Había una vez:
Una historia de tres chicas, la hijastra humillada, la huérfana mortal y la hija no deseada. Metidas en su propio mundo alejadas de los demás, pasan los años, pero su mundo de soledad no parece desaparecer jamás.
¿Qué puede ser peor q...
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Ruby se levantó temprano casi que por costumbre. Siempre tenía que levantar a las perezosas de su equipo, porque sabía que si se lo pedía a Neo esta les tiraría un cubo de agua encima.
Esta vez, la historia no era muy diferente, Winter tenía que levantarse muy temprano para cumplir con sus deberes de princesa, así que tenía que levantarse temprano para asistirla y cuidarla, aunque realmente no sabía de que debería cuidarla.
Claro que no sabía precisamente de que debería cuidarla.
La princesa Winter estaba tranquilamente dormida en su cama abrazando su peluche de conejo, Ruby sonrió ante la ternura de la princesa. Tomó su uniforme y se dirigió al baño para darse una ducha y vestirse antes de que la princesa despertara.
El baño era enorme, tenía una tina, un jacuzzi y una ducha, el baño estaba en el extremo opuesto de la ducha, había un lavabo y encima de este había todo tipo de perfumes, esencias, shampoo, acondicionador y jabones. También había un estante para toallas, el cual estaba lleno. Y en la entrada al baño en general a la ducha, tina y jacuzzi había una alfombra con lunas, soles y símbolos lunares.
El baño de Weiss era una pocilga a lado de este baño. Y ella pensaba que el baño de Weiss no podía ser más caro.
Ruby entró a la ducha, colocó su mano en un escáner logrando que el agua saliera y luego la reguló hasta temperatura templada-fría. Normalmente se ponía a imaginar varias cosas mientras estaba en la ducha, cosas como una guerra entre unicornios y pegasos, ya que era el momento donde se podía relajar. Sin embargo, esta vez estaba demasiado nerviosa como para hacerlo, sentía constantemente un nudo en la garganta y que debía estar en alerta constante. Y no era para menos, en su mundo, todo se estaba destrozando poco a poco, ahora estaba en otro universo totalmente diferente al suyo, no tenía idea de como regresar y para rematar, sus amigos estaban perdidos.
Luego estaba el caso de la gente que vivía allí. Sí, Winter era una persona muy dulce y amable, pero ella había visto como tanto chicos como chicas la miraban a ella y a sus amigas. Y no le gustaba un pelo.
¿Desconfiada? Quizás.
Tardo un poco más en la ducha de lo usual, se lavó su cabello y su cuerpo varias veces, finalmente con otro escaneo apagó la ducha y salió de esta envolviéndose en una toalla. Miró su ropa, era un vestido rojo con las mangas negras, los hombros eran de color morado oscuro y bordes blancos en la manga en el vestido, el mismo color de los bordes para los zapatos que eran de muñeca con un pequeño tacón. Además de eso, había una cinta roja y en la parte de atrás el símbolo de la Corona Lunar, los cuales eran un añadido de Winter al igual que el color de los hombros siendo estos originalmente negro para criar una distinción en sus uniformes.
Ruby se vistió rápidamente con su nuevo uniforme, lo sentía más ligero que el de batalla, pero le quedaba un poco más apretado. Finalmente, intento amarrarse la cinta en un lazo, fallando miserablemente en el intento y al final resbalando con el agua para lograr chocarse contra el piso.
