Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.
Contiene Lemon
Era un día caluroso de verano, sin una gota de aire, todo estaba pegajoso. Estaba buscando a mi hermanastra Serena, esa blonda bruja, "no sé como es posible que sea hija de Ikuko, un madrastra ejemplar, buena y de un corazón noble". Me dirijo hasta su habitación donde un sirviente me dijo que estaba. Entro, estaba en silencio como siempre Inmaculada llena de osos de peluches, su tocador antiguo, veo que su cama esta arreglada con ese diseño de conejos, como si fuera una niña. Dejo de ser lo hace años. Todas las noches viene de parranda con uno nuevo pretendiente. Cambia de macho, como de tanga. Escuche como se abría la puerta del baño, salí de la habitación sin hacer ruido, y entre abrí un poco la puerta. Salio Serena del baño con una toalla blanca alrededor de su cuerpo, que le cubría desde los hombros hasta las rodillas y la otra toalla sobre la cabeza. Observe como se sienta en su silla frente a su tocador, se untaba sobre sus pechos una crema. Golpeo la puerta. Se tapó lo más rápido posible con la toalla. Sonreí. Gira su vista hacia mi. Lo fulminó con la mirada.
-Sal de mi habitación- ordeno Serena. - no ves que estoy desnuda.
Una corriente eléctrica recorre sobre mi. Saco la paciencia y frialdad de mi ser.
-No lo estás, tienes una toalla. Te estaba buscando.-le respondo con un tono seco.
-Espero que sea importante - con rabia.
-Necesito que mires este brillante y no apartes la mirada.
-Esto no es importante- mira el objeto brillante .
-Mira este brillante. Mira lo. Relajate. Escuchar mi voz te relaja, tus párpados te son pesados. Te comienzas a relajar, te sientes segura. Comienzas a sentir paz. Sientes libertad. Y sientes como tu voluntad te abandona. Y te conviertes en una persona sumisa y obediente. Cuando me oigas decir TRAREN caerás en este estado de relajación extrema, donde el único pensamiento que tengas es de satisfacer me. Te volverás una chica que te complace obedecer me y ante mi serás mi fiel esclava.
Queda su mirada perdida y vidriosa. Que se convirtió en una muñeca sin voluntad.
-Ahora Serena, arrodilla te ante mi, besa mis zapatos y di soy tu obediente esclava.
Se arrodilla delante de mi. Me besa las punta de mis zapatos.
-Amo. Soy tu esclava obediente.
-Muy bien. Cuando yo diga LIRSA, saldrás del trance y no recordaras nada.
-Si, mi amo.
Volví a sonreír. "Por fin voy a tener en mi poder a mi hermanastra Serena, bajo mi poder. La princesa de hielo sera mía hoy. Podre tener mi amante o mejor dicho mi muñeca inflable viva. Gracias abuelo por el regalo".
-Para te. - se paró -LIRSA
-Ya vi tu maravillosa piedrita. Vete, Darien. Tengo que salir-moviendo su pie derecho mirando con esos ojos azules furiosos como una tormenta que deshace todo a su paso, "que bonita se ve enojada".
-TRAREN - Cierro la puerta, ella se pone derecha, sus bellos ojos azules cielos quedan como una mirada perdida y vidriosos. Me acerco donde estaba, quería jugar un rato con ella.
-A la noche cuando salgas, recordarás que tendrás que venir a mi habitación rápido, para recibir nuevas instrucciones.
-Si, amo.
-suelta tus toallas.
"¡Que hermosa es!", vi como su maravillo pelo largo rubio caía y luego su maravilloso cuerpo de porcelana, esos pecho bien parados con unas aureolas rosadas, "¡que cinturita. Que piernas tan lindas, que tobillos tan finitos!". Sentí como me excitaba. Tanto que me dolía.
-Date la vuelta.
Gira. miro como su pelo cae como una cortina de hilos de oro.
-Agarra tu pelo.
Agarra su pelo, pude ver su hermosa espalda y sus cola respingada y que piernas.
-Serena, ven acá. Arrodilla te.
-Si amo.
