Sandra
Otro día más en el hospital. Esta vez me tocaba el turno de tarde. Estaba esperando a la Dra. Díaz y a Nagore en la sala de reuniones. Estaba repasando los casos que habíamos tenido últimamente.
Levanté la vista y vi como se abría la puerta. Era Nagore, entraba con dos cafés en la mano.
Nagore: ¡Buenas tardes! Qué aplicada te veo.
Sandra: Buenas tardes. Repasando viejos casos.
Nagore: Toma, te he traído un café.
Sandra: Ahh muchas gracias, iba a ir a por uno ahora.
Nagore: Pues ya no hace falta, aquí lo tienes.
Nuestras manos se rozaron mientras intercambiamos el café. Una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies.
Sandra: ¡Me has pasado la corriente!
Nagore: No, guapa, has sido tu a mi.
Nos empezamos a reír y mientras dábamos el primer sorbo al café, se abrió la puerta y entró la Dra. Díaz.
Nagore
Llevábamos tres horas del turno, había llegado un paciente que había sufrido un accidente y tenía un fuerte golpe en la cabeza. Estaba inconsciente. Sandra y yo habíamos subido a la habitación a ver si se había despertado.
Sandra estaba comprobando las constantes y yo le estaba comprobando las pupilas, de repente los ojos del paciente se abrieron.
Paciente: ¿Donde estoy?
Nagore: Esta usted en un hospital. ¿No se acuerda de nada?
Paciente: No. ¿Qué hago aquí?
Sandra: Ha tenido un accidente y ha estado inconsciente. Le estamos haciendo pruebas.
Paciente: ¡Me quiero ir de aquí!
Entonces se levantó de la camilla, me pegó un puñetazo en plena ceja para apartarme y salió corriendo. A los pocos segundos, se desplomó en el pasillo.
Sandra: ¡Avisad a la Dra. Díaz, rápido!
Sandra salio detrás del paciente. Pero a los pocos minutos estaba a mi lado.
Sandra: ¿Cómo estás?
Nagore: Pues dolorida...
Sandra: Vaya brecha tienes... Ven, que creo que va a necesitar puntos...
Estaba un poco mareada, así que Sandra me ayudó a llegar a la sala de curas. Allí me limpió la herida con unas gasas.
Sandra: ¿Te duele?
Nagore: Un poco...
Sandra: Conmigo no tienes que hacer la dura eh
Nagore: Pues entonces sí, duele bastante sí
Sandra: Jajajaja
Me cerró la herida con un par de puntos y me tapó la herida con un apósito. Luego, ambas, nos fuimos a donde estaba el paciente. Que volvía a estar inconsciente.
Dra. Díaz: ¿Qué te ha pasado en la ceja?
Nagore: Nada, que el paciente me ha dado un puñetazo cuando se ha levantado, pero no es nada.
Dra. Díaz: ¿Pero te encuentras bien?
Nagore: Sí, ya está curado, Sandra me ha puesto un par de puntos y ha dejado de sangrar.
Dra. Díaz: Tendrás que hacer un parte de lesiones.
Nagore: Pero no ha sido nada.
Dra.Díaz: Ya, quizá no haya sido nada, pero tienes la obligación de informar de estas cosas. Sandra redactarás tu el informe con lo que le hayas hecho y yo lo firmaré.
Sandra: Vale, perfecto. Me pongo a ello ahora.
Nagore: ¿Cómo está el paciente?
Dra.Díaz: Estable pero inconsciente. Tu, Nagore, deberías ir a casa a descansar después del golpe.
Nagore: Estoy bien doctora, puedo acabar el turno y después me marcho a descansar.
El turno acabó, sin grandes novedades, el paciente seguía incosciente en la UCI. Antes de irme a casa, Sandra me volvió a curar la herida, que cada vez estaba mejor.
Sandra: Vaya cara se te va a quedar...
Nagore: Mi cara es preciosa siempre, eso me dará un toque irresistible.
Sandra: ¡Qué tonta eres! Jajaja Ahora en serio, cuando llegues a casa, ponte hielo porque se te va a hinchar...
Nagore: Si, ahora que eres mi médico te tendré que hacer caso...
Sandra: O sea solo me haces caso por eso... ¡Muy bonito sí!
Nagore: Jajaja que no tonta, yo siempre te hago caso.
Nos despedimos y le prometí que me iba a poner hielo nada más llegase a casa, y eso hice. No quería que se me hinchase mucho. A ver que tal estaba mañana.
----
¿Os ha gustado?
Dejadme vuestras ideas para los próximos capítulos.
Twitter: EresRefugio
ESTÁS LEYENDO
Hospital Marie Curie #Sangore
RomanceNagore, 23 años, será nuestra protagonista, empezará a vivir la vorágine de estar en un gran hospital. Conocerá a gente que le hará la vida más fácil y otros que se la intentarán arruinar. Le pasarán mil aventuras y conocerá el amor y el odio.