15

1K 35 4
                                    

Sandra

Abrí los ojos, tenía a Nagore enrollada en mi cuerpo tras una noche apasionada de sexo. Me encantaba mirarla mientras dormía, la estuve observando un rato hasta que me levanté sin hacer ruido y me fui directa a la ducha. 

Tras disfrutar de la ducha, me puse un albornoz del hotel y fui a la cama a despertar a Nagore. Ahora estaba boca abajo con la espalda desnuda, le empecé a dejar varios besos por toda la espalda.

Nagore: Mmmm... ¡Buenos días guapa! 

Se giró y se quedó mirándome.

Sandra: ¡Buenos días dormilona! 

Nagore: Esto sí que son buenos días, sí. 

Y me besó, me agarró de la nuca y me tiró encima suya. Una de sus manos tiró del agarre del albornoz y lo abrió, me dejó completamente desnuda. Y comenzó a recorrer todo mi cuerpo con sus manos. Me agarró del culo y me dio la vuelta, ahora era ella la que estaba encima mío. 

Su boca fue bajando por mi cuello, hasta que llegó a mis pechos, donde las masajeo y los succionó, después fue dejando un reguero de besos por mi tripa hasta mi sexo. Me abrió las piernas y se puso entre mis piernas para seguir lamiendo, jugueteando con su lengua en mi clítoris. 

Yo cada vez sentía más calor en mi entrepierna. Tuve que agarrarme a las sábanas para aguantar la oleada de placer que me estaba provocando su lengua. Cada vez me costaba más respirar, hasta que de mi garganta salió un gran sonido gutural. Nagore fue subiendo por mi tripa, por mi pecho hasta quedar frente a frente. 

Sandra: Esto sí que son buenos días.

Nagore: Es que claro, no puedes venir solamente con un albornoz, te pasa lo que te pasa...

Sandra: Si cada vez que venga así me va a pasar esto, me vestiré siempre así.

Nos abrazamos hasta que conseguimos relajarnos. 

Nagore

Después de desayunar en el buffet del hotel, nos pusimos en marcha. Visitamos la iglesia, tal y como habíamos dicho y después nos dejamos sorprender por las pequeñas callejuelas del pueblo. 

Nos compramos varias pulseras, hechas con cuerda de marinero y con conchas. Nos habíamos comprado una para cada una. Después fuimos dando un pequeño paseo hacía el puerto, donde comimos un gran variedad de pescados, todos muy buenos.

Después disfrutamos del sol y de la brisa marina tomándonos un café en una de las terrazas con vistas a la playa.  Teníamos que coger fuerzas para subir al monte de San Antón, donde nos habían dicho que había unas vistas espectaculares. 

Nagore: ¡Quién llegue última a la cima del monte paga la cena!

Sandra: Voy a ser yo, asúmelo ya. 

Nagore: No cantes victoria señorita. 

Poco a poco íbamos subiendo y cada vez era más empinada la cuesta. Al final ya se veía la cima, así que cuando quedaban unos veinte metros de subida empecé a correr para ganarle a Sandra y cuando llegué arriba abrí los brazos en señal de victoria. 

Nagore: Y la ganadora es... ¡LA MEJOR!

Sandra: Cómo...lo has hecho... si yo... llego con... la lengua...fuera.

Nagore: Es que tienes una novia en muy buena forma. 

Sandra: Si ya veo ya...

Nagore: Jajaja ha merecido la pena subir, no solo por la cena gratis sino por estas vistas

Sandra: Sí, la verdad es que son increíbles. 

Estuvimos fotografiando desde todos los ángulos las vistas, también nos hicimos nosotras fotos con el mar de fondo. Empezó a atardecer y seguimos contemplando como el sol se metía en el mar y teñía todo de color naranja.

Sandra: El paisaje es precioso y tú eres preciosa. ¿Qué puedo pedir más?

Nagore: Tú eres más que preciosa. No puedo desaprovechar esta bella estampa para decir que te quiero. Es la primera vez que te lo digo y estoy convencida que este sentimiento que aquí dentro, en mi corazón, seguirá creciendo.

Sandra me miró, tenía los ojos brillantes, se estaba emocionando. Y me besó, mientras nos besábamos una lágrima recorrió su mejilla. 

Nagore: Pero no llores, que lo que te he dicho es bonito. 

Sandra: Me he emocionado por todo lo que me haces sentir, es increíble cómo has cambiado mi vida en tan poco tiempo. Yo también te quiero, son unas palabras que siempre me han costado pronunciar por todo lo que significan, pero es que tu significas todo en mi vida y quiero seguir mucho tiempo a tu lado. 

Nagore: Me has dejado sin palabras...


----

¿Os ha gustado este capítulo? 

¡MUCHAS GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE LE ESTÁIS DANDO A ESTA HISTORIA!

Twitter: EresRefugio

Hospital Marie Curie #SangoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora