29

792 26 3
                                    

Nagore

Poco a poco mi vida volvía a la normalidad. Aunque cada día me tenía que controlar la presión para evitar que la tuviera alta. En el trabajo cada vez me sentía mejor. Y en lo personal estaba viviendo el mejor momento, Sandra no paraba de cuidarme, siempre estaba pendiente de mi. 

Nagore: Cariño, he pensado que la semana que viene podía ir a ver a mis padres al País Vasco, solamente serán unos días pero me gustaría que me acompañarás, me gustaría enseñarte los lugares donde crecí y los sitios que tengo marcados en la memoria. 

Sandra: ¡Claro me encantaría! Tengo ganas de ver a tus padres y a tu hermana y no se me ocurre mejor plan para desconectar que estar rodeadas de vegetación y tranquilidad. ¡Me encanta el plan!

Nagore: Pues ya está, ahora solo faltan que nos dejen cogernos unos días de vacaciones y listo. Mañana mismo hablaré con Marta para pedírselos. 

Acabamos de prepararnos para irnos al hospital para empezar un nuevo día de trabajo. 

Sandra

Los días pasaban y Nagore cada día estaba más emocionada por irse unos días al País Vasco, a ver a sus padres. Se le notaba que le hacía mucha ilusión porque desde el susto que nos había dado, no los había vuelto a ver, eso sí, la llamaban todos los días para preguntarle como se encontraba.

Se llevaron una grata sorpresa cuando Nagore les dijo que íbamos a ir a pasar unos días por allí. Solamente nos quedaban un par de días de trabajo para irnos a descansar por el norte, así que estábamos muy ilusionadas.

Así que empezamos a preparar las cosas para llevarlos, también habíamos comprado un par de cosas para mis suegros y mi cuñada, eran unos simples detalles pero seguro que les hacían mucha ilusión. 

A mi suegro le habíamos comprado un conjunto para ir en bici, su pantalón y su camiseta pegados para disfrutar de su deporte favorito. Para mi suegra le habíamos comprado una pulsera de plata y un fular de muchos colores. Y para mi cuñada le habíamos comprado unos auriculares de alta calidad, porque era una fanática de la música. 

Nagore

Ya estábamos en el AVE camino a Bilbao, nos esperaban unas cinco horas de viaje así que Sandra y yo nos pusimos una película en el ordenador. Era la última película de James Bond, el famoso agente 007 nos encantaba y así nos pasamos gran parte del viaje. 

Una vez en Bilbao nos vinieron a buscar mis padres, no pude evitar emocionarme porque tenía muchas ganas de verlos. Nos fundimos los tres en un abrazo de varios minutos. Después del emotivo momento, nos pusimos en marcha al coche para ir hacía la casa que mis padres tenían en la montaña. Allí pasaríamos estos tres días.

Siempre era bonito recordar donde te habías criado y donde habías aprendido todo lo que ahora te hace ser la persona que eres. Esta casa siempre sería mi hogar, el sitio donde me sentía más a gusto y más protegida. 

Esa tarde, después de instalarnos, dormiríamos en el mismo dormitorio donde había pasado mi infancia y mi adolescencia, seguía oliendo igual. Estuvimos disfrutando de la compañía de mis padres que no paraban de contarle a Sandra las diabluras que hacía de pequeña.


----

¿Os ha gustado este capítulo?

Me podéis dejar ideas para una próxima historia. ¿De qué queréis que trate?

Twitter: EresRefugio


Hospital Marie Curie #SangoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora