Epílogo: No pienso cometer el mayor error de mi vida

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{MARK POV}

Dejé las llaves sobre la isla de la cocina, me sequé las lágrimas y me pasé una mano por el rostro.

–Es una faena que tengamos que mudarnos y volver a empezar de cero–dijo Roy, le miré y me limité a asentirle.

Me fui por el pasillo y me pasé la mano por el pelo, intentado ser fuerte y no ponerme a llorar.

Me paré en frente de la antigua habitación de Alex, que ahora estaba vacía y sonreí como un tonto cuando tantos recuerdos me inundaron la mente. Entré y me encontré con Cookie tumbado en su cama, me senté al lado suyo, él me miró sin saber que pasa.

–Cookie, mi princesa no va a volver–le dije acariciándolo, él inclinó la cabeza sin saber muy bien de lo que hablaba.–¿La echas de menos?–le pregunté, ¿qué hago hablando con un chucho? No me va a responder.

Cookie saltó de la cama, me miró y se fue, rodé los ojos y me tumbé en la cama mirando hacia el techo.

Sonreí amargamente ante el recuerdo de el primer día que llegó, de luego como cumplió mi sueño, todas nuestras discusiones, cuando estaba con Paul (qué idiota es Paul); tantos de los besos que le he robado, cuando se sonrojaba ante mi presencia, cuando estábamos juntos y dormíamos abrazados, cuando me hizo sentir muchas cosas que otras mujeres no habían conseguido, sus deliciosos labios que tanto me gustaban besar, su suave pero firme tacto, su sonrisa, su pelo revuelto por la mañana y sus enormes ojos negros mirándome cautelosamente y escondiendo muchas emociones detrás de ellos que más tarde descubrí.

Noté mi rostro húmedo, ya estoy llorando otra vez como el idiota que soy.

Cogí mi móvil y vi el fondo de pantalla, salíamos Alex y yo, yo la abrazaba desde atrás y apoyaba mi cabeza en su hombro mientras sonreíamos de oreja a oreja mirando a la cámara.

Me metí en mi galería de fotos y comencé a ver la últimas fotos casi todas de los dos juntos, me paré a ver una que le hice a Alex un día cuando se acababa de despertar, salía ella envuelta en mis sábanas, con los ojos adormilados y su pelo totalmente revuelto.
Una vez un viejo amigo me dijo que de verdad se está enamorado de alguien cuando esa persona se acaba de despertar y te parece la más hermosa del mundo. Miré mi móvil, ¿y sabéis que veo? No estoy viendo una foto de la persona más hermosa del mundo, estoy viendo a la persona más hermosa de todo el UNIVERSO.

Me levanté de la cama corriendo, me quedé quieto ya que al levantarme tan rápido me había mareado, cuando ya estaba bien fui al salón donde se encontraba Roy.

–Me da igual lo que diga el padre de Alex, la quiero y no pienso cometer el mayor error de mi vida quedándome quieto sin hacer nada, así que voy a buscarla donde haga falta, removeré cielo y tierra y dejaré todo atrás, quiero que ella sea la madre de mis hijos, hacerla feliz, casarme con ella, mimarla, dormir junto a ella todas las noches hasta que me muera y jamás de los jamases decepcionarla–le dije a Roy mientras me paseaba nervioso por el salón.

–Estaba esperando a cuando te ibas a dar cuenta–me dijo sonriendo.

–Entonces ¿Dónde está mi pasaporte? Voy a buscar a mi princesa–dije, Roy frunció el ceño.

–Creo que quieres decir "¿Dónde están nuestros pasaportes?" porque hermano sabes que siempre estoy contigo y te seguiré donde haga falta–me dijo mi hermano gemelo.

–Gracias Roy–le dije, él me puso la mano sobre el hombro y me guiñó el ojo.

–Bueno y ¿por dónde empezamos a buscar?–me preguntó.

–No tengo ni puñetera idea–dije encogiendo los hombros, ambos nos empezamos a reír.

Voy a encontrar a mi princesa, me da igual lo que diga el Sr Jiménez, no me voy a dar por vencido, cueste lo que me cueste estaremos juntos y no pienso dejar que nada ni nadie me lo impida.

Viviendo con gemelos ||(EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora