12

1.1K 42 5
                                    

Nagore

Me monté en la moto y me fui para el hospital. La verdad es que hoy no tenía ganas de trabajar, mi cabeza estaba con Sandra. Nada más llegar, le entregué la baja de Sandra a Alba, ella la subiría arriba a personal. También fui en busca de la Dra. Díaz para explicarle todo lo que había pasado y que en por lo menos 15 días no podía contar con Sandra.

El turno de noche iba avanzando, ya solamente me quedaban un par de horas para salir y Sandra no me había dicho nada, seguramente estaría durmiendo. Se me había pasado rápido porque había entrado en quirófano varias veces. 

Ahora estaba en la sala de descanso, con mi segundo café de la noche en las manos, cuando entró Alba con una carpeta repleta de papeles. 

Alba: ¡Hola! Vengo aquí en busca de paz...

Nagore: ¡Hola rubia! Ya somos dos... 

Alba: ¿Cómo va la guardia?

Nagore: Ahora tranquila, pero al principio bastante estresante. ¿Y tu como vas?

Alba: Pues sin parar... De aquí para allá toda la noche... 

Nagore: Si necesitas que te ayude en lo que sea...

Alba: Suficiente tienes tu con lo tuyo, mujer.

Nagore: Ya ves... Si necesitas una mano, aquí estoy. 

Después de un rato de charla cada una nos pusimos a trabajar. Ella a ordenar historiales para archivarlos y yo repasando casos antiguos. 

Sandra

Había dormido como un bebé, entre lo cansada que estaba y los calmantes, me acaba de despertar. Me giré y cogí el móvil para mirar la hora. Eran las nueve y media de la mañana. Hacía más de una hora que Nagore había acabado el turno. Antes de levantarme de la cama le escribí un mensaje. 

Sandra: "¡Holaa guapa! Me acabo de despertar por eso no te he dicho nada... Espero que la guardia haya ido bien. Supongo que estarás durmiendo así que cuando despiertes me dices si quieres que nos veamos, yo estaré aquí en casa. ¡Un besito!"

Me levanté y me hice el desayuno, un par de tostadas con aguacate y un café con leche. Todavía no podía apoyar el pie, así que desayuné en la mesa de la cocina. Tras desayunar me duché y me tumbé en el sofá con el ordenador, tenía algunas cosas pendientes por hacer. 

Me concentré tanto en lo que estaba mirando en el ordenador, que no me dí cuenta de la hora que era hasta que picaron al timbre. Me levanté poco a poco y miré por la mirilla. Corriendo abrí la puerta. 

Sandra: ¡Hola guapa! ¿Qué haces aquí?

Nagore: Pues que pasaba por aquí... No, que venía a ver a mi cojita. 

Sandra: Muy graciosa... Jajaja

Me acerqué a ella y la besé, echaba de menos sus labios. Tras el beso la abracé, también había echado de menos su olor. 

Nagore: Ya veo que apenas tenías ganas de verme... 

Sandra: Tampoco te lo creas tanto... Solo un poquito... Jajaja

Nagore entró en casa y cerró la puerta tras ella. Me estuvo explicando como había ido la guardia de anoche. Yo le estuve contando lo que había hecho durante la mañana. 

Sandra: ¿Porqué no me has contestado al mensaje? Pensé que estabas durmiendo todavía...

Nagore: Es que te quería dar una sorpresa, me apetecía comer contigo.

Sandra: Hablando de comida... No tengo nada...

Nagore: No te preocupes. ¿Qué te apetece comer? ¿Sushi?

Sandra: ¡Vale! ¡Qué rico!

Nagore se puso a pedir la comida por la app. En menos de treinta minutos la traerían a casa. 

Nagore

Después de comer, recogí todos los envases y llevé los platos a la cocina. Cuando volví al sofá, Sandra me esperaba tumbada tapada con la manta. 

Sandra: Ven aquí. Túmbate aquí conmigo. 

Nagore: No se me ocurre mejor sitio. 

Ella abrió la manta y nos tapó a las dos. Sandra puso una de sus manos en mi estomago y empezó a acariciarme. Poco a poco mis ojos se fueron cerrando, apenas había dormido para venir a comer con Sandra. 

Cuando desperté, no vi a Sandra. Miré la hora en el reloj que había encima de la televisión, marcaba las siete y media de la tarde. Había dormido cuatro horas de siesta.

Nagore: ¿Sandra? 

De repente escuché el ruido de la cisterna del váter y pasos hacía el salón. Estiré todo el cuerpo antes de levantarme.

Sandra: Buenas tardes dormilona. 

Nagore: Buenas tardes, ¿porqué no me has despertado?

Sandra: Es que estabas muy mona durmiendo.

Nagore: Es que en vez de hacerte compañía, he estado durmiendo toda la tarde. 

Sandra: No te preocupes, es normal. Quédate a cenar y así me haces compañía. 

Nagore: Con una condición. 

Sandra: ¿Cuál?

Nagore: Qué te haga yo la cena para compensarte por no haberte hecho compañía como te mereces. 

Sandra: Vale, pero yo te ayudo un poco. 

Nagore: Vale, pues bajo al súper a comprar y ahora subo. 

De un saltó me levanté del sofá, le dí un beso en los labios y salí por la puerta corriendo dirección al súper antes de que cerraran. 


----

¿Os ha gustado este capítulo?

Twitter: EresRefugio


Hospital Marie Curie #SangoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora