T H I R T Y S E V E N

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Ooh love
ooh loverboy
What're you doin' tonight?
Hey boy
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Eran las seis cuando a Brian se le ocurrió todo.

No le gustaba no haber tenido ninguna cita con su novio, pero eso cambiaría esa noche. Brian conocía un hermoso lugar, uno al que solo él iba.

—¿Mañana entonces? —preguntó Roger, que hablaba con Freddie. Los cinco iban a reunirse nuevamente.

Era algo de esperarse, ya que se habían llevado de maravilla.

—Genial, adiós —Y el rubio cortó la llamada. Brian observaba recostando su cuerpo sobre la pared, de brazos cruzados y con una sonrisa.

—¿Qué tanto miras? —pregunta el rubio, divertido.
—¿Alguna vez te dije que tus ojos son hermosos? —preguntó el mayor— siempre lo pensé, pero jamás te lo dije —y comenzó a acercarse a él— ¿Haces algo esta noche? Quería invitarte a... algo —Roger abrió los ojos de par en par.
—No, no tengo ningún plan pero... ¿Qué? —preguntó impaciente.
—Es una sorpresa —dijo, para dejarlo con la intriga y volver a su cuarto.

Roger, por primera vez en semanas, se pondría a estudiar —Obligado por Brian la noche pasada— y dejaría la práctica para mañana. Ya dominaba mejor eso de conducir.

~

Mientras que Roger estudiaba y Brian se dedicaba a leer, John y Jude seguían organizando todo. Estaban siendo bastante discretos, afortunadamente.

—El vuelo definitivo más temprano para hacer es dentro de un mes —habló el hombre una vez que dejó el teléfono en su sitio.
—Tendrías que comenzar a preparar todo.
—Ya tengo a los muchachos de la mudanza, tengo todo pago. Solo falta esperar a que comienzan a organizarse, y en menos de veinte días le diré a Brian —dijo, sin mirar a su ex pareja a los ojos.





~





—¡¿Que qué?! —Roger tenía una gran sonrisa en su rostro.
—Lo que oíste —pero Roger se quedó inmóvil— ¡Anda! Ya son las nueve, ¿Acaso quieres llegar tarde?
—Uhm... ¿No? ¿Pero realmente es necesario que tenga que ir con los ojos vendados? —Rascó su nuca.
—Más de lo que crees —el rubio miró confundido— Ahora busca una venda, anda —Brian se dirigió a la cocina mientras Roger le obedecía. Busco un pequeño compartimiento donde pueda poner los sándwiches que había preparado para esa noche. Sería una cita extraña, pero original.

Una vez que tuvo lo necesario en aquel compartimento y su mochila, subió a buscar a Roger, que estaba sentado sobre la cama con la venda en las manos, mirando el objeto con confusión.

—¿Enserio tendré que ponerme esto? —Brian rió.
—Ya deja de quejarte, rubiecito, y acompáñame —Roger se levantó de la cama y fue tras Brian. Lo siguió hasta salir de la casa.

Justo en la entrada, ambos se detuvieron y Brian dejó sus cosas en el suelo, para poder ponerle la venda a Roger en los ojos, impidiéndole ver.

Tomó su mano derecha y comenzó a caminar. Roger sentía que iba a chocar con algo o caer de manera ridícula.

—No veo nada —admitió el rubio.
—Es la idea —Brian mordió su labio inferior y negó repetidas veces.
—Vamos... al menos dame una pista —Brian pensó unos segundos, haciéndole pensar al menor que no iba a obtener respuesta.
—A la luna —dijo este, con un tono suave.
—¿Sí? —Roger levantó las cejas— ¿Y como lograrás eso?
—Ya verás, cariño —Brian volteó a ver a Roger, quien iba detrás suyo. Se enamoró aún un poco más de él cuando vió su cara y nariz roja por el frío. Sus labios hinchados le hacían querer al mayor saltar sobre el, pero primero tenía que llegar aquel dichoso lugar.

Caminaron un poco más. En las calles, lo único que podía escucharse era la voz de Roger haciendo preguntas y preguntas; y la de Brian, respondiendo todas estas.

