"De castillos amurallados y pequeñas brechas"
Pocas veces era capaz de considerar a una persona parte de su vida, y las personas que consideraba así eran realmente pocas, tal vez podría contarlas con sus dedos. Además de su madre, sus abuelos paternos y su perro había ciertas personas que consideraba "amigos" o algo parecido, ninguno iba a su escuela, lo que era triste, pero ahí estaban apareciendo de alguna forma en su vida.
Estaba su primo SeokJin, que ahora vivía en otra ciudad por la universidad pero que seguía siendo su consejero. El novio de su primo, Namjoon, quien le parecía un hyung muy genial que le compraba discos para ganar su aprobación. Luego estaba el hyung que trabajaba en la tienda de música Yoongi y su vecino Hoseok al que había sorprendido acosando al primero, estos dos eran como polos demasiado opuestos, pero complementarios. Hoseok era un revoltoso rayo de luz, bailarín, demasiado alegre y energético para este mundo. Y Yoongi era más bien un tempano de hielo, que disfrutaba de la tranquilidad y el dormir. Sorprendentemente se llevaban bien, tal vez por sus intereses compartidos. Luego estaba el hermano menor de Hoseok, Jimin. El chico era como la conciencia del grupo, siempre evitando posibles futuras catástrofes y prediciendo escenarios en los que se podían ver involucrados por lo lanzado que era Hoseok, lo temperamental que era Yoongi o lo curioso que era él. El chico era una combinación entre un hada y un ángel.
Ese era su círculo y su zona de confort. A cada uno de ellos les había costado abrirse espacio en su vida, pues inevitablemente él ponía muros invisibles alrededor de su existencia, pero de alguna manera todos ellos eran brechas en los muros por las que se habían escurrido hasta entrar.
Sin embargo Kim Taehyung no se conformaba con solo abrir una brecha, él quería derrumbar todo el maldito muro desde los cimientos. Y era algo que él pudo presentir la primera vez que cruzaron miradas. Sintió todo el muro temblar, casi como si hubiera recibido un golpe tremendo, de esos que solo salen en las películas, desde el otro lado por parte de algún enemigo que amenazaba con derrumbarlos.
Y así él lo vio. Como una amenaza, algo inseguro y nuevo a lo que no estaba para nada acostumbrado.
Por eso desde ese momento ya no se quedaba viendo a Kim Taehyung mientras leía un libro en los recesos, ya ni siquiera pasaba los recesos sentado en su pupitre haciendo cualquier cosa. Desde entonces se decidió por un espacio oculto entre dos máquinas de refresco que se encontraban junto a la puerta que guiaba al patio trasero, le resultaba sorprendentemente cómodo, aunque estrecho.
Sabía que estaba siendo exagerado, chocas miradas con al menos quince personas al día, pero ninguna de esas otras catorce personas con las que chocó miradas ese día lo dejó sintiéndose estúpidamente vulnerable e irracionalmente tentado a acercarse.
Era consciente de que Kim Taehyung era guapo, sin embargo se negaba rotundamente a aceptar que tenía algún tipo de atracción, aunque fuera meramente física, por él. Un enamoramiento solo dificultaría las cosas, lo sabía, generalmente cuando alguien le gustaba entraba en un estado zombie de lindas cosas y unicornios, o al menos así fue la primera y única vez que estuvo en la situación. Sea como sea, no quería terminar así de nuevo. No, no y no.
Además de nada iba a servir sentir atracción por él si de todas formas no se le iba a acercar. Así que no había nada que hacer, no, no y no, a él no le gustaba nadie y fin.
La campana del primer receso sonó despertándolo de su largo monólogo mental. Recogió sus cosas dejando su escritorio ordenado para la siguiente clase y tomando unas galletas de su mochila salió del aula al encuentro de su nuevo escondite.
Compró esta vez una lata de refresco en la máquina y se sentó con las piernas estiradas sobresaliendo. Bien, le decía escondite al lugar pero no tenía la mínima intención en esconderse.
Pensaba en si debía o no pedirle a su hyung que lo dejara trabajar en la tienda de música para conseguir el nuevo álbum de IU o si debía de mejor romper alguna de sus alcancías cuando escuchó un grito rabioso cerca. Se puso de pie intentando distinguir las palabras por mera curiosidad.
Asomó su cabeza entre las máquinas expendedoras intentando ver si alguien se aproximaba por el pasillo o a que se debía tanto griterío. Escuchó unos pasos acelerados que corrían hacia esa dirección y se tensó al ver al castaño que había ocupado sus pensamientos al principio del día entrar en su campo de visión.
Luego todo pasó muy rápido. Taehyung tiró la lata que llevaba en las manos directo a las puertas que guiaban al patio haciendo que una de ellas se moviera haciendo crujir las bisagras. Contrario a lo que pensó el chico no siguió recto si no que volteó en dirección a él.
Y esta, señores es la historia de cómo terminó con Kim Taehyung compartiendo el espacio entre las máquinas expendedoras. El mayor apenas había logrado ocultarse cuando pasaron unos dos chicos de su clase hechos una furia deteniéndose frente a la puerta mirando las dos opciones que tenían durante un segundo antes de seguir de largo hacia el patio.
Se permitió respirar tranquilo cuando ellos se fueron y Kim Taehyung salió de su pequeño escondite apoyándose en la pared frente a él para normalizar su respiración, alterada por la carrera.
Él volvió a deslizarse hasta topar el suelo esta vez encogiendo sus rodillas hasta terminar como una pequeña bola en medio de las máquinas. Miraba curioso al chico frente a él que aún parecía tener problemas para recobrar el aliento.
Hizo lo primero que se le pasó por la mente.
-¿Quieres lo que queda?-Dijo lo suficientemente alto para ser escuchado, tendiendo la lata de refresco aún fría hacia Taehyung. Quien finalmente alzó la mirada observándolo a los ojos desde que había aparecido doblando la esquina. Fue el mismo golpe, la misma sensación que lo hizo querer hacerse más pequeño en su lugar, Kim Taehyung tenía una mirada tan penetrante.
-Oh, cierto-Dijo como acordándose de algo antes de caminar hacia él y tomar la lata-Gracias por esto y perdón si te asusté, eso tipos son unos idiotas-Explicó sonriendo de lado antes de llevarse a los labios la lata tomando el contenido- Soy Kim Taehyung, por cierto.
-Jeon Jungkook-Dijo haciendo un gesto con la cabeza-En realidad voy a tu clase.
-Eso lo sé, compartíamos el salón en los recesos. Me abandonaste, Jeon-Dijo dramáticamente- En fin, nos vemos luego. Si preguntan por mí ni siquiera me conoces ¿ok?-Lo miró amenazantemente durante unos segundos, cosa que le molestó por un momento, pero terminó asintiendo no muy seguro. Mostrándose conforme se fue agitando su mano.
Oh Jin, de verdad tengo que contarte sobre alguien muy interesante.
...
¡Hola!👋
Lamento mucho si el capítulo les resulta corto, normalmente intento llegar a un mínimo de 1500 palabras por capítulo, pero esto se me hizo algo difícil de lograr en un principio. Digamos que no me organizaba muy bien. En fin.😧
¿Qué les parece?
De verdad espero les guste. Nos vemos en otro cap. 💕
Bye,SKS💛
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Anti Social Social Club
FanfictionUno era ignorado por la sociedad Mientras el otro ignoraba a la sociedad Donde Jungkook quiere descubrir todas las miradas, sonrisas, facetas y todo lo que el enigma de ser Kim Taehyung implica. Y donde Taehyung quiere destrozar aquel pensamiento q...