La preocupación dentro Rhys crecía por momentos, hacia ya un rato que lo habían obligado a abandonar su dormitorio para dejar trabajar al médico y aún no había noticias, por su mente pasaron miles de desenlaces posibles pero ninguno lo preparo para el que se avecinaba.
-¿Rhys?¡RHYS!- en ese momento se dio cuenta de que Arthur le estaba hablando, pero era incapaz de recordar que le decía.-Estas preocupado por ella, ¿la quieres?- ¿la quería? Ni el mismo lo sabía, su mente era un caos de pensamiento, si era alguien especial para él, y estaba muy preocupado por lo que le pudiera pasar, pero de ahí a sentir amor, aunque tampoco se imaginaba lo que haría si era algo grave lo que tenía, ¿como le explicaba esto a Arthur?
-Yo... En realidad- alguien tocó a la puerta, lo que le salvo a Rhys de tener que explicar su caos mental.
-¿Laird? Ya he finalizado el reconocimiento de lady Lennox - algo dentro de Rhys despertó, era la primera vez que escuchaba nombrarla así, y a alguna parte de él le gustó, el sentirla parte de su clan, de su gente, suya.- No sé si debería deciros esto, o esperar a que Lady Lennox os contará, no corre ningún peligro...- el médico comenzó a dudar como continuar.
-¡DÍGALO DE UNA VEZ!
-Su esposa está en cinta- y en ese momento un Rhys de casi dos metros de alto, un guerrero formidable calló al suelo redondo.
-¡Rhys!- Arthur corrio a ver cómo se encontraba su Laird y amigo, la noticia lo había noqueado, incluso el se había quedado sin habla, si bien es cierto que toco el clan sabía que compartían lecho, era muy pronto para que su señora ya estuviera esperando al futuro heredero, o heredera.
-¿Arthur?- Rhys empezaba a despertar-¡Voy a ser padre!- y con esta frase se puso de pie y salió corriendo rumbo a su dormitorio a abrazar a su esposa, algo tambaleante aún por la noticia.
Cuando Rhys entro como alma que lleva el diablo a la habitación, lo supo, la amaba, nada más verla medio incorporada en la cama, entre las sábanas y esperando a su futuro hijo el corazón de Rhys paro de latir y volvió a hacerlo solo por y para ella.
La amaba, lo tenía claro, ahora sólo tenía que conseguir que ella lo amase de la misma loca manera y sin ningún tipo de restricción. Se acerco a su esposa, a su amor y trato de mostrarle todos sus sentimientos en un beso, un beso que encendio el fuego durmiente dentro de ambos, y aunque aún estaban algo débiles por sus respectivos desmayos, hicieron el amor.-Kenna- Rhys debía hablar con ella, no sabía cuánto le había contado el médico- ¿Sabes la causa de tu desmayo?
-Supongo que debido a los nervios, desde que desperté esta mañana no me he encontrado muy bien.
- No querida, es algo mucho mejor, estamos esperando un hijo, un precioso niño de noche como su madre o una niña que será como su madre- Kenna se sorprendio, ¡embarazada!¡Estaba embarazada! Aunque lo primero que imagino fue un bebé con los ojos azules de su padre, algo que fuera de los dos.
-¡Seremos padres!- lágrimas de felicidad escaparon de sus ojos, y más besos y risas y sueños de futuro compartidos fueron creándose entre los dos.
Rhys estaba tan pletórico de felicidad que ordeno celebrar un gran banquete para celebrar la próxima llegada del primogénito, estaba tan feliz con la noticia de su futura paternidad que hasta llego a olvidarse de que los Stuart se encontraban en sus tierras.
Los preparativos para la celebración se fueron llevando acabo, nadie sabía el motivo aún, solamente los futuros padres y Arthur, que se alegraba por su señor y amigo, Kenna era una buena mujer, en el poco tiempo que llevaba en sus tierras había comenzado a quererla como una amiga incluso como una hermana, sus largos entrenamientos secretos les habían otorgado un fraternal lazo de unión, incluso el mismo se preocupo cuando la vio desplomarse ante la llegada de los Stuart, aunque tampoco le paso desapercibida la mirada de terror con la que miro a Evan Stuart, no le gustaba ni un pelo ese hombre, lo había escuchado en innumerables ocasiones presumir de sus conquistas y de la forma ruin en la que las trataba.
Entre unas cosas y otras llegó la hora de la celebración, y una vez que todos estuvieron sentados en el gran salón, incluidos los invitados Stuart, Rhys procedió a dar la buena noticia.
-¡Clan Lennox!- alzó la voz para calmar murmullos y llamar la atención de los presentes, y cogiendo la mano de Kenna e incorporarse ambos- tengo una gran noticia que darles, una noticia maravillosa para el clan- dijo mirando con devoción a su esposa- pronto tendremos con nosotros al próximo Laird Lennox- el clan al completo estalló en vítores de alegría, era una noticia fantástica para todos, aunque dos personas no tenían nada que celebrar. Dos personas que lucharían por destruir esa felicidad.
"Pronto acabaré contigo sucia gitana y ocuparé el lugar que me corresponde"
"¡Ese bastardo que crece en ti no impedirá que seas mía! Siempre consigo lo que quiero"
Perdonadme, esta semana he tardado mucho, pero es que es Semana Santa y no he tenido mucho tiempo.
Y si Kenna está embarazada, ahora me gustaría que decidieran el futuro de Kenna, tres opciones.
-Final triste.
-Final feliz.
-Complicado pero al final feliz.
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La rosa escocesa
Historical FictionSiendo la menor y única hija del Laird McDougall, Kenna, es apartada del mundo. Recluida en las tierras de su padre y solo teniendo contacto con sus tres hermanos, los súbditos de su padre y sus guerreros de mayor confianza, pero esto cambiará cuan...