Roger comenzaba a sentirse nervioso y la ansiedad comenzaba a apoderarse de él, aparte de el frío y el sentirse indefenso.

Sus manos comenzaron a temblar, al igual que su mandíbula, pero la segunda, por el frío.

Brian, al notar esto, volteó hacia el rubio y levantó un poco la venda, paga poder hacer contacto visual. Atrajo al rubio a su cuerpo y preguntó:

—¿Confías en mi?
—Claro que lo hago —respondió al instante.
—Bien... ya falta poco —apoyó su mano en la mejilla del menor y beso tiernamente sus labios, para luego separarse y dejar la venda nuevamente en su lugar.
—Voy a matarte, Brian.
—Créeme, valdrá la pena.

Caminaron unos cuantos pasos más, hasta que por fin llegaron.

—Bien, escúchame con atención. Tienes que hacer lo que yo te diga —habló Brian.
—Uhm... bien. ¿Qué hago? —Brian se colocó detrás de él y lo envolvió en sus brazos, dejando a Roger adelante.
—Levanta el pie derecho... —este le hizo caso, y avanzó— Ahora el izquierdo —Hizo lo mismo, y así hasta que subieron una escalera cuyos escalones estaban, en su mayoría, estropeados.

—Wow... —Exclamó Brian, haciendo que al rubio le invada la curiosidad.
—¿Ya me lo puedo quitar? —Brian asintió, pero al recordar que Roger no lo veía, habló.
—Sí, ya puedes hacerlo.

El rubio se quitó con rapidez la venda, y pudo observar una maravilla.

—Increíble —al rubio le brillaron los ojos al poder observar la luna, que de hecho, parecía estar demasiado cerca. Se tomó escasos segundos para observar en dónde estaba parado, llegando a la conclusión de que debía estar en la terraza de una vivienda antigua y desalojada. Luego, volvió su vista hacia el cielo, que se veía... especial.

Brian estaba observando también la luna y sus alrededores, pero dejó de hacerlo al notar que tenía algo aún más agradable que ver: Roger. Los ojos del pequeño brillaban, y veía con admiración el cielo, la luna y las estrellas.

—Es tan... hermoso —susurró el rubio, sin despegar la vista de las estrellas.
—Te dije que te llevaría a la luna —Roger trasladó su vista hacia la del mayor, para sonreír y acercarse, apoyando su cabeza blonda en su pecho.

El mayor lo recibió, acurrucándolo más a él.

Pero Brian se separó enseguida y golpeó su frente con la palma de su mano.

—¡Mierda! ¡Olvidé la comida! —Al principio Roger no entendió, pero luego recordó aquella mochila que, según la última vez que había sido vista, había quedado en la puerta de la casa. Éste comenzó a reír a carcajadas, no podía creerlo. Brian se había estado esforzando mucho, y nunca se le olvidaba nada— ¿Qué? No te rías. Deberías estar enojado conmigo o algo... Lo arruiné —Brian bajó la cabeza decepcionando de sí mismo.

Roger dejó de reír y se acercó, nuevamente, a Brian. Apoyó su mano derecha en la mejilla del mayor, y comenzó a acariciar su pómulo.

—Hey —llamó su atención— es perfecto —Brian sonrió que se sonrojaba, como lo hacía en las primeras veces— Disfrutemos, ¿Sí? Es nuestro momento.





~






Si, chicos, loselose. No hablé del momento en el que terminaron "Doing All Right" ni de cómo conocieron a Tim, pero eso será relatado más adelante, ustedes tranquilos bebés.

Probablemente no esté actualizando tan seguido, y es que el colegio parece haber descubrido que tengo wattpad, por lo que me dan más y más exámenes para que no tenga tiempo de escribir. iase, me odian :")

Perdón si éste o algún otro capítulo les pareció muy mierda pero hago lo q puedo.

Igual, ¡dentro de poco llegaremos a los 1k de votos! Realmente se los agradezco, los quiero muchísimo <3






-Kat

Stars [MAYLOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora