O N C E

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"Baños y corbatas"

Así, estando prácticamente sentado sobre Kim Taehyung, con sus manos sosteniendo su cintura haciendo que su mente se le volviera una maraña de pensamientos que intentaba disimular comportándose como siempre.

Él y Taehyung eran amigos, y aunque en palabras se limitaran solo a eso, sus actos se adelantaban unos cuantos pasos más allá, y eso lo confundía. ¿Estaba bien?

Superada su repentina incomodidad inicial, y ya demasiado cansado de no haberle llevado la contraria al mayor en ese día prácticamente obligó al castaño a que lo soltara. Así regresaron a su posición de siempre mirando el techo, de manera que él pudiera concentrarse más en lo que le decían, que en las manos de Taehyung sosteniéndole.

Entonces, y para su sorpresa, Taehyung le empezó a contar sobre Dongsun y Chulseung. Desde el primer momento del relato su ceño estaba fruncido, y para cuando terminó Taehyung de contar todo lo que había pasado poco le faltaba para agarrar una escoba y rompérsela en la cabeza a alguno de los dos idiotas.

Aunque Kim, como siempre demasiado observador, se dio cuenta de sus ganas de hacer correr sangre y lo obligó a prometerle que no intentaría absolutamente nada que involucrara a esos dos si no quería ver un microondas dentro de su cocina apenas él se enterara.

Luego de eso se fue de su casa, no sin recordarle antes su amenaza.

Y él se despidió con una sonrisa y un "lo tendré presente".

Creo que a mamá le agradará la idea de que le regalen un microondas por el próximo día de las madres, aunque a él no le haga tanta ilusión el tema. Pero valía la pena.

Se cambió y tomó algo de dinero, ya que no quería hacer al mayor gastar dinero, y se fue al centro en busca de alguna tienda que vendiera los dichosos microondas.

Mientras iba caminando, pensaba en qué rayos iba a hacer.

Una idea pasó por su cabeza y tomó su celular marcando el celular de uno de sus hyungs. Sin embargo luego de tres tonos el contestador de Yoongi lo invitó cordialmente a no volver a llamar. Gruñendo terminó marcando el número de Namjoon. Le gustaría haber podido hablar con Yoongi, ya que él era mucho menos propenso a pedir explicaciones que Nam hyung, pero suponía que no le quedaría de otra que explicarse.

-Nam hyung-Saludó cuando su llamada fue tomada.

-Jungkook-Saludó el alto-Que raro que te acuerdes de llamarme hyung. ¿No vas a pedirme dinero o sí?-El rio frente al tono desconfiado del mayor. Y entrando finalmente al centro comercial, el del gran letrero, se dirigió a una electrodoméstica.

-No es precisamente dinero-Respondió-Pero necesito hacerte una pregunta.

-Si es sobre donde esconder un cuerpo eso le va más a Yoongi o Jimin, aunque no parezca.

-No es sobre eso.-Aclaró pensando en lo terroríficos que se volvían los dos mencionados al enojarse. Sacudió su cabeza mientras se internaba en un pasillo lleno de microondas. Respiró profundamente.-Hyung...¿Cómo le puedo romper la nariz a alguien de un golpe?

-Eso...Ok, debería de preguntar por qué, pero ahora estoy algo ocupado. Pero vas a tener que decírmelo tarde o temprano.-Inició Namjoon haciéndolo suspirar aliviado.-Solo dime que es por una buena causa.

-Es por la mejor causa que podría tener en la vida.

-Bien-Contestaron al otro lado de la línea.-Solo no le digas a Jin que te dije.

Sonrió triunfante ante esa respuesta y empezó a escuchar las recomendaciones de su hyung mientras elegía que aparato del demonio se llevaría a casa.

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