-masturba me.
Me baja la el cierre del pantalón, agarra mi miembro entre sus delicadas, sube y baja, lo masturba que manera.
-Serena detente, ahora metela en tu boca y traga toda mi leche.
Comenzó a introducírse poco a poco. "Nunca me lo hubiera imaginado que sea inexperta, pero me gusta". Le acarició sus cabellos dorados.
Cada vez se la iba metiendo más, el calor de su boca en mi miembro, me produce un placer intenso.
-Juega con mis bolas, lámelos, y luego sube lamiendo la parte de debajo de mi miembro hasta volver a metértela hasta el fondo.
Comenzó a lamerlos, se los metía en la boca y con su lengua hacía círculos lentos sobre ellos, se los sacó de la boca y haciendo zigzag fue subiendo por todo el tronco hasta llegar a la punta, tomo aire y comenzó a succionar más rápido, su movimiento era más bien torpe. Le agarre la cabeza con las dos manos y empecé a embestirla en su boca, marcando un ritmo fuerte.
-Toma Serena... toma...
Podía sentir en algunas embestidas tocaba sus amígdalas.
-Serena... preparate.
Dejé mi miembro a media profundidad comencé a disparar chorros de semen dentro de su boca
-Si... Mm...
Mientras la llenaba estaba pasando su lengua por debajo de mi glande. Sentía que me vaciaba todo.
Cuando terminó, levantó la mirada. Pude ver como de su boca gotas de mi leche salian. Guarde mi miembro.
-Serena ponete la toalla de arriba y limpiate la boca.
-Sí, amo.
Una vez que lo hizo.
-LIRSA. Serena ya te lo dije, Princesita. Adiós.
Me miro con una cara de pocos amigos. Cerré la puerta fuerte. Como si estuviera enojado. " Lo que le espera". Me fui gozoso al trabajo.- Si lo sé, Mina.
Habla Serena con altavoz del móvil mientras se va vistiendo.
- Recuerda no llegues tarde- le reprocha su amiga.
- Si, Señora.
- Quieres morir joven, verdad- le grito fuerte. Corto la llamada.
Una sonrisa brotó de mis labios. La misma Mina de siempre no te metas con su edad o te asesina.
Agarro un chocolate de mi mesa de luz, para sacar el mal sabor de boca que tengo. Ahora que estoy lista agarro mi cartera saliendo me acuerdo de que tengo que ver al gran Dragón, antes de irme. Como si fuera una pena de muerte me dirijo hacia su guarida secreta.Estaba en mi habitación impaciente esperando la llegada de ella. Deje a un lado mis anteojos de lectura junto con el libro que trato de leer hace rato, pero no puedo. Al dirigirme a la ventana veo el hermoso jardín, que mi madre diseño antes de morir, por suerte los de jardinería los mantenían. Al salir al balcón el olor a cítrico llego a mis pulmones. La dama blanca tan hermosa y brillante, me sonreía junto con sus pequeñas bellas hermanas.
El sonidos de los grillos inundan mi habitación.
Siento que golpean la puerta.
-¿Quién es? - grite, saliendo de mi trance.
-Soy yo, Serena. No te acuerdas que tenia que venir a verte antes de irme. - con voz molesta.
Sonreí, gire, camino para abrir la puerta, estaba tan bella como siempre. Con ese vestido de Gaza sin mangas y corto, de color blanco. Con unos zapatos de tacón finos blanco, con hebilla en forma de luna. Que piernas. Me gusta su cadena de oro blanco. Sus aros en forma de luna largos. Su pelo estaba largo y suelto, como me gusta a mi.
-Pasa, Princesita. Te estaba esperando.
-Se puede saber ¿para que?.-escupía ella enfurecida - Estoy muy ocupada, tengo que salir.
-Traren
Sus ojos se pusieron vidriosos y perdidos. Se pone derecha.
-Serena-susurro al oído.
Con mi mano le acaricio la cara suavemente.
-Saca tu vestido.
