Capítulo 1: Hola Inglaterra

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{ALEX POV}

*UN MES MÁS TARDE*

Me desperté asustada por la alarma que no paraba de sonar, a regañadientes la apagué y me quedé un poco más en la cama, bostecé y me estiré.

Miré el reloj eran las 6:00 de la mañana. Hoy iba a ser el día en el que me iría a Inglaterra, en concreto a las afueras de Londres, con Mark y Roy Sanders, esos nombres han estado en mi cabeza durante todo este mes. Me pregunto cómo serán, son nombres de chico, a lo mejor son una pareja gay, o unos solterones de cuarenta años, no lo sé, durante este mes me han venido tantas teorías de cómo sería mi "familia inglesa" que creo que me estoy volviendo loca, lo único que sé de ellos es su nombre y la ciudad donde voy a vivir. Esto de no saber nada me enfada, porque odio las sorpresas sobre todo si son malas, porque lo que no quiero es estar un año entero viviendo con unas personas que sean malas o que me traten mal o simplemente que pasen de mí.

-Alexandra cariño ¿estás despierta?-dijo mi madre sacándome de mis pensamientos y encendiendo bruscamente la luz.

-Ahora sí, gracias mamá por ser tan delicada-le dije con todo el sarcasmo que mi voz de recién levantada me podía permitir.

-Venga, vamos arriba que en una hora tenemos que estar en el aeropuerto-dijo mi madre destapándome, haciendo que me vuelva un ovillo.

-Ummmm-le gruñí.

Ella se dio la vuelta y salió de mi habitación. Me reincorporé y me estiré. ¿Por qué el maldito vuelo salía tan temprano? las personas normales sacan los billetes de avión a una hora razonable, pero mis padres no, mis padres hacen todo lo contrario a personas normales. El vuelo salía a las 8:15 de la mañana, (bueno puede que no sea tan temprano pero a finales de agosto que todavía la gente esta de vacaciones no).

Me levanté y abrí mi armario que estaba vacío, ya que toda mi ropa estaba en el maletón enorme que me llevaría conmigo; sólo había en mi armario la ropa que llevaría hoy para el viaje: unos vaqueros, una camiseta sencilla, una sudadera por si en Inglaterra hacía frío y mis vans azules favoritas, quería ir cómoda.

Me vestí, me lavé la cara y me cepillé el pelo dejando que mi pelo castaño caiga haciendo ondas (cómo odiaba mi pelo, es que no era ni liso, ni rizado, hacía lo que quería, unos días estaba rizado y al otro liso, y hoy tocaba el pelo medio ondulado... Creo que va según la humedad...pero no estoy muy convencida...).

Una vez que me hube peinado, me puse un poco de rímel en mis pestañas y un poquito de brillo de labios, cogí mi colonia favorita y me la eché inspirando aquel bonito olor. Cuando ya estaba lista, salí de mi habitación, baje las escaleras y llegué a la cocina donde se encontraban mis padres desayunando con cara de zombies, ya que todavía no se habían despertado, no los culpo no están acostumbrados a despertarse tan temprano.

-Buenos días-dije alegremente.

-Buenos días -respondieron al unísono.

Me senté en la mesa redonda de la cocina al lado de mi padre y mi madre me sirvió una tostada con mantequilla que empecé a devorar como una loca.

-¿Estas nerviosa, Alexandra ?-dijo mi padre, no pude reprimir una carcajada cuando vi su cara de sobado, se le habían pegado las sábanas esa noche-¿De que te ríes?-dijo cortante.

-Papá no te ofendas pero...-comencé a decir riéndome- es que tu cara... Pareces...

-Vale suficiente. Venga Alexandra termina de desayunar, que vamos justos de tiempo-dijo mi madre, como siempre dando órdenes, pero la quería mucho, así que asentí y me terminé la tostada y el vaso de leche.

Viviendo con gemelos ||(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora