Capitulo 26

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Todos los personajes pertenece a la obra Sailor moon y Naoko Tekeuchi.

Estábamos Mina y yo en mi habitación en un estado de estupor, esperando que llegue la policía.
- Te lo dije, no- me recordó Mina con un tono bajo.
Mientras miraba con horror mi bello vestido de novia destrozado por una parte desgarrado y la otra quemada, sobre la cama. En el aire todavía se podía oler el humo de la tela.
- ¿Quién pudo haber echo esto?  - digo esto con mis ojos empapados de lágrimas tomando un trozo de tela destrozado entre mis dedos.
- No lo sé.
Siento que mi smartphone suena arriba de mi tocador, miro el número y no lo reconozco.
- ¿Qué raro que te llame? - dice molesta Mina.
- Lo conoces.
- Sí, es Mal. - al decir eso lo contesto, y lo pongo en alta voz. - Hola, ¿sucede algo?.
- Serena, esta contigo Darien.
- No, ¿porqué?.
- Diablos.
- ¿Qué pasó?.
- Como sabrás fuimos a la fiesta de soltero de Darien.
- Sí.
- Mientras bebíamos y esperamos a los otros, no sé que pasó, porque de repente despertamos cuando Ziocite, me echo un vaso de cerveza helada. Solo estábamos Jedite y yo. Ahora estamos en el lugar esperando a la policía.
- No puede ser- la palabra salio como un susurro débil, mientras Mina me abraza.
- Mal...
- ¿Qué sucedió aquí? - sono una voz media sorprendida era Rei.
- ¿ Pasó algo, cariño?.
- Sí, el vestido de Serena apareció destruido, nosotras también llamamos a la policía..
- ¿Pasó algo más? - ante la pálida a pesar de su bronceado de cama solar.
- Darien desapareció.
- ¿Estan bien las tres?.
- Sí amor no te preocupes.
- Por las dudas voy a mandarles un guardaespaldas, ya se lo mande a Armando e Ikuko. Tengan cuidado. Por favor.
- Sí luego te diremos que dice la policía.
- ¿ Por quemar un vestido? - pregunto Rei en un tono nervioso.
- Por supuesto, - le responde Mina con orgullo - eso y para que pague por lo que hizo aparte de destrozar, robo las joyas.
- ¿Qué joyas? - abrió los ojos como platos.
- Las que estaban con el vestido.
Rei queda con la boca abierta.

Agarro una tostada con mermelada de manzana y la mastica.
Sentada en un silla miro la televisión que lo puse para que tape mis pensamientos y dichos. -  No puede ser cierto, si yo cuando fui a destruir ese vestido no había ninguna joya ni nada. Solo el vestido.
Mi mente comienza a trabajar creando imágenes mías en la cárcel y lo peor que en el robo de las joyas soy inocente. Pego un grito de impotencia.
- Y lo peor es que no puedo ir a declarar, porque si lo hago, soy culpable de destrucción. - En eso su mente le trae una voz " Serena esta marcada".
Se agarra su cabellera negra como si quisiera arrancarsela.
- No puede ser - dice entre lágrimas y asustada, con sus brazos abrazo a sus rodillas y apoyo su cara en ellas- ¿Qué hago?, y si matan a Darien por eso. Tendría que ir declarar. Pero si lo hago y resulta que todo fue una falsa alarma. ¿ Qué hago?.

