Stars [MAYLOR]

F O R T Y T W O

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El primer día desde la pelea, Roger se había quedado en casa, mientras que Brian había ido a casa de Freddie junto a Lorraine y John. Lloró en cada momento.

El segundo día desde aquel momento, fue Roger quien fue a casa de John, con Freddie y Lorraine a hacer lo mismo que Brian.

El tercer día era el último de Brian en Inglaterra, pues a la noche se iría. Ni siquiera vió a Roger, pues estuvo ocupado terminando de hacer maletas y moviendo todo a todas partes, mientras que Roger se la pasó en su habitación.

Ambos chicos no hablaban con sus padres.

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Brian termino de escribir en el papel y lo dejó sobre la mesa.

Se dirigió hasta Jude.

—Adiós, Judith.
—Mi hijo no es como tú lo hiciste —habló indignada la mujer, que se había tomado muy a pecho la bisexualidad de su hijo. Brian simplemente la ignoró y se subió al auto que lo llevaría al aeropuerto.

Ni siquiera se había despedido de Roger.

El joven rubio decidió salir de la habitación cuando vió el coche partir y escuchó la puerta de la habitación de su madre cerrarse.

Roger ya no lloraba. Ahora simplemente estaba deprimido todo el día.

Se dirigió hasta la cocina. Iba a tomar un vaso de agua.

Pero antes de llegar al refrigerador vio un pedazo de papel que decía en grande "Roger".

Él, con la mano temblorosa, tomó el papel y lo dio vuelta, donde pudo comenzar a leer.

Querido Roger

Puede que no veas esta carta. Puedes que la mires, rías y la rompas... pueden pasar muchísimas cosas, pero no podía irme así.

Sé que no me despediré de ti, no quiero molestarte.

Solo quería decirte algunas cosas, ya que no hemos hablado en tres días.

Voy a comenzar por disculparme, pues no sabes cuánto me equivoqué al definir nuestra relación con las palabras "Sin Futuro". Lamento eso, realmente lo hago.

Tienes razón cuando hablas de mí como un niño asustado, porque eso soy. Un joven que no puede decidir por si mismo y que tiene que seguir a su padre... lo lamento.

Te quiero, Roger. Enserio lo hago.

Y es que... ¿Cuantas veces te diré que te quiero antes de irme?

Por qué jamás me cansaré de decírtelo y de recordártelo. De decirte lo especial que eres para mí.
Si algo he aprendido contigo es que si realmente quieres algo, tienes que luchar por ello, y yo jamás me cansaré de luchar por ti.
Reirás, porque en este momento estoy yéndome pero créeme cuando te digo que no dejo de luchar por ti.

Lucharía por ti hasta quedarme sin fuerzas.

Por qué sé que llegarías y me levantarías como sueles hacerlo.

Así que antes de que termines de leer esto, quiero que sepas que sí. Lucho por ti, estoy enamorado de ti y te amo.

Quizás conozca a alguien más, quizás no, pero te amaré con todo mi ser hasta entonces y te recordaré siempre como mi primer amor.

Lo que tu provocas en mi, no lo igualará nadie. Eso puedes tenerlo por seguro.

Te amo, ¿Sí? Mereces ser feliz. Mereces a alguien que pueda quedarse a tu lado para siempre, y espero que encuentres a ese alguien y te quiera de la manera en la que yo lo hago.

Te amo, y no son solo palabras. Realmente te amo.
Lamento ser un cobarde y no poder luchar junto a ti.

Pero quizás en otra vida podamos estar juntos...

Suerte, amor mío.
Te amo

-Brian

Las lágrimas comenzaron a descender y su respiración se oía en toda la habitación, cada vez más fuerte.

Contuvo las lágrimas y corrió. Corrió como nunca antes lo había hecho hasta el coche que Brian le había enseñado a manejar.

No le importaba cuánto fuera a regañarlo su madre, no le importaba nadie más que Brian.

Comenzó a conducir, saltando todos los semáforos y haciendo que cada persona que se le cruzara lo mirara mal.

Todos le importaban una mierda.

Fueron varios minutos hasta que llegó al aeropuerto.

Dejó el auto donde pudo, y salió de éste corriendo.

Corrió más rápido que nunca, hasta encontrarse con Lorraine, John y Freddie.

—¿Dónde está? —ambos lo miraron sorprendidos, pero respondieron enseguida.
—Ya está abarcando, está prohibido subir —Roger ignoró el comentario de Freddie y pasó por donde se supone que no tenía.

Busco con la mirada a Brian, miró hacia todas partes hasta que encontró una cabellera rizada.

—¡Brian! —gritó con las pocas fuerzas que tenía. Después de eso caería rendido.

El rizado volteó confundido, y volteó.

Ahí fue cuando el hazel y el azul de sus ojos volvieron a encontrarse.

Brian soltó su mochila y pasando por todas las personas que intentaban subir al avión llegó a Roger. Éste cayó en sus brazos, comenzando a llorar desesperadamente.

—No me dejes —decía entre lágrimas y sollozos.
—Roger, escúchame —dos de las personas del lugar le decían a Roger que saliera de ahí, pero ninguno podía escucharlos. John ya estaba dentro del avión— esto —tomó su mano y señaló el anillo— me lo dió mi madre. Me dijo que se lo de al amor de mi vida —Roger comenzó a llorar aun con más intensidad. Brian apoyó una mano en su pecho, que parecía que iba a salirse de su lugar— Eres el amor de mi vida —Brian lloraba de la misma manera.
—No voy a perdonarte esto, ¿Oíste? Pero te amo. Te amo Brian May.
—Y yo a ti, Roger Tay...- Roger apoyó sus manos en el cuello del mayor y beso sus labios, transmitiendo demasiadas emociones. Todo el alrededor había dejado de importar, y ahora eran ellos dos en el mundo.
—No voy a quitármelo —Dijo Roger, cuando se separaron.

Los hombres seguían regañándolos, y recién ahora lo notaban.

Brian lo acercó una vez más a su pecho, abrazándolo. Dejó un beso en su cabeza, y se separó.

—Adiós, amor de mi vida —Dijo alejándose. Roger respondió con un saludo de mano a lo lejos, y lo vió, una vez más, antes de alejarse y dejar de hacerse visible.

Roger calló de rodillas, y como si de una película se tratase, comenzó a recordar cada momento junto a él, y cuánto lo amaba.

Ahora no, amor mío. Tampoco mañana.
Pero cuando las estrellas se alineen, recién ahí, podremos estar juntos. 

Por siempre

Fin