S I X

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Una vez más, el chico de ojos zafiros lloraba.

Había pasado una semana desde que Brian había hablado con Lorraine.

Habían pasado dos días desde que ella lo dejó. Roger estaba devastado, no lograba entender porque. Su compañera de vida se había ido de la ciudad también.

Recién despertaba, y las lágrimas ya se hacían ver.

Recordó las palabras de su... ¿Amiga? ¿Novia? ¿Ex? Simplemente, recordó sus palabras.

<Busca a alguien con quién divertirte. Quizás la pases bien con Freddie o... con quién sea>

Freddie se había vuelto un amigo cercano suyo.

Tomó el teléfono y de manera apresurada marcó el número de su amigo. Quería verlo.

—¿Hola, Fred?
—¿Hola, Blondie?
—Que no me llames así. ¿Estás en casa? Necesito tu ayuda y... la de John. ¿Podemos vernos?
—Uhm... —Freddie sonrió orgulloso. Brian estaba en su casa, pero ese era un detalle que Roger no necesitaba conocer— Claro. Llama a John y vienen ahora, ¿Te parece?
—Bien. Estaré ahí en una media hora —dice, y cuelga el teléfono.

Vuelve a marcar uno de los pocos números que se sabe de memoria, y se pone el teléfono en la oreja.

—¿John?
—¿Quién habla? —preguntó con un tono de voz tranquilo.
—Roger, idiota —Claro que John sabía que era Roger, solo estaba siendo educado.
—Ya, ya... ¿Qué quieres?
—Que me acompañes a casa de Freddie. Sé que probablemente estés ocupado o haciendo algo mejor, pero necesito que nos veamos los tres —Roger cruzó los dedos para que el menor dijera que sí.
—Uhm... no lo sé, Roger. ¿Cuándo?
—Ehh... ahora mismo —John rodó los ojos del otro lado de la línea.
—Bien, pero tú me buscas —el rubio extendió una sonrisa.





~





Freddie estaba en casa, junto a Brian. Ambos estaban tranquilos escuchando un vinilo de Elton, cuando en timbre sonó.

Freddie corrió y quitó el vinilo, para ponerlo en su lugar.

—¿Qué haces Freddie? Seguro solo es alguien que se confundió de piso o...-
—Es Roger, querido —dijo con la máxima tranquilidad, como si Brian ya lo supiera.
—¡¿Q-Qué?! ¡Tienes que estar jugando! —Freddie le guiñó el ojo y se dirigió a abrir. Brian escucho, desde el sofá, como sus amigos se saludaban.

Brian se sintió incómodo. No podía hacer nada, ya estaban dentro. En estos momentos odiaba a ese maldito.

Y ahí fue cuando se vieron nuevamente.  Cuando Roger entró acompañado de John a la sala del departamento.

Hicieron contacto visual, y otra vez, no pudieron dejar de mirarse.

Roger se veía estupendamente. Tenía la nariz colorada al igual que las mejillas, y los ojos un tanto hinchados. Parecía haber estado llorando. Sin embargo, Brian lo ve como un ángel; su cabello, sus ojos, sus labios, todo iba perfecto en él.

Y Roger tampoco paraba de observar al rizado.

—Hola... no sabía que estarías aquí —habló el rubio, con su melodioso tono de voz.

Brian quería escuchar ese sonido el resto de sus días.

—Sí, bueno... tampoco yo —miró mal a Freddie, y éste sonrió.

—Brian... has vuelto —John se acercó a abrazar a Brian. No lo veía hace... cinco años.

—Bueno, muchachos. Ahora que todos estamos juntos, podemos hablar de lo que Roger tanto quería.

Roger trago saliva.

Freddie se sentó al lado de Brian en un sofá, mientras que John y Roger en el del frente. Los separaba una pequeña mesa ratona.

El rubio suspiró antes de hablar.

—Lorry terminó conmigo.

Stars [MAYLOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora