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Nagore

La verdad es que estos días entre naturaleza habían hecho que mis niveles de estrés fueran prácticamente cero pero tocaba volver a la rutina del trabajo. Y la verdad es que hoy no me sentía bien, me habían vuelto las migrañas. 

Así que Sandra y yo nos fuimos para el hospital para empezar el turno de trabajo. Nos pusimos el uniforme y empezamos a visitar a los pacientes. Conforme pasaban las horas cada vez me sentía peor.

Así que decidí ir a tumbarme un ratito a la sala de descanso.  Pero antes de llegar a la sala, noté como mis piernas fallaban y mi visión se volvió completamente negra antes de impactar contra el suelo. A partir de ahí solo noté como me agarraban y dejaban en una especie de camilla. Cada segundo que pasaba sentía menos, casí ya ni escuchaba lo que decía la gente que estaba a mi lado.

Sandra

Llegaba toda la mañana sin saber nada de Nagore, habíamos quedado para hacer un descanso para comer algo a mitad del turno pero no me había dicho nada. Cuando de repente una enfermera se acercó a mi corriendo. 

Enfermera: ¿Tú eres la novia de Nagore no?

Sandra: Sí. ¿Por qué? ¿Pasa algo?

En su cara vi que algo no iba bien, sus palabras me lo confirmaron. 

Enfermera: Es que se ha desplomado y está inconsciente.

Sandra: ¿PERO QUE LE HA PASADO? ¿DÓNDE ESTÁ?

Enfermera: No sé que le ha pasado, le están haciendo pruebas. Está en el box 6.

Nada más darle las gracias a la enfermera, enfilé el pasillo lo más rápido que pude, esquivando pacientes y personal del hospital hasta llegar al box 6. Estaba tumbada en la camilla, con muchos cables, también le habían puesto suero. 

Sandra: ¿Cómo está?

Dra. Romero: Lo siento aquí solo pueden estar familiares o los médicos que la llevan. 

Sandra: Soy su novia. Digame cómo está por favor...

Dra. Romero: Sigue inconsciente. 

Sandra: ¿Pero que le ha pasado? 

Dra. Romero: Se ha desmayo en mitad del pasillo pero no recupera la conciencia. ¿Le ha pasado algo estos días que pueda provocarle esto?

Sandra: Estos últimos días siempre se quejaba de la cabeza, tenía migraña. 

Dra. Romero: Pues vamos a hacerle un TAC craneal entonces. 

Entonces se la llevaron para hacerle esa prueba a Radiologia. Era raro que no se hubiera despertado ya. Yo me quedé en el box esperando a que volviera. Cuando la volvieron a traer, venía rodeada de médicos, aunque seguía sin despertarse.

Sandra: ¿Se ha visto algo en la prueba?

Dra. Romero: Sí, hemos apreciado una pequeña mancha en una zona del cerebro relacionada con el sueño, así que puede ser que no esté inconsciente sino simplemente dormida. Pero habría que operarla para intentar arreglar lo del sueño. 

Sandra: ¿Hay algún riesgo en la operación? ¿Podría afectar a otras partes del cerebro?

Dra. Romero: En una operación siempre hay riesgo. Pero por suerte está bastante localizado. 

Seguidamente la Dra. Romero me estuvo contando en que consistía la operación y me dijo también que en cuanto tuvieran quirófano, la iban a operar. También me había comentado que habían hablado con sus padres, para que les diera el consentimiento y que en unas horas estarían por aquí. 

No paré de recorrer el mismo pasillo una y otra vez. A Nagore la estaban operando y yo no podía quedarme quieta ni un segundo. De repenté vi a los lejos a sus padres, corrí para abrazarlos, se les veía igual de nerviosos que yo. 



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¿Se despertará Nagore? ¿Recordará todo?

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