Capitulo 5

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Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

Contiene lemon fuerte.

-Mmm... Si... Rei...
Arrodillada frente a mi. Acarició su cabellera negra mientras me daba placer con su boca carmesí, le pasaba la lengua por la cabeza y parte del tronco, metió mi miembro en su boca, luego con la mano libre jugaba con mis huevos, "que manera" cuando estaba casi erecto, suena su móvil. Me mira con sus ojos violeta con deseo. Se detuvo para atenderlo.
-Lo siento, Darien. Es mi marido quiere que vaya ya.
-No puedes dejarlo así.
Mostrando mi miembro duro.
-Lo siento.
Sonrió con malicia, me guiño con un ojo. Agarra su bolso, arreglando su cabello y ropa, salio del estudio como si nada hubiera pasado. Choca con Serena.
-Lo siento, Serena.
Se disculpa con mi blonda hermanastra.
-No te preocupes, ¿éstas bien?-con un tono de preocupación.
-Sí, nos vemos.
Sale apurada. Entonces vino sobre mi una furia. "Rei me la vas a pagar muy caro, nadie juega conmigo".
-Darien maña... - abre los ojos como platos -... na. oh, - se tapa con las manos los ojos y colorada como un tomate-lo sien...
-TRAREN
-... to.
-Ven aquí.
La agarro del brazo, cierro la puerta con traba. La pongo parada contra el escritorio, me puse detrás suyo, le bajo su calza negra y colaless rosa. Con mi mano izquierda le tomo la cadera, y con la derecha inclino su torso hacia adelante, sacando su cola hacia afuera, luego le inserto mi miembro de una vez.
-Ay...- chilló.
Con embestidas salvajes y violentas sentía que podía desahogar un poco de que Rei me dejara caliente como una pava. Con mi mano izquierda le acarició sus pecho desde atrás y con la otra mano tomo de su cadera hundiéndola hacia atrás en dirección a mi miembro, podía sentir como entraba y salia dentro suyo, cuando mis huevos tocaron sus nalgas, me quedo adentro suyo unos segundos, la saque hasta la mitad y se la entierro hasta el final, así una y otra vez con tanta violencia que sentía que el escritorio se movía.
- Ah... si... si...-Gemi fuertemente.
Con mi brazo derecho la tomo de la cadera entro y salgo hasta el fondo aumentando el ritmo. Cuando siento que exploto dentro de ella, llenandola toda.
Cuando terminó de echar hasta la última gota de mi semilla en ella. Quedo clavado de ella por casi un minuto, le doy besitos en la espalda, hasta que saco mi miembro que quedó flácido y lleno de semen. La solté, mi cuerpo agotado se desplomó en el sillón. "Con Mi muñeca inflable la paso genial".
Me maravillo verla en esa posición con nuestro jugos que brotan cayendo como una cascada sobre sus piernas.
-Ven aquí, am... Serena.
Camino hacia mi lentamente con ese cotoneo que me vuelve loco. Le meto el índice en su cueva para saborear su jugo provocando que me excita. "No, tengo que guardar algo para esta noche con Setsuna". Con mucha fuerza de voluntad.
-Serena, ponte la calza y la colaless, bañate y vistete, como si no hubiera pasado nada. Lirsa.

- Mira Mina, que opinas.
Doy vueltas sobre mi misma frente a ella con un vestido rosa viejo, con bordados de lentejuelas, escote hasta mi cintura y el volado corto con casi una minifalda.
- Te queda hermoso. Toma ponte estos zapatos de tacón aguja rosa.
" Estoy tan emocionada, voy a poder ver de nuevo a Seiya. Es tan guapo, metro ochenta, unos ojos azules oscuros pícaros. A pesar que es flaco es fibroso y tiene unos abdominales. Es divertido, y lo mejor me hace olvidar a Darien".
- ¡ Serena !- Me reprendió- deja de moverte que no te puedo maquillar.
Después de un rato salimos de la casa de Mina.
Ya era medianoche cuando llegamos a la discoteca de moda Blackmoon. Tiene una pequeña pista para bailar y muchas mesas ratonas con puff de cuero negro distribuidas por todo el salón. Nos dirigimos Yaten, Mina y yo a una de las mesas más grandes pegadas a las paredes en forma redondel en donde nos estaban esperando nuestros amigos. Me senté cerca de Seiya. Pedí una Coca Cola y Seiya un cerveza.
Nos pusimos hablar de todo y nada. Una armonía había entre nosotros. Sentía que estaba entre las nubes.
A partir de cierta hora se cerró el lugar bajando la iluminación, al cabo del tiempo, comencé a ver que las parejas que estaban bailando una música lenta.
- Serena...
Seiya me tomó por las mejillas y me estampó un beso enorme en la boca, forzando me a abrir los labios metiendo su lengua dentro de mi boca. Me gustó su sabor menta. Traté de corresponderle metiendo mi lengua en su boca lamiendo sus labios. Nos empezamos a besar con desesperación, cuando al tomar un poco de aire, él me sugiere.
- Vamos a bailar, Bombón.
- Sí.-le dije con voz suave.
Me saco a la pista que estaba llena de gente y empezamos a bailar. De inmediato nos pegamos uno al otro. Pero al cabo de unos segundos, la música que sonaba era reggaetón.
En la pista se movía bien, más que bien se movía como los dioses. Trate de ajustar a su ritmo, su movimiento de caderas era excelente, para no quedarme atrás lo seguí. Senti una adrenalina, mientras bailaba con él. "Nesesito tenerlo dentro mío, quiero probar, no merezco saber lo que es ser querida una vez".
Me despegue de él, lo agarro de la mano y con paso frenético. Simplemente me dirigí hacia el exterior de la discoteca. Una vez en la calle, nos volvimos a besar. Incline mi cabeza hacia atrás golpeando despacito contra la pared, dejándole acceso para que su boca se acercara a mi cuello, comenzó a rozar con sus labios el lóbulo de mis orejas. A los pocos segundos ya estaba besando mi cuello, mordiendo mis orejas, mientras que con sus manos exploraba poco a poco mis caderas, mi abdomen, mis nalgas. Él me apretaba fuertemente metiendo sus piernas entre las mías tratando de hacerme sentir su erección, "y vaya que la sentía, estaba completamente dura y se sentía enorme". Me apretó aún más contra la pared me levantó la falda del vestido por detrás para manosear mis nalgas. De mi sale unos gemidos. Busqué con mi boca la suya y en lo que los labios se unieron, aproveche para morderse los suavemente, al tiempo que juntaba mi lengua húmeda con la suya. Su reacción no se hizo esperar. Mientras yo me abandonaba con los ojos cerrados.
En eso se oye la frenada de un auto.

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