27

709 29 4
                                    

Nagore

Llevaba ya tres días en el hospital. Hoy finalmente me darían el alta y tenía muchas ganas de volver a retomar mis costumbres. Aunque todavía tardaría un tiempo en volver a trabajar. Mis padres se iban esta tarde así que nos iban a acompañar a casa y allí comeríamos todos juntos. 

Sandra: ¡Hola cariño! ¿Cómo estás?

Nagore: ¡Hola preciosa! Ahora mejor, tengo unas ganas increíbles de llegar a casa. 

Sandra: Normal, en nada estamos allí tranquila.

Nagore: ¿Y mis padres?

Sandra: Se han quedado en casa, porque les dije que no íbamos a tardar.

Sandra me ayudó a vestirme y después estuvimos esperando al médico para que nos diese el alta. También nos dio algunas recomendaciones para los próximos días. Tras recoger un poco las cosas que teníamos en la habitación del hospital, nos marchamos a casa. 

Sandra

Cuando llegamos a casa, estaba todo como lo había dejado. Había decorado la casa para darle la bienvenida a Nagore con flores y globos por todos lados. 

Sandra: ¡Bienvenida a casa de nuevo cariño! 

La abracé y la besé, no me importó que estuvieran sus padres delante, pero es que mientras había estado en el hospital había pensado en todo y no quería perder tiempo, había que aprovechar la vida al máximo. 

Estuvimos comiendo todos, recordando viejos momentos y me estuvieron contando anécdotas de Nagore de pequeña. La verdad que era un momento feliz después de todo el calvario que habíamos pasado. Volver a tener a Nagore en casa me hacía sentir muy feliz. 

Sus padres se marcharían esta misma tarde, tenían que volver al trabajo. Así que esa misma tarde los llevaría a la estación, también quería agradecerles todo lo que habían hecho por mi en este momento. 

Sandra: Quería proponer un brindis. Un brindis por Nagore y por su maravillosa familia, que después del gran susto que nos ha dado la niña ha hecho que nos unamos más y he descubierto las grandes personas que sois. Gracias por tratarme tan bien en estos momentos tan difíciles, os prometo ir a visitaros pronto, seguro que a Nagore le viene bien estar con los suyos una temporada. 

Los miré a todos a los ojos y todos tenían los ojos brillosos. Así que me levanté y les dí un abrazo a cada uno. Ya me sentía parte de esta familia, me hacían sentir en casa. 

Nagore

Por fin me sentía bien, los dolores de cabeza no habían aparecido más, la semana que viene tenía el último control para decidir si podía volver a trabajar o tenía que esperar todavía un poco más. 

Cuando llegué a la consulta estaba bastante nerviosa. Sandra me calmó poniendo su mano en mi pierna que no paraba de mover. 

Dra. Romero: Hola Nagore. ¿Cómo te encuentras?

Nagore: Bien, los dolores de cabeza han desaparecido. 

Dra. Romero: Perfecto. Las pruebas han salido muy bien. Tendrás que seguir un control, de momento cada tres meses y luego cada seis y finalmente cada año.

Nagore: ¿Pero podré volver a trabajar?

Dra. Romero: Por mi no hoy problema para darte el alta y recuperar una vida normal. Aunque siempre que puedas es preferible evitar el estrés y la tensión. 

Nagore: Lo intentare sí.

Sandra desde que había vuelto a casa no se había separado de mi ni un momento, había pedido los días que le quedaban de vacaciones para cuidarme. Y quería devolverle todo este cariño haciéndole un detalle. 



----

¿Os ha gustado este capítulo?

Twitter: EresRefugio


Hospital Marie Curie #SangoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora