Capitulo 28

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- Darien... - corre hasta él para abrazarlo, pero este la detiene con un brazo para que no se le acerque.
- No, Serena- la mira con asco.
- Darien... ¿Qué sucede?, ¿porqué me miras así, con esa cara de odio?.
- Serena en este tiempo que tuve para mi solo, lo he pensado mejor y lo mejor es que nos separemos.
- ¡¿Qué?! - grito desde el fondo de mi ser no puede ser - niego con la cabeza.
- Lo siento Serena, pero lo he estado pensando mucho - en un tono frío que cala hasta los huesos - la verdad es que no te amo. Y tú eres para mi como decirlo.... - espero unos segundos eternos- eres una muñeca inflable que se usa cuando uno quiere y como quiere sin sentimiento que compartir con ella.
- ¡Ah! ... - grito de dolor para saltar para golpear lo a él.
Pero alguien me detiene me retuerzo pero nada.
- Darien como pudiste decir eso hijo, me das vergüenza. Vete de aquí ahora mismo o me arrepiento de no soltar a Serena.
- Por mi parte no tengo problema, suelta a esa gata salvaje que anda de celo en celo.- lo dijo con media sonrisa.
- Te voy a matar - con lágrimas de odio y repugnancia hacia a mi por seguir queriendo a ese bastardo.
- Inténtalo- sale de acá lo más alegre, pero antes de desaparecer suelta una sonrisa macabra que suena como eco en el pasillo.
- Te pido perdón en nombre de Darien, Serena no sé que... - me dice Armando con tristeza en sus ojos.
- No te preocupes - me trato de consolar  - volvió a ser el Darien de siempre.
- ¡Oh!, no lo sabia. Pensé que se llevaban bien sino nunca le hubiera dado dinero para tus gastos. Ya sé que es demasiado tarde para arreglar esto pero que te parece si les pago para ti y Mina un viaje a New York.
- No lo sé - digo insegura pero sobre todo con miedo.
- Acepta me hará sentir bien que estés mejor en otro lado lejos del idiota de mi hijo.
- Esta bien- con la voz rota como mi corazón.
- Excelente ve a cambiar tu ropa, se van ahora mismo las dos en mi Jet privado.

Al enterarse por Mina de que Darien había vuelto a la mansión sano y salvo sentí un gozo en mi corazón que decidí vestir con un vestido corto rojo fuego con un gran escote y zapatos de tacón alto. Sentía que hoy iba a matar y lo voy a conquistar para que termine con Serena.
Al llegar a la habitación de esta vi que todo estaba ordenado y prolijo. Me parece raro y más estando cerca Mina. Me encojo de hombros y salgo de ahí.
Voy a el estudio oficina de Darien que estaba leyendo unos papeles.
- Hola Darien - cierro la puerta con cerrojo suelto una sonrisa.
- Hola Rei, ¿se puede saber que éstas haciendo? - gruñe.
- Nada solo buscaba a las chicas y no las veo pensé que podrías decir donde están- camino lentamente hasta él.
- Por lo que veo tampoco yo las veo acá- en un tono seco.
- Eso no lo sé, por ahí... - me pongo en cuatro patas - están abajo del escritorio necesito verificar.
Este se corre un poco con un brillo especial en sus ojos.
- Tienes razón no están aquí abajo pero veo algo que necesita ser libre.
- Estás segura de eso.
- Por supuesto - mientras le bajo el cierre del pantalón y el bóxer -  Necesita un mimo luego de haber estado confinado.
- Que tu le darás... mmm.

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