Se saca su vestido empujando lo para abajo, luego levanta los pies y lo pateó para un lado. Quedo frente a mi. Con sus zapatos de tacón y una cola less finita. Empecé a excitar me. Agarre a serena a por la cintura. La bese en la boca como si fuera la vida en ello.
Tuve que parar me que de sin oxígeno. Veo sus labios carmesí hinchados. Sentí un un corriente eléctrica en todo mí cuerpo. Con mis manos acarició sus dos pequeñas montañas con punta rosadas. Siento mi corazón acelerar se. "me siento como un adolescente en mi primera vez". Bajo mi mano hasta su cueva, con un dedo a taladro hasta que sale líquido. "Ya basta Darien, la tienes a tu merced" me ordene.
Comienzo a sentir calor, un calor me abraza. Decido quitarme la camisa.
-Serena acaricia mis pezones.
Comenzó a acariciar mi pecho centrándose sobre todo en los pezones.
-Serena chupa.
Comenzó a chupar muy despacito, lamiendo con cuidado, primero el pecho y luego la areola del pezón. "Me estaba volviendo loco. "Nunca había sentido nada así en mi vida, y eso que me lo hicieron muchísimas veces". Luego paso al otro. Siento un fuego en mi cuerpo.
-Serena para.
llevo mi cabeza a sus turgentes y duras tetas. comienzo a mamar una, como si las quisiera sacarle leche. Y con la otra se la aprieto. Luego cambio de lado.
Se puso a gemir descontrolada. Paro me quitó los pantalones y el slip de algodón blanco, mi miembro sale orgulloso a la luz. - Serena, haz algo parecido a lo de esta mañana.
Rápidamente empezó a acariciar suavemente, empecé a suspirar.
-m... Serena. En tu boca.
Se la introdujo en la boca, cuidadosamente el hinchado glande, ya descapullado, y se la metió hasta el fondo, y comienzó a gemir con ella dentro, saboreando cada rincón de mi tranca y lamiendo el frenillo. Se la mete y saca de la boca. "Mete esta volviendo loco, nunca antes he estas sensaciones, no puedo más", aumento el ritmo, ya a punto de llegar al orgasmo, oprimo su cabeza con mis manos hacia mi, siento como la lleno dentro de su boca. Le alcanzó mi camisa, para limpiar su boca.
Le ordene.
-sube a la cama en cuatro.
Serena sube a la cama en cuatro, abrí un poco sus piernas, que cola maravillosa. Mis manos fueron a acariciar a sus dos grandes montañas. Entonces me detuve, veo como de su interior sale liquido, agarre mi miembro que estaba duro, lo metí en su interior que estaba muy cerrada, "me parece raro", se la vuelvo a poner con mis manos alrededor de su cintura empuje con todas mis fuerzas.
-ay...-gritó Serena.
No me importo. Me quede unos segundos dentro de ella sin salir.
-Serena tienes prohibido gritar y si te duele aguanta el dolor-le grite- te lo ordeno.
Empecé a moverme dentro de ella, sin piedad. Le bese la espalda. Le acariciaba y apretaba los pechos. Con la última embestida me vacío dentro de ella, que arquea su espalda. Tenemos el orgasmo juntos.
Caemos los dos en la cama, veo de sus ojos caían lágrimas, yo la abrazo, comienzo acariciar todo su piel de porcelana y la beso en la boca.
"Quién lo hubiera pensado, la Princesita, era virgen".
Luego me levanto, agarro una toalla, le limpio la sangre pegada a las piernas y el semen semi rojo que seguía saliendo de su cueva, me limpio lo que me quedaba en mi pene.
Tiro la toalla a un lado. "Bueno ahora a gozar toda la noche con ella".
Después de haberla poseído como un potro desbocado montando a la yegua toda la noche, ya exhaustivo, me acuesto detrás de ella, en forma de cucharita. La abrazo hacía a mi y me quedé dormido.
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El Daprie
RandomSerena Tsukino una joven estudiante universitaria; enamorada de su controlador y malvado hermanastro, Darien Chiba. Este por más que esta comprometido en matrimonio con la virginal Beryl Queen, el siente un oscuro deseo sexual hacía su muñeca inflab...