Viviendo con gemelos ||(EDITANDO)

Capítulo 18: Mark, creo que hemos metido la pata

{ALEX POV}
Tanto a Paul como a mí ya nos han dado el alta en el hospital, él se fue con su familia a su casa hace un buen rato, todos los Morgan estaban muy afectados, y yo estaba esperando a que vinieran a recogerme los gemelos que como siempre llegan tarde, y como me aburría pues empecé a dar una vuelta por el hospital, tenía que ir cojeando debido a la herida de la pierna. Este hospital era enorme, era el hospital en que tantas veces he venido en estos tres meses (¿ya llevo en Inglaterra tres meses? qué rápido pasa el tiempo), llegué a la cafetería, donde los médicos y demás trabajadores del hospital estaban comiendo y algún paciente al que le dejaban salir de la habitación.

-Alexandra-gritó alguien mi nombre, miré por toda la cafetería pero no pude identificar la voz-Alexandra-volví a oír, pero esta vez sí sabía de quién era esa voz, era de mi médico el Dr. Anderson, un hombre joven, atractivo y muy buen profesional, probablemente era el mejor médico de este hospital y según me han contado las enfermeras también tiene mucha fama con las mujeres. Avancé cojeando por la cafetería hasta que llegué a la mesa donde estaba el doctor comiendo con un montón más de médicos.

-¿Me ha llamado Dr Anderson?-le pregunté, él me sonrió.

-Ven siéntate con nosotros-me dijo, yo cogí una silla y me senté con todos los médicos mirándome, me sentía intimidada.- ¿No deberías de estar ya en casa?-me preguntó el Dr Anderson.

-Sí, pero los gemelos están en un atasco-dije, todos los médicos me miraban de arriba a abajo.

-Típico de los Sanders, no hay mes que no tengamos alguno de ellos en urgencias-dijo riéndose, todos los demás médicos comenzaron a reírse, se nota que le están haciendo la pelota a este talentoso y joven doctor.

-¿Alex?-me preguntó una voz demasiado conocida, era Mark.

-Hablando del rey de Roma que por la puerta se asoma-dijo el Dr Anderson, me di la vuelta y ahí estaba Mark. Anderson se levantó y saludó a Mark con un abrazo de "machos", parecen tener mucha confianza.

-Ya estás intentando robarme a la chica-dijo Mark de tono burlón hacia el Dr Anderson.

-Encantadora, pero demasiado joven para mí-le dijo a Mark mientras me miraba, yo me puse colorada.

-Deberíamos irnos-dije levantándome y dando por finalizada la conversación ya que me sentía incómoda, con tantos médicos mirándome.

-Espero no veros a ninguno de los dos por aquí en mucho tiempo, que eso significan malas noticias-dijo el doctor dándonos un abrazo a cada uno.

-Quedamos un día para tomar una copa. Adiós Anderson -dijo Mark, el Dr Anderson se río y asintió, y Mark y yo nos fuimos.
Me monté en el coche, en el asiento del copiloto y Mark al volante. Me puse el cinturón y estaba esperando a que Mark arrancase el coche pero no lo hacía.

-¿Dónde está Roy?-dije dándome cuenta de su ausencia, pero Mark me ignoró, pero tampoco arrancaba el coche, estábamos parados en medio del parking del hospital, en silencio ¿qué le pasa?, de repente se gira y se me queda mirando, me está entrando un poco de miedo, y empieza a llorar, ¿qué narices Mark llorando?, y me abraza sin casi dejarme respirar.

-Lo siento princesa, lo siento-me decía una y otra vez mientras sollozaba abrazado a mí.

-¿Mark de qué hablas?-le pregunté, él se separó y me miró con los ojos hinchados y rojos de haber estado llorando.

-Siento todo lo que te ha hecho mi padre, el monstruo que es, que te haya hecho sufrir de esa forma, lo siento mucho Alex-me decía hablando rápido.

-Mark, ven aquí-le dije abrazándolo- No tienes la culpa, no estoy enfadada con nadie y mucho menos contigo- le dije pasándole la mano por el pelo, él me miró y me sonrió, yo le sonreí, él se secó las lágrimas rápidamente.