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Nagore

Desde el beso no sabia nada de Sandra. Hoy me tocaba trabajar con ella ocho horas, así que en algún momento tendría que hablar con ella.  Así que como otra mañana más, me duché y me vestí, cogí la moto y me fui para el hospital. Entré y no había ni rastro de ella, así que me fui al vestuario. Allí estaba. 

Nagore: ¡Buenos días guapa!

Sandra: Hola... 

Nagore: ¿Estás bien? Te he escrito estos días y no...

Sandra: He estado un poco mala y he desconectado de todo un poco. Lo siento por no contestarte. 

Nagore: No te preocupes, pero... ¿Estás bien?

Sandra: Sí, tranquila. Venga, vamos, que vamos a llegar tarde. 

Ambas nos cambiamos de ropa en silencio y nos fuimos donde nos esperaba la Dra. Díaz. Nos dirigimos hacia nuestro primer paciente.

Sandra

Había estado pensando estos dos días sobre el beso. En realidad me había gustado pero a mi nunca me habían gustado las mujeres. Pero Nagore me parecía muy atractiva y me gustaba pasar tiempo con ella. Agarrarme a ella mientras íbamos en moto, ver su sonrisa cada mañana, que me dijera guapa cada vez que nos veíamos. Tenía que hablar con ella, porque quería que formase parte de mi vida. 

Acabamos de terminar con el primer paciente del turno. Faltaba hacerle el alta, yo siempre me encargaba de escribirla y la Dra. Díaz la firmaba. Así que me había ido a la cafetería, con mi café con leche para escribirla. De repente noté una sombra en la mesa y levanté la vista y era Nagore.

Nagore: ¿Me puedo sentar contigo?

Sandra: Sí, claro. 

Nagore: ¿Cómo vas con el alta?

Sandra: Pues me queda poco ya, escribir un par de cosas solo. Nago... Yo te quería hablar del otro día... Lo del beso...

Nagore: Ya... Lo siento, no quería que te sintieras mal...

Sandra: No, si no me sentó mal, todo lo contrario. 

Nagore: ¿Entonces porque te quisiste ir?

Sandra: No se... Que... quiero repetirlo, porque me gustó.

Nagore: No te preocupes que lo repetiremos, porque a mi también me gustó. 

Ambas nos miramos, nuestros ojos brillaban más que nunca. Mientras acaba de escribir el alta seguimos charlando, entre nosotras jamás faltaban temas de conversación. 

Nagore

La verdad es que pensaba que Sandra estaba enfadada conmigo pero resulta que era todo lo contrario. No podía estar más feliz. Aunque aún quedaban muchas cosas por hablar con ella. Pero antes había que trabajar y acabar el turno. Todavía nos quedaban cuatro horas. 

Estaba siendo tranquilo, no teníamos muchas urgencias, así que mientras la Dra. Díaz nos iba explicando viejos casos. También tuvimos tiempo para ver a los paciente que habíamos tenido en los días anteriores. 

Subimos, Sandra y yo, a la novena planta, donde estaban los pacientes ingresados. En el ascensor también subían un par de enfermeras con nosotras. Pero ellas se bajaron en la tercera planta. Se cerraron las puertas y ambas nos quedamos solas dentro, mientras subíamos. 

Sandra me agarró de la cara y me miró a los ojos. Y me besó. Juntó sus labios con los míos en un tierno beso. Después la rodeé con los brazos y nos acabamos abrazando hasta que la puerta se abrió. Ambas nos miramos y salimos del ascensor, con una sonrisa de oreja a oreja.

Acabó el turno y me dirigi al vestuario a cambiarme e irme a casa. Sandra se había quedado con la Dra. Díaz para preguntarle un par de dudas que tenía sobre un artículo que estaba escribiendo. Acabé de vestirme y decidí esperarla allí. 

Sandra: Pensé que te habías ido ya...

Nagore: No, te estaba esperando. 

Sandra: Gracias, porque me moría de ganas de hacerte esto. 

Se acercó a mi, me agarró la cara con sus manos y me besó. Fue un beso intenso, nuestras lenguas jugaban dentro de nuestras bocas, buscándose, acariciándose y saboreándose. Nos separamos para respirar y nos miramos a los ojos, con nuestras frentes apoyadas. 

Nagore: Si que tenías ganas si... 

Sandra: Ya ves... Jajaja

Nagore: ¿Quieres qué hagamos algo esta tarde?

Sandra: Podíamos ir a una cafetería muy chula que hay por mi barrio, porque yo necesito ir a casa a ducharme y cambiarme. Si quieres quedamos a las 17:30 horas. 

Nagore: Vale, pues quedamos a esa hora en tu portal y de allí vamos. 

Sandra: Perfecto, pues luego nos vemos guapa.

Sandra se marchó pero antes me dejó un beso en los labios. 


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Twitter: EresRefugio




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