Veo en el espejo una piedra brillante.
"No lo puedo creer es la misma piedra brillante, que use para hipnotizar a Serena y a otras personas".
La tomo guardando en el bolsillo del pantalón.
"No sé, que me pasa, es como si no sintiera nada, como el amor que le tenia se esfumó. Y si ella me hipnotizo. No lo creo".
Oigo voces que proveniente de la habitación entre abrí un poco la puerta.
-Mi amor me ayudas con el vestido.
Observo la espalda de un hombre de traje gris marengo de mediana estatura.
Este la baja el cierre. Beryl dejo caer el vestido sobre su cuerpo cayendo al suelo. Todo su cuerpo quedó al descubierto. Su sujetador y tanga eran blanco semitransparente. Se recostó en la cama boca arriba. El hombre me resulta conocido pero no me acuerdo de donde. Se desnuda frente a ella mostrando un cuerpo velludo y amorfo. Tomó mi móvil para grabar lo que estoy viendo.
-Beryl te daré el mejor sexo de tu vida, que harás que te olvides de tu nombre. Me siento complacido por tener el privilegio de ser tu amante.
Abre los ojos redondo como platos y sonríe. Este salta a la cama  con una agilidad que no concuerda con la edad. Le abre las piernas, le besa sus senos grandes de silicona. Mientras ella le acaricia todo el cuerpo. Va bajando hasta su entrepierna llenándola de besos y caricias. Beryl empieza a gemir y retorcerse.
-Ahora Beryl te voy a ser mía.
-Haz lo ya. Soy tuya.
La penetra de golpe.
-Ah… si…
Empieza a bombearla, ella solo gemía y pedía mas...
-así… Al... fre…
Grita como una loba en celo.
-mete más …- grita  y gemía-rómpeme… ah… - movía su cabeza derecha a izquierda - soy toda… ah… tuya….
El fuerte crujido de la cama se mezclaba con los jadeos de los amantes, más acelerado iban, más fuerte gritaban.
-Sí… m… ah…. llena me… más…
-Toma…
Cuando término, los dos se recuestan en la cama abrazados. Detengo la filmación.
Espero a que se duerman para salir del baño. En mi mente "seguro que me hipnotizo en algún momento y me cambio mi opinión de ella. Con razón. No lo puedo creer. Y si el amor de mi vida era Serena". Doy un fuerte golpe a la pared. Me lo vas a pagar muy caro Beryl

Gracias por leer mi historia.

El DaprieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora