Nagore
La verdad es que estaba siendo un viaje increíble y no tenía ningunas ganas de volver a la gran ciudad y mucho menos al trabajo. Así que teníamos que aprovechar estas últimas horas en Getaría.
Así que nada más levantarnos nos fuimos a la playa, la verdad es que no hacía mucha calor pero se estaba de maravilla bajo el sol. Y las vistas que tenía eran inmejorables, las playa de fondo y a Sandra a mi lado en bikini.
Nagore: Podría vivir toda la vida con estas vistas...
Sandra: Y yo, mis vistas son inmejorables.
Nagore: No, en eso discrepo, eso lo dices porque no te ves con mis ojos.
Estuvimos disfrutando del sol, de la arena y del agua hasta la hora de comer. Después recogimos las cosas del hotel y nos preparamos para hacer el viaje de vuelta a Madrid. Para evitar las típicas colas a la entrada de la gran ciudad, decidimos hacer el viaje a la hora de comer y una vez allí, comer en algún sitio.
Sandra: ¿Te lo has pasado bien en el viaje? ¿Te ha gustado?
Nagore: Mucho, me ha encantado, pero hay una cosa que no me gusta...
Sandra: ¿El qué?
Nagore: Tener que separarme ahora de ti...
Sandra: ¡Ohh qué mona eres! ¡Te como la cara! ¿Entonces te lo has pasado bien?
Nagore: Claro tonta, contigo nada puede salir mal. ¿Cuándo dices que nos vamos otra vez?
Sandra: Ahora tendrás que sorprenderme tu a mi con el destino.
Nagore: ¡Eso está hecho!
Ayudé a Sandra a dejar su equipaje en su casa, también dejé el mío para pasar a recogerlo después y nos fuimos a comer.
Sandra
La verdad es que habían sido unos días increíbles, disfrutando la una de la otra, sin nadie que nos molestase y solas. Ahora iba a ser duro volver al trabajo, pero lo más duro iba a ser separarme de ella.
Durante la comida estaba más seria de lo normal y era porque en pocas horas volvería a mi casa y ella no estaría, no estaría para abrazarme por la noche, no estaría por la mañana cuando me despertase.
Nagore: ¿Qué te pasa? Estás muy seria...
Sandra: Qué no quiero separarme de ti...
Nagore: No te preocupes cariño, que estaré aquí todo el tiempo que pueda, para que no me eches de menos mucho...
Sandra: Ya pero no es lo mismo... Yo quiero todos los días lo mismo que estos días...
Nagore: Y yo también lo quiero, pero también es bueno echarse un poco de menos...
Sandra: Ya, pero yo no te quiero echar de menos...
Después de comer volvimos a casa, nos tumbamos en el sofá, pusimos una película y nos llenamos de mimos. Estaba alargando el momento de la despedida. Pero finalmente el momento llegó.
Nagore: ¿Te paso mañana a buscarte?
Sandra: Sí... Pero no quiero que te vayas... Quédate a dormir.
Nagore: ¡Vale! Pensaba que no me lo ibas a pedir...
Sandra: Pero si no te has ido y ya te echo de menos.
Ayudé a Nagore a deshacer un poco la maleta, le dejé un hueco en mi armario para que colgara la ropa.
Nagore
La verdad es que yo también quería seguir durmiendo y despertarme a su lado y así lo hicimos. Después de disfrutar de varios orgasmos durante la noche, mi cuello era su lugar favorito para dormirse. Mañana volvíamos al trabajo y teníamos que estar descansadas.
----
¿Os ha gustado este capítulo?
Capítulo un poco flojo, pero los siguientes os van a gustar, os lo prometo. ¡¡MUCHAS GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE LE ESTÁIS DANDO A ESTA HISTORIA!!
Twitter: EresRefugio
ESTÁS LEYENDO
Hospital Marie Curie #Sangore
RomanceNagore, 23 años, será nuestra protagonista, empezará a vivir la vorágine de estar en un gran hospital. Conocerá a gente que le hará la vida más fácil y otros que se la intentarán arruinar. Le pasarán mil aventuras y conocerá el amor y el odio.