Despertó en una habitación que no conocía. Se sentía un poco enfermo, le dolía horrible la cabeza, el dolor casi no lo dejaba pensar con claridad, y la enorme cantidad de luz que entraba por las ventanas, lo hizo volver a recostarse y cerrar los ojos.
Trata de hacer memoria, lo último que le llega a la mente es que estaba tomando unas bebidas con Mal y Jedite en Liberty.
De pronto se dio cuenta que estaba desnudo y atado a una enorme cama en una hermosa habitación. Sus muñecas estaban atadas a la cabecera de la cama, con algo parecido a unos largas cintas de terciopelo negro y sintió que sus pies estaban firmemente atados también. Las ataduras de las manos estaban lo suficientemente sueltas para que lograra sentarse, pero lo que sea que estuviera atando sus piernas, no permitía que las moviera. Cuando se sentó en la cama, se bajaron las sábanas que lo cubrían, el dolor de cabeza sentía que iba a aumento hasta que le explotara. No lograba entender cómo llego hasta ahí.
Entonces se abrió la puerta, y entró la bailarina exótica pelirroja y con ella venía un hombre peli plateado que me resulta familiar.
-Hola Darien, la cabeza te debe doler en forma casi insoportable, debe ser casi imposible pensar con claridad con un dolor de ese tipo Kou te dará algo en este momento para ese terrible dolor, te sentirás mejor casi de inmediato. Lo siento pero calcule mal la dosis- dijo apenada la pelirroja.
Este se acercó a la cama con una inyección y se la aplicó en su brazo.
El dolor empezó a ceder casi de inmediato.
La Pelirroja se acercó a la cama.
- Kou sientalo- le ordenó esta.
Le arregló las almohadas para que pudiera apoyarse bien en la cabecera de la cama.
Cuando él estuvo bien sentado, ella le dio un sorbo de agua de un vaso de cristal que tomó de la mesita de noche. El bebió un poco.
Entonces empezó a jalar de las ataduras de sus manos, y trato de mover sus piernas.
- Dar amor, tranquilo. Por favor -  le pide suplicando.
De pronto me di por vencido por ahora, en eso Beryl con sus largas uñas rojo pasión en mi pecho izquierda dibujo un corazón imaginario para luego pellizcar el pezón.
-Sabés Dar, estas ataduras están hechas de un material, suave al tacto como terciopelo, pero fuerte como el hierro- comento con voz suave.
Darien observó sus ataduras, y se dio cuenta de que en efecto casi parecían hechas de una cinta de terciopelo, así de suaves se sentían. La debilidad seguía, el dolor de cabeza ya había desaparecido.
-¡Estás loca en verdad!, Beryl. Mi familia, mis amigos y... - e hice una pausa pensando en mi Serena - mi prometida, deben estar buscándome, todos como desesperados, ¡vas a terminar en la cárcel, Beryl! - salen esas palabras de mi corazón asustado y preocupado por ellos.
-¡Calla Darien! O voy a tener que amordazar, y no quiero hacerte eso.
Empiezo a retorcer, mover mis brazos tratando de liberar, pero era un vano.
- Quédate tranquilo, deja de luchar, entiende que no tiene ningún sentido.
- Eres una... - me contuve.
Sentía que estaba en una pesadilla de película de terror, no podía ser real lo que estaba pasando, jamás pensó que alguien fuera capaz de secuestrarlo.
- Me voy cariño, vengo dentro de un rato.


Espero que les halla gustado este capítulo.
Espero sus comentarios y sugerencias.
Les pido mil disculpas por haberme atrasado muchísimo. Ya ñe falta poco para terminar, por lo tanto les adelanto un pedazo de las historias que voy a subir. Aclaro :los títulos que le ponga acá puede ser o no, es con el que lad guardo.

Mamoru tiene un romance con Chibiusa:

Un hombre de traje negro se me acerco.
-Señorita le solicitamos que vaya a la mesa del señor Chiba.
Le dije a Hotaru que me disculpara un momento y fui atrás del señor. Me intrigaba saber quién era el señor Chiba. Era el pelinegro en persona que estaba tomando un trago, ya se había desecho de las mujeres.
-Hola, me llamo Mamoru Chiba. Y tú?
-Hola, señor Chiba - colorada como un tomate - me llamo Chibiusa Blackmoon.
-me puedes decir Mamoru, chibiusa. - Me sonreí.

Hino mala:

Me pongo a cantar mentalmente una canción.
Cuando se abre de pronto la cortina, siento que mi corazón late tan fuerte que se va a salir.
- ¿Qué haces aquí? - me dice con voz autoritaria.
Levanto un poco mi pasamontañas sin quitar mi ojos de los suyos azules zafiros, hasta mi nariz, mostrando una sonrisa de lunática en mi labios carmesí.
- Vengo a recuperar lo que es mío- en un tono de niña dulce.
Ante la mirada de estupor y confusión, me cuelgo de cuello besando su boca.

Jebabre

- Serena, como es posible que no tengas edulcorante.
Se quejaba a los gritos Rei, mientras subían las escaleras de emergencia hasta el departamento de Darien.
Al llegar a la puerta le toco el timbre. Oigo que pregunta desde el otro lado, ¿ quién es?.
- Serena.

Gracias por llegar hasta aquí.
^_^

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